El rugby es un deporte como otros, pero tiene algunas características que lo distinguen y que han permitido su utilización como vehículo para inculcar valores que trascienden a quienes los practican. Sobran los ejemplos, pero basta citar el respeto a la autoridad: en el rugby las decisiones del árbitro se respetan y no se discuten ni en el ámbito amateur ni el profesional; la disciplina, se trata de un juego colectivo por excelencia cuyas “estrellas” lo son por su entrega al equipo más que por sus condiciones personales; la camaradería, el rugby genera un vínculo fuerte entre quienes lo practican y lo practicaron.
Quizás por estas características vemos ejemplos de su utilización como medio de inclusión social. El últimamente más conocido es el de “Los Espartanos”, equipo formado por presos, dentro de los institutos penitenciarios, gracias a la labor de ex jugadores que dedican su tiempo a esa tarea.
Hoy el Portal quiere mostrar otro ejemplo cuyo objetivo fue la inclusión social de niños y jóvenes de barrios humildes mediante la enseñanza del rugby, sus valores y el acompañamiento en su educación. Se trata de Virreyes Rugby Club. Para ello entrevistamos a uno de sus protagonistas de la primera hora, Carlos (Talo) Barceló.
¿Cómo comenzó la experiencia de Virreyes Rugby Club?
Es una iniciativa que se inicia en el 2002 /2003 por quienes lo imaginaron: Carlos Ramallo del SIC y Marcos Julianes del CASI.- Eternos rivales dentro de la cancha, amigos inseparables fuera de ella.- Ellos transmitieron la idea a muchos ex jugadores de distintos clubes, uno de los cuales fue el Padre Juampi Jasminoy, ex jugador de CUBA en ese entonces en la Parroquia Itati de Virreyes, quien no dudó en dar su apoyo y así fue como en los primeros años el club hacía de local en el predio de la Fabrica Fate que nos abrió sus puertas para que los chicos pudieran entrenarse y jugar de locales con los equipos que nos visitaban.-
¿Como reaccionó la familia y los padres de los niños y jóvenes que se acercaron en la primera época?
Marcos y Carlos visitaron los colegios de la zona invitando a los chicos a practicar un deporte que, hasta ese momento, les resultaba desconocido o que les parecía inalcanzable.- De a poco, con mucho entusiasmo fueron acercándose al “club” chicos de todas las edades de 4 / 5 años hasta 12/14 años, encontrando en el club un grupo de entrenadores fanáticos del rugby que con mucho amor por ese deporte estabamos dispuestos a compartir lo que el mismo nos había brindado en nuestra juventud.- Los familiares de los chicos pronto se dieron cuenta del trato afectuoso y respetuoso que recibían sus hijos y fueron descubriendo que en un deporte que de afuera parecía “violento ” la nobleza y lealtad con la que se practica lo tornaba en un espacio sano y propicio para ver crecer a sus hijos con esos valores que, como siempre les dijimos eran para toda la vida ( dentro de la cancha y sobre todo fuera de ella en el día a día).-
El acompañamiento a los jugadores ¿se limitaba al juego del Rugby o abarcó otros aspectos de la vida como la educación, la diversión, etc.?
Los entrenadores no nos limitamos solamente a enseñar el juego del rugby que, por su naturaleza exige entrega y fortaleza física y mental sino que, sin prisa pero sin pausa, los invitamos a aplicar esa actitud en su formación como personas mediante el estudio, mostrándoles que el estudio les proporcionaría herramientas para poder mejorar la calidad de vida en todos sus aspectos.- En los primeros años muchos chicos no estaban escolarizados. Con el paso del tiempo se logró que casi el 100% lo estuvieran.- Hoy ya hay jóvenes que han alcanzado el nivel terciario.- Cuentan para ello con apoyo escolar y psicopedagógico entre otras formas de asistirlos en su desarrollo personal.- Creo que si algún mérito se puede adjudicar a quienes como entrenadores, asistentes, miembros de la comisión directiva etc se ocupan de acompañar a los jóvenes que se acercan al club es el pregonar con el ejemplo.- En una palabra: coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, dentro y fuera de la cancha. Pero lo más importante para resaltar es que el crecimiento como personas es mutuo; lo reciben los jugadores, pero también los entrenadores crecemos gracias al intercambio de cariño, vivencias, ideas y afectos que nos brindan los jugadores.-
¿Qué papel jugaron las giras realizadas por los equipos?
Las giras en el rugby son un regalo siempre esperado. Como bien decimos el mejor estado del hombre es ESTAR EN GIRA.- El rugby infantil finaliza a los 14 años, luego de esa edad en el que el juego pretende ser recreativo libre de competencia, comienzan las categorías juveniles con campeonatos organizados por la URBA.- Como es tradición en casi todos los clubes, a fin de año los chicos de 14 años salen de gira. Tuvimos la suerte de que nos recibieran en Concordia, en Tandil, Mar del Plata y Necochea, entre otros lugares.- Es difícil no emocionarse al recordar las vivencias de esas giras. Chicos que en muchos casos no conocían el mar y jamás habían compartido un hotel o un regimiento fueron recibidos en hoteles o agrupaciones del Ejército Argentino.- Anécdotas sobran pero yo recuerdo una en especial que ocurrió cuando fuimos invitados a jugar en Necochea.- Arribamos a esa ciudad a eso de las 20 horas. Distribuimos los jugadores en distintos cuartos de un hotel que generosamente nos abrió las puertas, y luego de cenar ya pasadas las 22 horas, los chicos nos pidieron ir a ver el mar.- Esa noche de un viernes del mes de noviembre no era muy cálida que digamos.- Pues bien, ni bien pisaron la arena de una playa totalmente iluminada, se sacaron la ropa y de una se metieron en el mar.– Nosotros los entrenadores solo pudimos abrazarnos y en medio de una gran emoción disfrutábamos de la felicidad de esos chicos algo preocupados porque pensábamos que más de uno podría enfermarse.- No fue así. Al día siguiente plenos de felicidad y sin ausencias se jugaron los partidos programados con los equipos del Club Náutico de Necochea.- De regreso a Virreyes el encuentro con sus familiares fue de tanta felicidad, de tanto agradecimiento por lo vivido que, año tras año se repite esta experiencia con los chicos de 14 años que desde el comienzo de la temporada rugbística la esperan con ansiedad.-
¿Cómo se financian las actividades de Virreyes Rugby Club?
El club tiene socios adherentes que con su aporte generoso utilizando, entre otros medios, el débito automático de tarjetas de crédito, se logra cumplir con los gastos ordinarios. A ello se suma el aporte de algunas empresas que han permitido la construcción de la sede del Club.- Hoy la sede está en la rotonda de Bancalari en la intersección de la ruta 202 y el camino que va a Nordelta y cuenta con 4 canchas de rugby para 15 jugadores, una de entrenamiento y una de pasto sintético donde practican los más pequeños ( 4 / 5 años) y las chicas del club practican fútbol. La Provincia de Buenos Aires ha realizado, durante todos estos años, aportes que han ayudado a la continuidad de múltiples talleres para los jóvenes del club. También el municipio de San Fernando en conjunto con el club, se suma a la gestión de talleres de diferente naturaleza para la comunidad del club. Obviamente las cuentas jamás dan superávit y es por ello que se invita a colaborar a amigos de cada uno de los entrenadores y simpatizantes.-
¿Cuál es la situación actual de Virreyes Rugby Club y sus perspectivas futuras en lo deportivo y en su función de medio para la inclusión social?
Hoy Virreyes es un club DE RUGBY en todo lo que hace a un club que ha integrado a este deporte a chicos, jóvenes y familias que, seguramente, consideraban que nunca estarían integrados a ese ambiente. Tiene un buen número de jugadores en infantiles, tiene M15-16-17-19 en sus juveniles y un plantel superior de aprox. 50 jugadores. Estamos jugando en la tercera división de la URBA aspirando a ascender a la siguiente categoría. Cuenta con un buen plantel de entrenadores en todas sus divisiones pero no dejamos de invitar a que se sumen todos los que quieran para poder tener una interacción más personalizada con cada uno de los chicos que pertenecen al club. Eso nos posibilita también que las familias se acerquen al club, formando un vínculo necesario para la interrelación familias-club y poder trabajar en conjunto en nuestro crecimiento como personas.