Grupo Senior G+: un nuevo espacio para renacer en la vida adulta

El reconocido sacerdote, psicólogo y prolífico escritor Henri Nouwen, en su libro “Encontrar en Él, la vida”, nos invita a vivir en el mundo fijando nuestro corazón en el Reino por medio de dos disciplinas dignas de un verdadero discípulo: La disciplina de la soledad y la disciplina de la comunidad.

Aunque esa invitación es aplicable a cualquier estadio de vida, creo que cuando entramos en el ciclo de vida de los +50, esta verdad más que una invitación se vuelve una necesidad, tanto para la vida espiritual como para la vida en general.

Al entrar en este ciclo de vida donde la edad ya no importa, porque es sin-cuenta (50), distintas versiones de la soledad nos vienen a visitar, haciéndonos preguntas de vida que el trajín de hacer una carrera profesional, sostener un hogar y construir una familia feliz durante los primeros 40 años de nuestras vidas, nos excusa de tener que escuchar.

La soledad

Algunos nos enfrentamos a la soledad del nido vacío ya que nuestros hijos pasan a tener vidas más independientes, estando mucho menos en casa o incluso explorando sus carreras profesionales en el exterior. 

Otros nos enfrentamos a la soledad de la toma de decisión en la cima de una compañía, como dueños, CEOs o altos ejecutivos. En largas noches de insomnio o desveladas madrugadas de angustia, sostenemos la responsabilidad solitaria de las decisiones por el destino de la empresa, de las vidas de quienes trabajan en ella, e incluso de propio destino profesional. Y otros nos enfrentamos a la otra cara de la moneda donde luego de años de vida corporativa o empresaria nos encontramos, en la soledad de la persona detrás del ejecutivo o la profesional exitosa, con la necesidad de reinventarnos en el ámbito profesional sin el renombre corporativo.

Y la soledad también, nos puede visitar en la propia intimidad del encuentro con nosotros mismos. Tomamos conciencia que los años que nos quedan por delante pueden ser menos de los que ya hemos vivido, y nos hacemos las preguntas más fundantes: ¿Cuál es mi legado? ¿Cómo quiero vivir la segunda mitad de mi vida adulta?

Aunque el encuentro con la soledad puede ser fuente de enorme fertilidad, sobre todo cuando ese encuentro en soledad es junto el Señor, vivir los desafíos de la vida en comunidad es mucho más ligero, enriquecedor y potenciador del camino recorrido.

La comunidad 

En ACDE quienes estamos viviendo este ciclo etario no teníamos una comunidad de afinidad donde encontrarnos.  Los más antiguos estábamos de prestados en el generoso G40 y los nuevos no tenían una comunidad afín donde incorporarse. Es por eso por lo que un grupo de socios sentimos el llamado a gestar el Grupo Senior G+ para quienes ya no somos cuarentones, pero tampoco Super Seniors; para los que cumplimos más de cincuenta, pero aún nos sentimos que estamos viviendo las gemas (G+) de la vida (sic, Horacio Randle).

El Grupo Senior G+ aspira ser un espacio para encontrarnos, acompañarnos y poner toda nuestra experiencia, recorrido y deseos de trascender como hombres y mujeres de fe al servicio de las empresas y los empresarios cristianos, de la convivencia fraterna en nuestro querido país y de la construcción del Reino de Cristo en la tierra.

Fieles a las recomendaciones de Henri Nouwen, estamos lanzando este nuevo grupo de afinidad con una primera iniciativa que hemos llamado Comunidades G+: un espacio de encuentro relajado y personal de vidas, recibidos en casas de socios de este grupo en la cercanía de tu hogar, para compartir y transitar en comunidad este nuevo ciclo de vida.

Este ciclo de vida que nos toca transitar como grupo Senior G+ es un maravilloso tiempo de invitación:

1. A vivir vidas plenas e integradas con un renovado propósito, 
2. a vivir unidos y transformados por el encuentro profundo con el Señor,
3. a crecer en discernimiento empresario cristiano y,
4. a trascender las fronteras de nuestras empresas o emprendimientos para transformar al país.

Un tiempo para renacer en la vida adulta

(Jn 3:3-9) “Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: “Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él”. Jesús le contestó: “en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios”. Nicodemo le dijo: “¿cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?” Jesús respondió: “en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios, lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombre de que te haya dicho: “tienen que nacer de nuevo. El viento sopla por donde quiere y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.

Inspirados en las palabras de Jesús al sorprendido Nicodemo aspiramos como grupo Senior G+ promover esa oportunidad de renacimiento que Dios nos regala, en todas las dimensiones de la vida, para la segunda mitad de nuestra vida adulta.

Pongo en manos del Señor todo el potencial que este nuevo grupo de afinidad naciente pueda tener hacia dentro y hacia fuera de ACDE y elevo mis oraciones para que el Espíritu Santo sople donde quiera y necesite soplar.