Valores

FIDES Group: management y vidas de santos para una empresa diferente

Escrito por Carlos Barrio
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El pasado 27 de abril tuve el gusto de reunirme en San Isidro con Gervasio Videla Dorna. Gervasio es un joven argentino, ejecutivo y empresario schoenstattiano, ingeniero industrial, egresado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Tiene un MBA en el IAE (Instituto de Altos Estudios Empresariales) y un postgrado en estrategia e innovación en el MIT (Massachussets Institute of Technology) en Estados Unidos de América. Está casado con Victoria Maschwitz, tienen 3 hijos y trabaja actualmente como director comercial para la empresa Zoetis, siendo responsable de Argentina, Paraguay y Bolivia.

Al mismo tiempo de trabajar como director comercial de Zoetis, Gervasio está desarrollando el apasionante proyecto de construir un emprendimiento basado en su cosmovisión kentenijiana.

Su entusiasmo es contagioso y vale la pena interiorizarse de su proyecto FIDES GROUP, que ya tiene aspectos muy concretos de realización y una proyección enorme, cuya dimensión total cuesta imaginar.

 – ¿Cómo nace el proyecto FIDES GROUP?

– Este proyecto nació hace 4 años y viene desarrollándose muy bien. Ya se han comprometido 87 personas desde septiembre del 2014.

Después de algunos años de inquietud espiritual y lecturas varias, trabajando desde hace más de 15 años en empresas multinacionales, me planteé qué interesante sería, para cualquier empresario, poder conciliar su vida espiritual con la actividad empresarial, a la que dedica tantas horas y energía. Tenía en mente algunos conceptos de management, experiencias de vidas de santos, y encíclicas papales, que me pareció que podían unirse para desarrollar un tipo de empresa diferente. Una noche, en junio de 2014, escribí un documento donde volqué estos conceptos y con esto, fui hablar con mi director espiritual para conocer su opinión. Le comenté acerca de un tipo de empresa nuevo, cuyo objeto estuviera basado en la encíclica “Caritas in Veritate” de Benedicto XVI, la exhortación “Evangelii Gaudium” del Papa Francisco y ciertos aspectos de la pedagogía schoenstattiana. Acordamos que el mejor camino tal vez era buscar una empresa así que ya estuviera en marcha para trabajar en ella, pero después de varios meses de búsqueda, no la encontré. Entonces me quedaba el camino largo: construirla. Y empecé.

– ¡Qué desafío!

– Sin duda. Lo primero que hice fue reflexionar bien a fondo sobre el modelo de empresa que rondaba en mi cabeza, y llegué a una primera definición: una empresa es una institución que, mediante la producción rentable y sustentable de bienes y servicios, debe estar orientada hacia el bien común y debe promover el desarrollo integral de la persona, y si el desarrollo es integral, Dios tiene que estar adentro. Si no, es un desarrollo parcial y, en definitiva, no nos desarrollamos en plenitud como personas.

Creo que ahí está un poco el origen de esa “no alegría en el trabajo” de la que vos hablás: cuando trabajás, Dios no tiene cabida, muchos piensan que “negocios son negocios”. Mi humilde percepción es que hoy Dios no tiene cabida en la toma de decisiones, en el proceso operativo de una empresa y en realidad la debería tener, casi como un pilar estratégico, porque Dios está en todos lados.

Recuerdo una reunión con un sacerdote amigo que me dijo: “¡Vos estás loco! ¡Sos un idealista! ¡Te vas a ‘dar un palo’!”. Salí bastante desmotivado, pero decidí redoblar la apuesta e ir a ver al dueño de un fondo de inversión, a quien no conocía, esperando una negativa a la factibilidad e interés de desarrollar algo así. Para sorpresa mía, tuvimos una reunión increíble y ahí de nuevo tomé envión. Él me dijo “me parece espectacular, no tenemos ni idea cómo hacerlo, pero vamos para adelante”. Lo más interesante es que, a ese momento, solo teníamos un concepto de empresa, pero no el producto o servicio a ofrecer. Entonces decidimos hacer lo obvio (¿?): rezar en búsqueda de inspiración.

Una empresa que vive de la oración

Gervasio continúa explicando: – En este concepto de empresa que vamos construyendo es fundamental la oración y el abandono de la propia voluntad, para escuchar la voluntad del verdadero dueño. Nosotros somos simples administradores de los bienes de Dios. Poco a poco, comencé a entender que si quiero ser un buen administrador tengo que escuchar al dueño. Por eso acá juega mucho el tema de la oración, el silencio, la dirección espiritual para lograr un buen discernimiento.

Yo rezaba y me preguntaba “¿Y ahora qué hago?”. Un día cuando iba a rezar el rosario de la mañana con padres del colegio de mis hijos, me encontré con un cuadro del Papa Francisco y una frase que me inspiró mucho. Ésta fue pronunciada durante le Jornada de la Juventud en el 2013 en Río de Janeiro, donde Francisco dijo “Hagan lío… cuiden los extremos de la vida, que son los jóvenes y los viejos. Y no licúen la fe en Jesucristo.”. Entonces tuve claro a qué estábamos llamados: a cuidar viejos y a cuidar jóvenes y su salud. Y ahí es donde arrancaron las áreas de negocios.

Como empresa, ya habiendo definido las áreas de negocio, queríamos también lograr 4 objetivos equidistantes:

  • Que los proyectos sean sustentables en el tiempo y por ende rentables. La rentabilidad permite sustentarlo en el tiempo y permite la escalabilidad.
  • En segundo lugar, que sean ámbitos de desarrollo espiritual, siempre proponiendo, nunca imponiendo nada, inclusive independientemente del credo, aunque en nuestro caso la empresa tiene un ideario católico.
  • El tercer elemento la ayuda al prójimo, o sea que todo proyecto tiene que también permitir ayudar al prójimo.
  • Y el cuarto elemento que sea un ámbito educativo.

De esta forma se promueve el desarrollo económico, el desarrollo espiritual, el desarrollo social y el desarrollo intelectual; es decir se lleva a cabo un desarrollo integral.

– Es decir que ¿desarrollaste una mirada orgánica de la empresa?

– Así es, Carlos, ¡Esto es clave y estoy seguro que es posible, no es una utopía!

Hay un pequeño ejemplo que hoy existe, que está dentro de Schoenstatt, que es el Sanatorio Mater Dei de Buenos Aires. Es una institución superavitaria, con lo cual, genera progreso y bienestar; es un ámbito de desarrollo y promoción espiritual, en donde están las Hermanas de María que son las dueñas; es una empresa de ideario católico, aunque los donantes, los médicos, los pacientes son de cualquier credo. Por otro lado, la ayuda al prójimo se da a través de iniciativas sociales y pastorales del Movimiento de Schoenstatt, y el ámbito educativo es inherente a una institución de este tipo donde dan talleres, cursos, etcétera. Entonces descubrí que es posible desarrollar empresas de este tipo hoy.

En mi fragilidad, voy a la oración, a los sacramentos, y la esperanza vuelve

– Lo que me está pasando es que todo esto que estamos transitando desde hace 4 años, es un camino desconocido para mí, porque no sabes el próximo paso a dar. Es un camino que está muy atado al tema de la fe, porque cuando fui transitando el proyecto me surgió la pregunta ¿por dónde arranco, por dónde doy el próximo paso, cómo se lleva adelante esto? Y cuando lo veo desde el punto de vista humano, dudo si voy a poder hacerlo. Ahí es donde juega la fe, donde Dios lo puede todo y donde tu mejor socio es Jesús. Son momentos difíciles, pero a la vez fundamentales porque demuestran mi fragilidad y me ayudan a pedir ayuda, y trabajar mi humildad. Por eso, requiere mucha oración, que es vital para atravesar nuestros altibajos en la fe. Cuando tengo los “niveles” de la fe bajos, me digo “esto no va a llegar a ningún lado” y aflojo, pero consciente de eso, voy con más insistencia a los sacramentos y a la oración, y la esperanza vuelve. Me imagino que así es el camino espiritual de cualquier persona en la vida.

Y también pasa que, cuando uno lidera este tipo de proyecto, me pregunto si tengo las fuerzas o capacidades para hacerlo. Se siente la soledad del capitán. Y ahí es donde tengo que recurrir nuevamente a la fuerza de la oración y la humildad sabiendo que soy solo un instrumento. Es realmente un Combate Espiritual, como decía algún santo.

Gervasio se emociona y se nota que vive el proyecto FIDES GROUP con mucha intensidad, pasando en pocos instantes de un estado de alegría y euforia a otro de cierta incertidumbre y preocupación, como si estuviera en medio de una montaña rusa.

Su actitud me hace reflexionar e intuir que algo nuevo se está gestando en el mundo empresario. Veo en él una forma novedosa de liderar, en la que a la empresa se integra su vida de fe, una fe que se percibe muy viva en lo profundo de su corazón.

– Concretamente, ¿cómo se están desarrollando los Proyectos de FIDES GROUP?

Este nuevo concepto de empresa que te comentaba, el que trazamos con FIDES GROUP, hoy arranca con un proyecto muy concreto en el área de Adultos Mayores. El proyecto se llama Comunidad Madre Admirable (CMA), ¡no por nada se llama así! La Mater ha estado con nosotros desde el inicio.

Y tiene que ver con una red de residencias para adultos mayores, basada en el modelo europeo, donde no es una casona adaptada para 30 adultos mayores. Estamos hablando de lugares mucho más grandes, para por lo menos 120 adultos mayores y en el que se mezcla un hotel 5 estrellas con servicio de salud, y por supuesto, un trabajo sobre la promoción del desarrollo espiritual de los residentes, independientemente de su credo. En la Argentina hoy esto no existe, aunque lo más parecido es el hogar Ledor Vador de la comunidad judía, que es cerrado para dicha comunidad, tiene más de 300 adultos mayores y trabajan excepcionalmente bien.

¿Por qué arrancamos con adultos mayores? Además de querer llevar a Dios a la empresa, a muchos de los que hoy formamos FIDES GROUP también se nos despertó una vocación: cuidar a los frágiles, y en este caso, a los adultos mayores. La fragilidad que viven estas personas no solo es física o psíquica, sino emocional. Viven un tipo de pobreza que trasciende cualquier estrato social: la soledad.

Es por esto que arrancamos por los más marginados dentro de los adultos mayores, es decir, los que tienen una situación de dependencia. Una situación de dependencia es cuando un adulto mayor no puede desarrollar alguna de sus actividades de vida diaria: no puede comer solo, o moverse solo, o higienizarse solo. Es una situación muy dura, no solo para el residente, sino también para su familia. Estamos hablando, por ejemplo, de gente con un Alzheimer avanzado, o gente postrada, e inclusive gente que está en una etapa terminal de alguna enfermedad.

Comenzaremos ofreciendo un servicio para ellos. Es lo que se llama un “assisted living”. Lo que hay en algunos lugares es una etapa previa, que se llama un “independent living”, que es un adulto mayor auto válido, que quiere ir a vivir a algún lugar que tiene algunas adecuaciones arquitectónicas para que, por ejemplo, no se caiga en el baño, o tiene una puerta un poco más ancha para que pase una silla de ruedas, o tiene una enfermería muy básica.

Aun no hay en Argentina una cultura del “independent living”. Experiencias locales e internacionales muestran que el “assisted living” es el que después tracciona la demanda del “independent living” y no al revés.

Para nosotros el “assisted living” es por donde hay que empezar principalmente por un tema vocacional, ya que es la gente más dejada y más dependiente, pero también por un tema estratégico de negocio.

En Argentina, el 94 % de los geriátricos son tipo AC, que son para fragilidades físicas y algún tipo de fragilidad psíquica leve. Quiere decir que, si vos estás en un geriátrico de este tipo y desarrollás un Alzheimer, te tenés que ir de ahí, provocando un impacto psico-emocional tremendo que acelera el deterioro de la persona.

Nosotros queremos avanzar, no sobre un espíritu de lucro sino vocacional, no podemos decirle que no a nadie. Vamos a cuidar todo tipo de fragilidad de los adultos mayores, ya sea que tenga una fragilidad leve o hasta el que está llegando un estado terminal, porque desde un punto de vista moral y católico no puedo tomar un segmento porque es más negocio para mí, y dejar de lado al segmento más necesitado de todos. Tendremos que buscarle la vuelta para hacerlo sustentable. Ese es el desafío. ¡Y le encontramos la vuelta, con mucha oración y con mucho trabajo!

Respecto al proyecto, estamos evaluando varias alternativas en zona norte del Gran Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires. El proyecto más avanzado, es para la gente con mayor fragilidad, que probablemente desarrollemos en Zona Norte. Ya están los planos hechos, la arquitectura diseñada con un estudio español especializado y que trabaja con las principales cadenas en Europa, y estamos en proceso de aprobaciones municipales y provinciales.

Inversión de USD 12.000.000 y valores compartidos

Este proyecto requiere una inversión de alrededor USD 12.000.000, de los cuales casi USD 3.000.000 son para financiar el equipo, amoblamiento y el working capital. Estamos en estos momentos iniciando la segunda parte del fund raising que son alrededor de USD 9.000.000 para la compra de la tierra y la construcción del edificio para hacer 137 camas. El promedio en Europa es de 120 camas. Esos son los modelos rentables. En Argentina la unidad media es de 37 camas. Hemos encontrado mucho interés en inversores que comulgan con los valores que queremos transmitir y compartir en este proyecto.

– Gervasio, hay algo que quisiera que amplíes. Decís que tienen que conseguir USD 9 millones más para FIDES GROUP. ¿Cómo vas a interesar a los inversores? ¿Qué rentabilidad y sustentabilidad les ofrece este proyecto?

– Tiene que quedar claro que como todo start up, tiene sus riesgos. Primero, lo que les decimos a los posibles inversores es que miren la demanda que hay hoy: es, según nuestros cálculos, 6 veces la oferta. Esto determina la posibilidad de generación de ingresos. Desde el punto de vista del precio, nuestra escala y algunas iniciativas que estamos proyectando desde lo arquitectónico, nos van a permitir cobrar tarifas del orden del 20 % menos que otras alternativas similares, que son muy pocas.

Desde el punto de vista de la escala, nosotros encontramos como una escala óptima entre 100 y 140 camas, similar al promedio en Europa. Tenemos un acuerdo con los dos grupos más grandes españoles; uno administra 107 centros y 144.000 asistidos, es decir 144.000 camas. Con estos 2 grupos acordamos un intercambio técnico fluido.

Estas compañías, que facturan 400 millones de euros y ya se han desarrollado en Europa, piensan ¿cómo sigo creciendo, tengo que saltar el charco? Empiezan a ver otros mercados: los mercados emergentes. El primero de estos grupos puso pie en México en el 2016 o principios del 2017. Entonces es cuestión de tiempo de que vengan para Argentina, y esto también es atractivo para algunos inversores que piensan como sería su exit. Nosotros pensamos que estamos en el momento justo para desarrollar este negocio en Argentina.

Estructura societaria

Este proyecto se desarrolla con una sociedad gestora y una sociedad de real estate. De la misma manera que existe en hotelería, donde hay empresas que gestionan un inmueble, que a veces se lo subalquila a una propia empresa, que se encarga del real estate.

Entonces en nuestro proyecto tenemos:

  • CMA Care Service, y
  • CMA Real Estate.

Quien invierte en este start up va a poder invertir en cualquiera de las dos sociedades.

El inversor de CMA Real Estate va a comprar la tierra y construir. CMA Care Services va a pagar a CMA Real Estate un alquiler y a fines del año 4 vamos a comprar la tierra y lo construido al valor original más una prima del 30 %.

En la práctica, CMA Care Service es quien alquilará el inmueble a una tasa bastante atractiva y le va a recomprar este inmueble a CMA Real Estate con un mecanismo similar al que realizas cuando compras un cuarto en un hotel para tener una renta, es decir, venderemos “camas” con renta y posibilidad de traspasarla a un heredero.

Fuimos por este esquema porque, para este tipo de start ups, Argentina no ofrece financiamiento bancario, por lo que no hay apalancamiento posible sino hasta 3 años de operación.

Lo atractivo del esquema de financiamiento, es que se le da un exit potencial al inversor a los 4 años. Pero puede que ocurra, lo cual estamos discutiendo en estos momentos con un grupo, que un inversor diga “yo me quiero quedar y cobrar ese alquiler de las camas”. Esto suele ocurrir en Europa y Estados Unidos, donde hay fondos de inversión dedicados exclusivamente a la compra de este tipo de inmuebles para residencias de adultos mayores.

– Excelente explicación del proyecto, Gervasio. Parece muy atractivo, pero ¿dónde está la ayuda al prójimo?

Gervasio se entusiasma y le brillan los ojos antes de contestar esta pregunta. Noto que es un aspecto que le importa mucho.

– Nosotros, Carlos, somos puentes entre los que tienen y no tienen. Parte de la rentabilidad generada se volcará a la ayuda al prójimo. Como siempre decimos, esto no es para cualquier inversor ni cualquier manager. Acá hay una elección personal de una firme intención de ayudar al prójimo.

Tenemos varias iniciativas.

  • Asistencia a residencias de escasos recursos, nuestros Residenciales “Hermanos”, donde CMA ofrecerá financiamiento, organizará actividades de fund raising anuales, y ayudará a nivel operación a eficientizar procesos y lograr ahorros.
  • Vamos a desarrollar una Centro de Formación que es una escuela de especialización para auxiliares de enfermería. Este es el recurso escaso, y el objetivo es formar personal desde lo técnico, y detectando las vocaciones para potenciarlas y desarrollarlas. Nuestra red CMA brindará posibilidades de salida laboral, como así también nuestra red de Residenciales Afiliados, facilitando el acceso al trabajo y mejorando la calidad de los profesionales.
  • Y lo tercero es el financiamiento de micro emprendimientos. ¿Qué vamos a requerir nosotros? Mucha lavandería, por ejemplo, y entonces el día de mañana estos micro emprendimientos que vamos a financiar, podrán brindar sus servicios a otras empresas que requieran lavandería, como hoteles u hospitales zonales. Vamos a co-ayudar al desarrollo de estos emprendimientos.

– Muy interesante y ¡todo un desafío! ¿Y cómo es el aspecto del desarrollo espiritual que van a llevar adelante?

– En el desarrollo espiritual, Schoenstatt juega un rol clave. Estamos hablando con los padres y las hermanas de María de Schoenstatt, para que ellos tengan presencia en estos centros; para que la Mater tenga recibimiento en estos lugares. Siempre proponiendo, invitando, nunca imponiendo.

Tenemos (i) por un lado, una red de oración personal de quienes estamos trabajando en este proyecto, (ii) mucho trabajo y (iii) también nos copiamos de la Madre Teresa de Calcuta que tenía los “otros yo”. Ella tenía una red de gente que rezaba por las Hermanas de la Caridad. Bueno hay un montón de gente que está rezando por este proyecto que, si es voluntad de Dios que se concrete y llegue a buen término, así será.

En cuanto al desarrollo intelectual, tenemos dos iniciativas para llevarlo adelante:

  • A través del Centro de Formación que mencionamos antes que, de por sí, es también un centro de desarrollo intelectual.
  • Y con este grupo de gente que estaremos cuidando las 24 horas, queremos capitalizar todo este conocimiento y experiencia a través de lo que llamamos el CICE: Centro de Investigación de Ciencias del Envejecimiento. El objetivo del CICE es desarrollar conocimiento a nivel investigación para ser fuente de información orientado a: (i) sector público, para tratar de ayudar a generar políticas públicas orientadas al bienestar del adulto mayor en Argentina, y (ii) al sector privado. Para este último punto, queremos trabajar con el IAE para el programa Naves (programa de emprendedores) para desarrollar lo que llamamos el Senior Entrepreneurship Program. El objetivo es despertar entre los participantes de Naves el interés en el área de adultos mayores, de manera de poder tomar una necesidad detectada del adulto mayor, y armar un equipo de estudiantes y uno o más adultos mayores de CMA para pensar y desarrollar un producto o servicio económicamente viable, para después entre nosotros, con el fund raising que podamos generar, desarrollarlo.

Recordando el origen, Gervasio comparte: “Pensar que todo esto arrancó hace 4 años de una manera muy sencilla, preguntándonos ¿Y si hacemos un geriátrico…? Y hoy estamos frente una oportunidad y un desafío enormes, de los cual nos queremos hacer responsables. Afortunadamente, también hemos visto que hay mucha gente que quiere ayudar y poner sus talentos, ¡somos muchos!”.

– ¿Cómo se pueden vincular las personas que quieran participar en este emprendimiento?

– Hay mucho para hacer, todos podemos ser co-creadores de este u otro proyecto. Lo más importante es que podamos movernos hacia un tipo de empresa distinto, con esos 4 objetivos equidistantes, promoviendo el desarrollo integral del hombre.

Personalmente, disfruto compartir esta experiencia y, sin duda, sumar voluntades. Así que pongo a disposición mi mail (gervasio.videla@gmail.com) y mi teléfono móvil (+54 911 4445 2130). ¡No duden en llamarme!

 

La charla con Gervasio continuó por un largo rato más y será volcada próximamente en otro artículo. Me impactó su enorme y contagioso entusiasmo. Su fe en el proyecto es tan grande que tenía ganas de quedarme para colaborar y ofrecer, en ese mismo momento, mis fuerzas y mi tiempo para todo lo que necesitara.

Al terminar la reunión, salí lleno de alegría y optimismo. El sol brillaba y me parecía más sol que nunca.

Mientras caminaba para subirme a mi automóvil, meditaba el efecto expansivo y movilizador que había tenido la charla de un sacerdote a un reducido grupo de seminaristas un 18 de octubre de 1914 en una pequeña capilla, en una localidad alemana llamada Schoenstatt, distante a más de 12.000 kilómetros de distancia de donde me encontraba, habiendo transcurrido casi 104 años. Sentí que la Mater está más viva y presente que nunca.

 

Texto publicado originalmente en schoenstatt.org.

Sobre el autor

Carlos Barrio

Abogado (UBA) con una extensa carrera en el sector legal de multinacionales. Coach Profesional (Certificación internacional en el Instituto de Estudios Integrales). Posee posgrados en Harvard y UBA.

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