En el momento de decidir que tu empresa o tu producto lleve tu apellido como marca, es necesario que tengas muy en cuenta la forma de resguardarte, ya que tu sello personal quedará para toda la vida ligado al desenvolvimiento de ese negocio.
Si todo marcha bien y tienes éxito no afrontarás mayores problemas; sin embargo, cuando las cosas pueden salir de otra forma, necesitas asegurarte de que tu reputación personal salga lo menos lesionada posible, ya que lo que se mancha es tu apellido. Y además, es firmar de puño y letra, todos los días, un contrato contigo mismo y con los demás: tú eres el máximo aval.
Cuidados esenciales
1. Coherencia. Así como en la vida, todo lo que haces en el mundo, te define. Las personas se forman una imagen acerca de ti, tu proceder, tus cualidades; y también tus defectos. La coherencia entre el pensar, hacer, sentir y ser, se manifestarán mucho más rápidamente si tu marca es tu apellido. La coherencia es fundamental, ya que cualquier traspié en el mundo empresarial te afectará en el “buen nombre y honor” -como dice el lenguaje jurídico-, y viceversa.
2. Excelencia en productos y servicios. Una forma de sostener la integridad es enfocarte en la excelencia. Si quieres que tu apellido no se manche, necesitarás enfocarte en este rasgo mayor de calidad, para hacer de eso, un sello distintivo que perdurará a pesar de que, en algún momento, decidas concluir ese proyecto comercial, o bien lo vendas o pases a otras generaciones.
3. Línea de tiempo. Todas las decisiones que tomes en el proyecto empresarial que lleve tu apellido, afectarán tu vida para siempre.
4. Experiencias. Otro aspecto fundamental es el escalón de experiencia permanente que construirás si tu empresa lleva tu nombre. La curva de la vida se enriquecerá de una manera extraordinaria, tanto por los acontecimientos positivos como por aquellos imprevistos o situaciones indeseadas. Si aprendes a transformarlas en lecciones valiosas para tu crecimiento personal y profesional, sabrás que cualquier cosa que suceda está diseñada para tu evolución.
5. Reputación. El nombre y apellido es como tu firma, y forma parte ineludible de tu identidad. Llevarlo en todo o en parte a tu empresa, influye directamente en tu reputación personal, ya que convivirás con eso de por vida.
6. Entorno legal. Necesitas cuidar al máximo los aspectos legales que incumben a tu empresa para que el apellido no se vea enredado en situaciones indeseables. Debes saber que cuánto más crezcas, más expuesto estarás, y más querrán bajarte de ese lugar.
7. Registros legales. Muchos se lanzan a la aventura de emprender sin prestar atención a este resguardo, que es fundamental. Registros de tu marca, patentes, dominios de Internet, la conformación de constituciones societarias y cualquier otro aspecto que un profesional de leyes o administración y finanzas sabrán explicarte al detalle, forman parte del paquete esencial fundacional a tener en cuenta.
8. Tu empresa afecta tu imagen personal. Tu empresa influirá en tu imagen personal, en positivo o negativo. No es posible separar las cosas, y menos ante tu entorno. Cuida mucho tu imagen, de ambos lados, ya que, como vemos, se nutre mutuamente.
Recuerda: todo comunica, no sólo lo que tú piensas que es relevante para los demás. Cuida lo no dicho y observa lo que se expresa hacia el mundo: los ojos de los demás estarán pendientes de ti, mucho más de lo que piensas. De estos cuidados básicos depende, en gran parte, el éxito que anhelas.