Valores

Las pymes se suman al desafío de la inclusión y la sustentabilidad

Escrito por Portal Empresa

Los últimos ganadores del segmento pyme del Premio Enrique Shaw ‘Hacia una Empresa con rostro humano’ responden cómo y por qué decidieron incorporar la sostenibilidad como un concepto clave en toda su cadena de valor.

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El mundo empresario está en un trance: el ritmo de producción y crecimiento no es factible de continuar en el largo plazo por la escasez de recursos naturales, por lo que para expandirse es necesario cambiar la lógica de generación de riqueza haciéndola sustentable. Las proyecciones de Naciones Unidas son elocuentes: si los 7.000 millones de habitantes consumieran como un norteamericano promedio, se necesitarían casi cinco planetas Tierra de recursos para poder abastecerlos.

Las grandes multinacionales ya tomaron nota del asunto y por eso han incorporado el concepto de sostenibilidad en sus procesos de innovación y producción. El desafío es producir más, consumiendo menos recursos naturales y, en el camino, dar posibilidad de inclusión a las personas en situación de vulnerabilidad. Para los adelantados en el asunto, volverse una compañía ‘verde’ ya da resultados. El llamado Dow Jones Sustainability Indices (DJSI), por ejemplo, agrupa desde 1999 a las 2.500 empresas más sustentables del mundo y muestra cómo sus acciones crecen por encima del promedio del mercado.

Las pymes no están ajenas de esta tendencia. En principio, porque las grandes empresas les exigen más como proveedores y las preparan para el desafío de la sustentabilidad. Pero también por iniciativa propia, por la vocación de sus dueños y directivos de propiciar mejores negocios. En este sentido, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) convoca desde 1989 a su Premio Enrique Shaw “Hacia una Empresa con rostro humano”, que reconoce a las empresas -grandes como pymes- que, a través de un esfuerzo sostenido, implementan proyectos, programas, políticas y prácticas que contribuyen a disminuir la deuda social en el ámbito de las comunidades en que actúan.

Revista Empresa convocó a los dos últimos ganadores del premio en su versión pyme para que den su visión sobre la sustentabilidad en la empresa y sus políticas de inclusión. Se trata de La Marchigiana, un restaurante mendocino de comida ítalo-argentino y Bianco & Nero, que elabora chocolates y helados artesanales, con un plantel de colaboradores en el que el 50% o más enfrente alguna discapacidad. A continuación, la voz de sus referentes.

<strong>¿Qué significa la sustentabilidad hoy para las pymes?</strong>

Joaquin Barbera, gerente operativo de La Marchiaga – Para muchas pymes significa algo caro que no lo pueden hacer porque no tienen presupuesto pero que cuando sean grandes lo van a hacer. Otras, y cada vez más, entienden que la sustentabilidad no se trata de ganar mucho dinero de cualquier forma y luego hacer filantropía a través de un departamento de RSE, sino que la sustentabilidad debe estar en cada acción que realiza la empresa, en el núcleo de su modelo de negocio. Esto implica que la sustentabilidad puede ser ejercida por cualquier empresa sin importar su tamaño.

Roberto Agüero, fundador de Bianco & Nero – La sustentabilidad para nosotros tiene que ver con el equilibrio, el respeto, la responsabilidad. Equilibrio entre el uso de recursos naturales y el bien obtenido, respeto por la sociedad, habiendo siendo responsables en no hipotecar el futuro. Particularmente, me gusta más el concepto de sostenibilidad, que implica tanto la eficacia de lo sustentable (hace más referencia a lo inmediato) como a la eficiencia, entendiendo al tiempo como un componente esencial en la visión responsable del empresario. Lamentablemente, la empresa que por definición implica esfuerzo y trabajo en pos de un objetivo económico de utilidad, muchas veces no tiene en cuenta los tiempos.

Sin dudas, estar en un mercado inflacionario nos deforma porque el cortoplacismo -receta de la rapidez como variable de eficiencia- nos quita proyección sobre objetivos más altos. Insisto en que los empresarios, persiguiendo este fin económico, combinando aspectos humanos, materiales y técnicos, debemos tener un panorama más a largo plazo. La falta de rentabilidad o hasta el riesgo a ser deficitarios y poner en peligro a la empresa nos dan la excusa perfecta para desoír este mensaje. Sencillamente tenemos que pensar el negocio más allá del momento, reconciliar los aspectos económicos, con los sociales y los recursos naturales. Mientras no podamos hacerlo, sin dudas tendremos un costo oculto en nuestro futuro más o menos inmediato.

<strong>¿Qué haría falta para que se instale en la agenda de las pymes?</strong>

J.B. (La Marchiaga) – Deberíamos vivir bajo un sistema donde convenga ser sustentable. Hoy ese sistema se está desarrollando, principalmente por la presión de consumidores más conscientes y por la transparencia que genera internet, pero todavía falta un apoyo más fuerte a nivel legislativo y políticas gubernamentales.

R.A. (Bianco & Nero) – Creo que hay una cuestión de madurez por parte del empresariado y de los mismos clientes que son sin dudas la contrapartida que justifica a la empresa. Así como en sociedades más avanzadas ya no se discute del sueldo sino otras prestaciones como mejorar la edad de jubilación, disminuir la cantidad de horas de trabajo y demás condiciones, entiendo que el cliente nos va a exigir que además del producto o servicio que brindemos, seamos amigables con la naturaleza, las personas, etc.

El surgimiento de líderes que levanten la vara nos va a obligar a todos a estar a la altura porque de otro modo quedaríamos fuera del mercado. El cliente va a hacer valer su poder a partir de exigir cada vez más a las empresas, al producto o servicio se va a sumar su RSE como requisito sine qua non. Las empresas van a exigir a sus proveedoras que cumplan al mismo tiempo y así se produciría una cadena virtuosa.

<strong>¿Qué significó para ustedes la premiación por parte de ACDE?</strong>

Fernando Barbera, gerente general de La Marchiaga – Tuvo un significado profundo ya que nuestro objetivo como empresa es ser una empresa humana. El premio nos motivó a seguir por este camino e intentar todos los días ser cada vez más coherentes.

R.A. (Bianco & Nero) – Siempre un reconocimiento es estimulante para uno mismo y para terceros. La decisión de participar vino por parte de un empleado discapacitado que nos hizo ver lo difícil que resultaba la inserción laboral, al contarnos que de todos sus compañeros de colegio (de educación especial), el único que tenía trabajo era él y los demás, como mucho, trabajaban en una esquina como trapitos. Sin dudas, muchas veces nos resulta difícil entender realidades ajenas. El primer punto entonces es hacerlas saber si tenemos esa posibilidad o bien, preocuparnos por buscar esa información. Muchos problemas que no vemos, están al lado nuestro. Participar de la premiación ya ofrece la gran alternativa de parar la pelota, repensar que queremos, que dirección es más adecuada y así salir de la vorágine.

<strong>¿Qué incentivos haría a las empresas más sustentables?</strong>

F.B. (La Marchiaga) – Pienso que los premios son buenos incentivos morales para quienes están convencidos de esta forma de gestionar, también son buena publicidad. Se podrían agregar incentivos fiscales para quienes mejoren sus impactos sociales y ambientales. De esta manera se sumarían más empresas a gestionar con responsabilidad.

R.A. (Bianco & Nero) – Las empresas básicamente respondemos a un estímulo, la rentabilidad. La obtenemos a partir de la generación de valor, por la satisfacción de una necesidad. En la medida que veamos el largo plazo vamos a respetar la sostenibilidad, ya que si no «agrandamos» el mercado y conservamos los recursos, difícilmente podamos obtener un resultado económico a largo plazo. Creo natural el querer ayudar, hacer talleres, donde se intercambien experiencias, tutorías, ser generosos con los golpes capitalizados puede ahorrar tiempos muy valiosos para lograr una dirigencia mejor a la que nosotros ejercemos.

Puntualmente nosotros al darnos el tiempo para pensar cómo debía ser el perfil más adecuado para una gran parte de tareas muy rutinarias típicas de nuestra actividad, llegamos a la conclusión de que los fronterizos se sienten seguros en su rutina, estableciendo un estándar muy alto de prolijidad, higiene y rendimiento. El tiempo también nos demostró un valor extra impensado en su momento y fue el buen clima laboral que se generaba en el equipo.

<strong>Brevemente, ¿Cuál es el caso que se presentó en el Premio?</strong>

F.B. (La Marchiaga) Presentamos nuestra forma de gestionar que busca ser coherente con nuestros valores personales. No presentamos un caso en particular, presentamos acciones que realizamos en nuestra gestión diaria: en el eje de público interno, loteo para el personal, premio al hijo con mejor promedio, beneficios laborales, sistema de contratación inclusivo; en relaciones con la comunidad, apoyo y trabajo conjunto con organizaciones sociales; en proveedores, desarrollo de pequeños productores para incorporarlos en nuestra cadena de valor; en medio ambiente, la marchi recicla, producción más limpia.

R.A (Bianco & Nero) – Obtuvimos el segundo premio de la categoría Pymes por la política de inclusión social que consiste en incorporar al equipo de trabajo de la empresa, personas discapacitadas o con limitaciones que son motivo de rechazo en el mercado laboral. El proyecto busca lograr un resultado económico sustentable que sea posible con el máximo de inclusión de personas discapacitadas. Actualmente, aproximadamente el 50% de nuestros colaboradores presenta alguna discapacidad o limitación. Este año se producen la primera jubilación de un discapacitado tras haber trabajado con nosotros por 16 años.

Desde Bianco & Nero intentamos tener esta visión sistémica, quizás el aspecto más distintivo sea la inclusión de personas con capacidades diferentes desde el inicio de la empresa en 1992 y en un porcentaje que ha ido variando en el tiempo pero que siempre ronda un 50% de la planta. También trabajamos en aspectos como la optimización de la energía, el reciclado de residuos, fundamentalmente en tratar a las personas como personas, sean proveedoras, empleados o clientes, tratando de OIR el interés de cada uno. Desde hace dos años actuamos como mentores de la incubadora de empresas de la UNC.

Desarrollamos alimentos nutraceuticos (alimentos adicionados con un principio activo para prevenir enfermedades) como un camino lógico a recorrer por parte de quienes elaboramos alimentos responsablemente, pese a ser un concepto prematuro para la madurez del mercado. En definitiva, así es como entendemos la sustentabilidad, siendo partícipes activos, protagonistas en los terrenos donde podemos hacerlo.

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