Management

Cinco claves para delegar el trabajo en un negocio familiar

Escrito por René Llapur
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“Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos”
Proverbio chino

¿Qué es delegar? Dice el diccionario ABC que “la acción de delegar consiste en otorgar a otra persona una responsabilidad determinada.” Esto implica que dos sujetos (que intervienen en dicha acción): una persona que decide ceder su obligación -quien delega- y un delegado que toma esa responsabilidad.

Se delega en otra persona porque se confía en ella, porque es útil hacerlo, o como una prueba para conocer la capacidad del otro.

Ramiro y su incapacidad de delegar

Jazmín y Ramiro tienen una buena relación matrimonial, que lleva quince años. Éste último es un ingeniero agrónomo con un profundo sentido del deber y de la responsabilidad profesional. Hijo de ingeniero agrónomo, su impronta familiar es la del esfuerzo y del compromiso por un trabajo bien hecho.

Luego de varios años de trabajo en el campo con su padre y sus hermanos, Ramiro se transforma en el sucesor de la empresa, debido al fallecimiento prematuro de su padre. Ahora, una vez consolidada su nueva situación empresarial, debe administrar por sí mismo la nueva situación y los tres campos heredados.

Por otra parte, Ramiro promete a Jazmín llevarla a Europa, lugar muy anhelado por ella. Pese a los reclamos de su mujer, él siempre cuenta con una excusa para postergar el viaje: una nueva cosecha, la fumigación de los granos, el engorde de la hacienda, algún problema con alguno de los nueve empleados, etc. Ramiro es un adicto al trabajo y nunca aprendió a delegar sus tareas a otro, por simple que fueran.
Luego de varios años así, ocurre lo impensado: le detectan un tumor maligno a Jazmín. Ramiro se aboca a acompañarla en los tratamientos de salud correspondientes. Lamentablemente, ella muere seis meses más tarde.

En consecuencia, Jazmín se pierde la posibilidad de realizar el anhelado viaje al viejo continente, que estaba en perfectas condiciones económicas de hacer.

Dilema de Ramiro

Antes de la enfermedad de Jazmín, Ramiro tuvo dos caminos:

  • Cumplir con su promesa conyugal y dejar de lado su trabajo temporalmente, delegar sus tareas para complacer a su mujer,
  • o bien seguir trabajando como siempre, es decir no delegar y relativizar el descanso y la armonía familiar.

Ramiro nunca se dio cuenta de la importancia de su promesa para su mujer. Por eso permitió que las actividades empresarias normales le absorbieran días, meses y años. Y, además, sin poder darle a su familia cantidad y calidad de tiempo compartido.

Así, perdió una magnífica oportunidad de cumplir con su promesa y de satisfacer a su mujer en un profundo anhelo.

Algunas claves que Ramiro hubiera aprendido, en el caso que hubiera delegado sus tareas, hubieran sido las siguientes:

  1. Delegar implica responsabilidad y decisiones en manos de otros: y no en las mías, y posibilidad de dar crédito al rol o méritos de otros.
  2. Delegar es aprovechar las habilidades: Al delegar, podemos conocer al máximo las habilidades, capacidades y la creatividad de nuestros trabajadores. Competencias que antes podrían parecer inexistentes.
  3. Delegar es tolerar y soportar: que alguien hará las cosas de manera diferente a la prevista o deseada por uno.
  4. Delegar es dar mayor motivación y así más eficiencia: al darles mayor autoridad o autonomía, nuestros subordinados se sentirán más considerados, útiles e importantes, aumentando así su autoestima y su rendimiento profesional.
  5. Delegar implica participación y sin ésta última, no hay compromiso: al contar con subordinados más comprometidos, los tendremos más participativos y así, por ejemplo, nos podrán brindar sugerencias por iniciativa propia.

Antes de concluir, nos gustaría dejarles unas preguntas motivadoras acerca de la propia capacidad de delegar:

  • ¿En qué circunstancias u ocasiones soy capaz de delegar tareas?
  • ¿De qué manera y a quienes delego?
  • ¿Cuál sería el mejor momento para delegar? ¿Por qué?

Sobre el autor

René Llapur

Mediador y Abogado en Consensum. Consultor en Empresas Familiares. Master en Resolución de Conflictos.

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2 comentarios

  • No son esas las 5 claves para delegar!
    El diagnóstico está errado!
    El árbol no te deja ver el bosque!
    Aporte final:
    ¡Einstein decía que no se puede resolver un problema desde el mismo nivel en que se creo…! ¿Porqué entonces esto es lo que hacen y siguen haciendo decenas de miles de consultores y expertos? ¿ ..a quien sirve, a quien alimenta esta práctica?

    En esta historia la esposa de jazmín murió! Crees, René, que esto que mencionas, le preocupa ?: (…sic) En consecuencia, Jazmín se pierde la posibilidad de realizar el anhelado viaje al viejo continente, que estaba en perfectas condiciones económicas de hacer…

    ¿y crees, René, que lo que perdió Ramiro fue? :…sic)…perdió una magnífica oportunidad de cumplir con su promesa y de satisfacer a su mujer en un profundo anhelo..

    Y alguien puede creer que haber realizado ese viaje (¡como tomarse vacaciones, absolutamente básico y necesario! -¡Nadie en su sano juicio tomaría un empleado sin permitirle vacaciones…pero el dueño “en su sano juicio” acepta esto para él!-) habría sido suficiente para ayudar a Ramiro (y Jazmin) a tener el dominio de su empresa (y no que la empresa lo domine a él) para así tener equilibrio en todos los aspectos de su vida, incluyendo el disfrute de su negocio y que este crezca cada vez más generando valor para sí (y no más ahogo o incluso perdida de vida) y para la comunidad?

    ¡NO TE CREAS TU DIAGNÓSTICO! (y menos si este es confirmado por el experto que fuiste a consultar, aunque sea tu gurú, tu pastor, tu psicólogo personal, familiar, empresarial)

    Escarba más profundo y busca ayuda no sólo para salir de la trampa en la que estás, sino para hacerlo sin perder tu empresa, sin perder tu vida y la de quienes te rodean, sin abdicar (delegar no es pasar a otro la responsabilidad) devolviendo te el dominio y control de tu vida, tiempo, negocio.

    Mira desde otro nivel y podrás ver y verte que juego estás haciendo, porque no tiene ningún sentido ganar un juego inferior si pierdes el en juego superior (la vida),
    Los negocios son uno de los juegos (en uno de los dominios y aspectos de la vida que tenemos para lograr nuestra realización) y como en todo juego hay que saber cuales son las reglas, los jugadores, los marcadores, el equipo que necesitas y el plan de ejecución para poder disfrutar del juego y alcanzar tus metas.

    Les recomiendo lean el libro «Desde el piso 10» (por Martín Sanchez) , para cambiar la perspectiva de tu negocio y poder salir de esa trampa (donde uno de los pequeños aspectos es la delegación, y esta no será eficaz ni efectiva si no sabes en que paso y nivel del desarrollo de tu negocio/empresa debes hacerla).