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San Cayetano, la fe en la providencia divina y su impacto en los empresarios

Escrito por Cristina Manzano
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¿Quién fue San Cayetano?

San Cayetano de Thiene era de origen noble, nació en Vicenza, Italia, en 1480, y a pesar de provenir de una familia adinerada, decidió renunciar a las riquezas y dedicarse por completo a servir a Dios y a los demás.

En 1503, recibió el doble doctorado en Derecho Civil y Canónico por la Universidad de Padua, y poco más tarde, fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Desde ese lugar ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia. 

En 1513, se retiró de la vida cortesana, para fundar una sociedad de sacerdotes y prelados, la Cofradía del Amor Divino. En 1514 fue ordenado sacerdote, y ya dedicado de lleno a la vida religiosa fue confesor y fundó el Ospedale degli Incurabili, un hospital para enfermos incurables donde conoció a la joven del primer milagro. 

En el camino de fortalecer sus acciones, fundó junto con el obispo Juan Pedro Caraffa, quien más tarde sería elegido papa con el nombre de Paulo IV, la Orden de los Teatinos (orden de los clérigos regulares), que tenía el objetivo de servir a los más pobres y la misión de renovar el espíritu, la cual fue aprobada por Clemente VII el 24 de junio de 1524 y confirmada definitivamente en 1532. A ellos sumó la labor misionera de los sacerdotes.

Murió el 7 de agosto de 1547.  El 8 de octubre de 1629 fue beatificado por el Papa Urbano VIII, y proclamado Santo por el Papa Clemente X, el 12 de abril de 1671.

Mama Antula y San Cayetano

La advocación del Santo de la Divina Providencia fue traída a Sudamérica por María Antonia Paz y Figueroa, la primera santa argentina conocida como Mama Antula, en el año 1793. Esta mujer de Santiago del Estero, hija de una familia rica, al igual que San Cayetano, entregó todos sus bienes a los pobres y se dedicó a evangelizar junto a los jesuitas a través de los ejercicios espirituales de San Ignacio.

Se instaló en Buenos Aires, y nombró a San Cayetano como protector de su congregación llamada Hermanas del Divino Salvador. Mama Antula puso al Santo, como patrono de su empresa evangelizadora, ya que era el “Santo de la Providencia” y a él se encomendó en todas sus tareas.

La Capilla original dedicada a San Cayetano fue construida por Mama Antula en Liniers, luego reemplazada en 1875 por una más grande, y finalmente en 1900 por una tercera, que dio origen a la actual Parroquia.

La Divina Providencia y los empresarios cristianos

Una de las características de San Cayetano era que confiaba inmensamente en la providencia divina. Con su testimonio de vida nos enseñó a acudir a Dios, a través de la oración, ante tantos momentos de necesidades y carencias de la vida. Siendo de una familia muy adinerada, confió más en la divina providencia que en sus bienes materiales. 

En un mundo donde cada vez hay más personas que piensan en su propia comodidad y bienestar, nos invita a considerar al hermano que necesita, como centro de nuestras prioridades. El Santo del Pan y del Trabajo, no sólo refiere al pan material sino el pan del alma, la palabra, el pan de la salvación, la eucaristía, el pan del afecto, la fraternidad.

Los empresarios con valores cristianos ven su actividad empresarial como parte de un plan divino más amplio, y confían en que la divina providencia guiará sus decisiones y acciones hacia el bien, tanto en lo personal como para el bien común.

El trabajo es una vocación dada por Dios, una oportunidad para contribuir al progreso social y económico, y para servir a través de la creación de empleo y la generación de riqueza de manera ética. El éxito en el trabajo, los negocios o las empresas, da testimonio de que los logros no son solo resultado de los propios esfuerzos, sino también de las bendiciones y la guía de lo divino.

Podemos decir que la correlación entre la Divina Providencia, San Cayetano y los empresarios se basa en la confianza en la guía divina, la inspiración en el ejemplo de vida del santo y la integración de valores éticos y espirituales en la actividad empresarial.

Oración de San Cayetano

Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos, Padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.

– Pedir la gracia que desea conseguir –

Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo me dará las demás cosas por añadidura.

Sobre el autor

Cristina Manzano

Dra. en Ciencia Política, Lic. en Relaciones Internacionales. Consultora independiente - Cristina Manzano & Asoc. Ex Gerente de Relaciones Institucionales de Sociedad Rural Argentina. Ex Directora Ejecutiva del Centro de Estudios e Investigación para la Dirigencia Agropecuaria.

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2 comentarios

  • Pablo Imperatrice

    ¡La persona real!

    El autor Pablo Imperatrice actúa como una persona real y se ha verificado que no es un bot.
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    dice:

    Buena descripción de un Santo Muy Querido.

  • Mónica Quevedo

    ¡La persona real!

    El autor Mónica Quevedo actúa como una persona real y se ha verificado que no es un bot.
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    dice:

    Muy buena reflexión, confiar en la Divina Providencia como San Cayetano y Mamá Antula. Gracias por traernos la historia.