Valores

Templanza en tiempos de crisis

Escrito por Alfredo Paseyro
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Hace menos de un año me sume a ACDE, en una época de mi vida que las cosas urgentes son pocas y en la que más me atraen las importantes. Mi acercamiento a ACDE respondía a la necesidad de encontrar un espacio, fuera de lo laboral y familiar en el que encontrara gente con la cual compartir ideas, inquietudes, preocupaciones y por supuesto también mis valores.

Como a estas instituciones no se llega por un aviso en internet, rápidamente me encontré con gente que genera una energía necesaria para sobrellevar los desafíos cotidianos, también encontré mi lugar y espacio y así es que compartiendo las actividades, almuerzos, grupos de trabajo, me fui convenciendo de mi buena elección de sumarme a ACDE.

Esta semana me invitaron a participar de una reunión del grupo G40, éramos 24 personas compartiendo unas empanadas, justo el día que comenzaba la furia en los mercados cambiarios y financieros. La comida giró primero en torno a las presentaciones de rigor y luego comenzamos a compartir ideas, preocupaciones, propuestas y como no puede faltar también alguna crítica a la realidad.

Unas de las preguntas que nos hacíamos estaba centrada en la forma de comunicación, es el dilema de todas las organizaciones, de cuál debería ser el rol de ACDE ante la sociedad, si debíamos ser proactivos, si debíamos ser protagonistas, en qué temas debía centrar sus esfuerzos. También recuerdo haber hablado de temas relacionados con la responsabilidad, la coherencia, el compromiso, los valores (no definimos cuáles), la ética, la institucionalidad, el cambio cultural, y otras varias ideas que nos provocaban cierto entusiasmo, ganas de hacer y de decir, generando un clima de tranquilidad muy agradable; en mi opinión esto se logra cuando se comparten mesas en las que también se comparten valores y ahí se hace presente Jesús. «Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio de ellos» (Mt 18, 15-20)

Al día siguiente, 30 de agosto, sabemos lo que pasó: Santa Rosa nos dio su tormenta, yo recordé el cumpleaños de mi padre que ya no está y a partir de las 10:00 las pizarras sólo corregían la cotización del dólar al alza. Me vino a la mente la reunión del G40 y tuve una respuesta a la pregunta de la comunicación.

En estos momentos los que hacemos ACDE tenemos la oportunidad y responsabilidad de comunicar con TEMPLANZA, nuestra responsabilidad está dada por nuestra formación, por la información que manejamos y porque seguramente seamos referentes en empleados, amigos y familiares.

Es natural que ante crisis laborales, económicas o sociales, de esta magnitud, uno quiera buscar responsables, criticar o incluso dejarse llevar por la ira, pero si actuamos con TEMPLANZA seguramente estemos contribuyendo a encontrar una solución a los problemas y también a llevar tranquilidad a aquellos que están afligidos y angustiados por la crisis.

De las cuatro virtudes: Prudencia (madre y fundamento del resto de las virtudes); Justicia, muy ligada a la primera; Fortaleza, dice Santo Tomás “La gloria de la fortaleza depende de la justicia”; la TEMPLANZA tiene un sentido y una finalidad, que es poner orden en el interior del hombre.

Si actuamos con TEMPLANZA nos impulsa a la autoconservación desprendida, la destemplanza equivale a la autodestrucción y muchas veces lo hacemos de manera inconsciente.

En las crisis o ante las injusticias surge la exigencia natural de venganza y de recuperar el propio derecho lesionado, desatando la cólera y destruyendo lo que estamos edificando en base al esfuerzo y al sacrificio. Si no nos ayudamos con la TEMPLANZA la ansiedad nos devora. Santo Tomás llama a esta patología curiositas, y a la templanza que la modera studiositas.

Seamos portadores de esta virtud cardinal en estos momentos de crisis, iluminados por el Espíritu Santo, que nuestra voz lleve calma al afligido y al desesperanzado y recemos para que pronto todo vuelva a la normalidad.

Sobre el autor

Alfredo Paseyro

Director Ejecutivo de la Asociación Semilleros Argentinos. Socio de ACDE. Miembro permanente del Comité Binacional de Semillas Argentina-China. Miembro del Board de Maizall.

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1 comentario

  • Sobre el artículo «Templanza en Tiempos de Crisis», pensaba mientras lo leía, que si ésta conducta imperara en parte de nuestra sociedad, principalmente quienes toman decisiones, las crisis en nuestro país no ocasionarían tanto daño.