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Cómo enfrentar la crisis post-pandemia sin híper ni inflación galopante (II)

Escrito por Antonio Margariti
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Parte II – viene de Parte I

Dolarización off-shore de Jorge Ávila

Jorge Ávila

Jorge Ávila

Jorge Ávila, distinguido profesor universitario en la UCEMA ha sido un pionero en el análisis de la dolarización para remediar el tremendo problema que hemos descripto. En las X Jornadas de Economía Monetaria, La Plata (mayo de 2005) presentó un excelente paper sobre la propuesta que denominó Dolarización con banca off-shore. 

Comenzó citando a Juan B. Alberdi quien hizo una defensa de la originalidad para solucionar los problemas institucionales argentinos.  En una relectura del texto según expresiones actuales, decía Alberdi en 1852: “El Congreso hace mal en no aspirar a la originalidad.  La originalidad tiene que ofrecer algo distinto para corregir la mala situación de un país que quiera salir del atolladero, pero requiere idoneidad en los gobernantes. (Bases, pág. 25, ed. 1999).    Luego, advirtiendo la fatal inclinación de los legisladores a aislarse del mundo y obrar insensatamente, seguía diciendo Alberdi: “Firmad tratados con el extranjero para garantizar a los argentinos que los derechos naturales de propiedad, de libertad civil, de seguridad, de adquisición y de tránsito, les serán respetados. […] y para que esos acuerdos sean inviolables y duraderos, deben firmarse Tratados de amistad y libre comercio por términos indefinidos o prolongadísimos. […] como el medio más honorable para progresar igual que otros países civilizados» 

Después de este introito histórico, Jorge Ávila decía que «La dolarización es una reforma monetaria irrevocable, pero para que no estalle como una olla a presión, es menester cambiar también la organización bancaria de raíz, poner a los bancos bajo jurisdicción extranjera y luego abrir la economía. Su propuesta está basada en la habilitación de residencia de bancos extranjeros con calificación AAA para recibir, en el país, depósitos offshore permitiendo que los bancos nacionales se asocien con esos bancos extranjeros. De esta manera se lograría una completa internacionalización de los depósitos y préstamos a fin de estabilizar los activos bancarios que resulten de la inversión de pasivos financieros que se contraigan con residentes argentinos. 

Porque si no se abre la economía monetaria y de golpe hay una fuga de capitales se provocará un enorme estrés, una gran fuerza bajista sobre el salario real que traerá consigo mayor pobreza y recesión. «Sólo dolarizar, señala el Prof. Ávila, es un ticket al fracaso». 

Entonces recomienda: “dar curso legal al libre uso de una moneda de reserva (US$, €) en toda clase de transacciones (comerciales, financieras, salariales y pagos de impuestos). Su idea es erradicar la posibilidad de que el Estado argentino se financie inflacionariamente con encajes bancarios, determinando una completa internacionalización de los préstamos, a fin de estabilizar el valor de los activos bancarios que resulten de la inversión de pasivos financieros contraídos con residentes argentinos”. No sería necesario ya, conservar el dinero ganado comprando dólares oficiales o dólares en negro cuando esté vigente el cepo cambiario. 

Sistema bimonetario de Domingo Cavallo

Así como Jorge Ávila precisó las condiciones para una dolarización exitosa, Domingo F. Cavallo hizo lo mismo con el sistema bimonetario apoyado en el dólar, mediante dos imperdibles libros: “Camino a la estabilidad”, (Ed. Sudamericana, 2014) e Historia económica de la Argentina”, (Ed. Ateneo, 2018); este último en colaboración con su hija Sonia Cavallo Runde.  Sostiene Domingo Cavallo que es muy importante tener en cuenta las experiencias estabilizadoras cambiaria e intermediación financiera de Chile, Colombia, México y sobre todo Perú. 

En este último país, como en el nuestro, la gente estaba desesperada por proteger sus ahorros en una moneda estable y adoptaron el dólar. Si las leyes se lo prohíben, llega a la lógica conclusión de que el gobierno está tramando quedarse con sus ahorros mediante la inflación, como lo ha hecho en innumerables ocasiones. De allí que el gobierno después de la pandemia debiera introducir forzosamente en el plan de estabilización un ingrediente que no estuvo presenten en otras épocas: la reforma monetaria que permite la libre elección dela moneda preferida por los ciudadanos.

Después de las traumáticas experiencias anteriores y la desilusión que provocó el gobierno de Cambiemos, será esencial proceder a una reforma monetaria seria y a fondo, para que la gente pueda volver a creer que la economía comenzará a funcionar con un sistema bimonetario diferente de la basura fraudulenta que estuvo vigente en las últimas décadas. 

Pero eso es imposible si el Gobierno actual quisiera luchar contra la inflación mirando a la economía argentina a través de las anteojeras del modelo keynesiano donde el Estado es prioritario y la Sociedad un campo mostrenco para ser asolado cuando necesiten dinero. En este caso, la población-contribuyente tiene un destino de esclavos, porque es considerada como un mero animal de carga obligado a financiar las aventuras de la clase política.  

Sigue diciendo Cavallo que, si un gobierno incapaz de inspirar confianza, se decide a anunciar políticas correctas en la lucha contra la inflación, la predicción más segura es que no tendrá fortaleza política para sostenerlas el tiempo necesario para dar resultados aceptables para la población. En tales circunstancias, el intento de luchar contra la hiperinflación se transformará en un nuevo y feroz “Rodrigazo”. Según el exministro de Economía, la libertad para que trabajadores y empresarios, ahorristas e inversores, puedan comprar y vender dólares en un mercado único y libre de cambios y la legalización para utilizar el dólar en las transacciones y contratos de todo tipo en competencia con el peso, significará que definitivamente los argentinos volverán a tener una moneda convertible. 

Para estabilizar el degradado peso argentino será necesario que el Gobierno reduzca el gasto público, rebaje los impuestos, tenga prohibido emitir dinero para cubrir el déficit y limite las posibilidades de endeudarse irresponsablemente. Seguidamente, Domingo Cavallo recomienda que, para hacer claramente perceptible a los incrédulos ojos de los argentinos que esto es una verdadera reforma monetaria, debiera usarse el artificio de quitarle un cero al actual peso no-convertible y cambiar su denominación. Pero esto es una mera cuestión de comunicación social, indicativa de la decisión política de hacer las cosas en serio. Tal reforma monetaria tendría que ser acompañada por la Reforma del Estado, la Reforma Educativa, la Reforma del Gasto Público, la Reforma Jubilatoria, la Reforma Impositiva y la Reforma laboral y la Reforma de la Justicia del trabajo.  

Pero aún con convicción y credibilidad, el éxito de la lucha contra la inflación no estará asegurado si las circunstancias internacionales y la falta de crédito interno y externo, hacen que la estabilidad se torne inalcanzable en un horizonte de tiempo aceptable. 

De allí que hagan  falta condiciones personales de liderazgo efectivo: buen  conocimiento de la economía, sensibilidad para interpretar las exigencias de la población, unidad de mando para conducir el programa, coordinación perfecta con todo el equipo de gobierno, aptitud para explicar con sencillez y claridad las razones y los efectos esperados de las medidas y, sobre todo,  decisión y coraje personal para enfrentar las situaciones críticas sin esconderse ni tratar de echar las culpas propias a los demás. 

Como advertía Jacques Rueff a Charles De Gaulle, «en la tarea de introducir reformas estructurales para el renacimiento de Francia, no sirven los hombres prácticos carentes de teoría porque son “personajes de circunstancia” que van a la zaga de los problemas y tratan de resolverlos caso por caso, sin coherencia ni consistencia.  Es menester, decía, anticipar los acontecimientos antes que se produzcan, para lo cual se necesitará del inexcusable apoyo de una buena teoría económica y aplicar las reglas de la mejor gobernanza, probadas por la experiencia en otros países de la región y del mundo». 

 

Sobre el autor

Antonio Margariti

Economista y autor del libro “Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente” (Fundación Libertad de Rosario). Falleció en noviembre de 2020. ✞

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