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Sobre un acuerdo Mercosur-Unión Europea

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La República Argentina se encuentra en una encrucijada histórica donde las dinámicas geopolíticas y los acuerdos internacionales están redefiniendo su panorama político y económico. Dos eventos recientes destacan en este contexto: la firma del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, y la reconfiguración de las relaciones con potencias globales como Estados Unidos y China. Estos acontecimientos presentan tanto oportunidades como desafíos para el país, especialmente desde la perspectiva de un empresario cristiano comprometido con principios éticos y de responsabilidad social.

Acuerdo Unión Europea-Mercosur

Tras más de dos décadas de negociaciones, en diciembre de 2024 se concretó el acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, creando un mercado conjunto de más de 720 millones de consumidores. Este pacto busca eliminar aranceles y fomentar inversiones, ofreciendo a Argentina la posibilidad de diversificar sus exportaciones y atraer capital extranjero. Sectores como la energía, industria automotriz y la exportación de productos alimenticios premium, como carne y vino, entre otros, se perfilan como beneficiarios directos de esta apertura comercial.

Para Argentina, el acuerdo ofrece oportunidades significativas, aquí algunos ejemplos:

  • Industria automotriz: Beneficios para fabricantes de pickups y vehículos utilitarios, facilitando la integración con mercados europeos.
  • Exportación de productos premium: Eliminación de aranceles en productos como carne, vino y productos agroindustriales, posicionando a Argentina como proveedor clave en Europa.
  • Atracción de inversiones: El marco de estabilidad generado por el acuerdo, junto con incentivos fiscales y comerciales, fortalecerá la llegada de capitales europeos a sectores como alimentos, minería, energías renovables y tecnología.

Sin embargo, la implementación del acuerdo también plantea desafíos significativos. La mayor competencia europea podría afectar a industrias locales menos competitivas, requiriendo ajustes en políticas comerciales y productivas para maximizar los beneficios y mitigar impactos negativos. Además, las cláusulas ambientales del tratado exigirán a las empresas argentinas alinearse con estándares internacionales de sostenibilidad, lo que implicará inversiones en tecnologías limpias y prácticas responsables.

Reconfiguración geopolítica: relaciones con Estados Unidos y China

La administración de Javier Milei, iniciada en 2023, adoptó una postura de alineamiento cercano con Estados Unidos, inspirada en la ideología del ahora presidente Donald Trump. Decisiones como la retirada de Argentina del Grupo BRICS y la autorización para la construcción de una base naval estadounidense en territorio argentino reflejan este enfoque. No obstante, esta orientación ha generado tensiones con China, uno de los principales socios comerciales de Argentina. La reducción de la cooperación con China ha impactado negativamente en sectores como la exportación de productos agrícolas y la inversión en infraestructura, áreas donde China había desempeñado un papel crucial. No obstante, en octubre de 2024, el presidente Milei modificó su discurso respecto a China, considerándolo un «socio comercial muy interesante» y anunciando planes para visitar el país en enero de 2025. Este cambio busca atraer inversiones y reservas para reactivar la economía argentina. (El País, Oct 1ro, 2024).

Reflexión desde la perspectiva de un empresario cristiano

Como empresarios cristianos, estamos llamados a actuar con integridad, justicia y responsabilidad social en todas nuestras decisiones. La apertura que ofrece el acuerdo UE-Mercosur debe ser vista como una oportunidad para promover prácticas empresariales éticas que beneficien no solo a nuestras organizaciones, sino también a la sociedad en su conjunto. Es fundamental garantizar que el crecimiento económico vaya de la mano con la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades.

En cuanto a la reconfiguración geopolítica, debemos abogar por relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo y la cooperación pacífica. La diversificación de alianzas comerciales no debe comprometer nuestros valores ni la soberanía nacional. Es esencial fomentar un diálogo constructivo que permita equilibrar intereses económicos con principios éticos, asegurando que nuestras acciones reflejen el amor al prójimo y la búsqueda del bien común. Los invito a leer la declaración compartida en el siguiente vínculo por la exministro de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina en el gobierno de Macri, Susana Malcorra.

En este contexto de cambios y desafíos, la fe cristiana nos ofrece una brújula moral para navegar en el complejo mundo de los negocios, recordándonos siempre la importancia de la dignidad humana y la justicia en todas nuestras acciones. Seguir haciendo lo que hay que hacer, con la persona en el centro como nos enseña nuestro fundador y guía, Enrique Shaw.

Foto de portada: Agencia Tierra Viva

Sobre el autor

Eduardo P. Reilly Grant

Miembro del IGEP. VP Comercial Sudamérica en Metalsa. Presidente de APTA. Cursando la Maestría en Estudios Internacionales – UCEMA.

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1 comentario

  • Excelente articulo
    Respetar los tratados y fortalecer Mercosur es además fundamental para industrias como la automotriz que con sus acuerdos de complementacion permite sostener muchos puestos de trabajo en fabricas de vehículos y autopartes