Las organizaciones de todo tipo encuentran dificultades cada vez más relevantes para encontrar talento humano acorde a los desafíos del momento de transformación global que se vive.
A veces, este limitante obedece a la imposibilidad de ver en su real dimensión el potencial de una persona; incluso de aquella que ya está dentro de las empresas esperando ser promovida, y que, por algún motivo, pasa desapercibida.
En todos los lugares de trabajo hay colaboradores comprometidos, responsables, leales y enfocados en el cumplimiento de su labor. Los hay, incluso, altamente creativos e innovadores. El tema es que los líderes y las diferentes áreas a veces no se detienen a observarlos.
Estas seis formas pueden ayudarlos para descubrir el potencial de una persona en el ámbito laboral:
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Incentive los desafíos
El propósito de la organización necesita estar focalizado en los resultados y en el bienestar de cada persona. Al incentivar los desafíos del logro, las personas se entusiasman. Convenientemente activado, logran conectar con el optimismo, se nutren y comparten energía vigorizante y se estimula la neuroplasticidad cerebral, que es la función de permeabilidad y flexibilidad ante los cambios.
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Observe por separado el temperamento, la conducta y la personalidad
Establecer parámetros rígidos para todos los miembros del equipo no funciona, porque cada colaborador es un mundo. El líder y las áreas de talento humano necesitan clarificar estos tres rasgos de las personas para no confundir comportamientos esporádicos como basales. Al observarlos por separado, se conoce mejor a la persona, y se puede acceder mejor a su sistema representacional del mundo para, justamente desde allí, activar su potencial.
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Analice la película completa
Cuando las cosas van bien, no hay problema: todo funciona. El desafío aparece ante los problemas. Focalice en revisar la película completa del hecho en cuestión, no sólo una parte específica. Si lo hace, tendrá un panorama mayor, que le dará perspectiva y detectará cómo fortalecer a cada persona, estimulando su fuerza aún no desplegada.
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Piense en quienes fueron sus mentores
Las personas con posiciones de conducción por lo general tuvieron sus mentores; esas personas que supieron guiar sus pasos, y estimularlos ante la adversidad. Recuérdelos tanto como sea posible: le darán valiosa información acerca de cómo lo hicieron; incluso en aquellos momentos que quizás se interpretaron como negativos o desafiantes y que, en el presente, pueden contener pepitas de oro de conocimiento. Allí hay valiosas lecciones.
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Fuerce, pero no tanto
Las personas pueden desempeñarse bajo presión, aunque el desgaste es mucho mayor. Estudios neurocientíficos coinciden en que el buen clima laboral, una compensación razonable y estímulos emocionales apropiados contribuyen a despertar el potencial humano. Hay empresas hostigadoras que llevan a las personas a sus límites: para unos pocos puede ser motivante; para la mayoría, desgastante. Es innecesario. Ecualice la fuerza y nútrase de la generación de energía vital que el mismo equipo proporciona.
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Estimule y suelte
Este principio de acción cotidiana consiste en ser un líder enfocado y determinado para alcanzar los objetivos. Una vez que ayuda a una persona a llegar a ese lugar deseado, entréguele las llaves y acuerde de qué forma seguirá contribuyendo. Estimule a la persona, y déjela libre. Es la mejor forma de que pueda desplegar su potencial y así, se visualizará hasta dónde es capaz de llegar. En muchos casos, prepárese para sorprenderse de las personas menos esperadas.