Valores

La fuerza de la pasión

Escrito por Carlos Barrio
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¿Qué es lo que hizo que un chico nigeriano de apenas 11 años, llamado Anthony Mmesoma Madu, que vive en la pobreza en Badagry, Nigeria, una ciudad de 240.000 habitantes, sea hoy una inspiración para muchísimas personas y su video, danzando descalzo bajo la lluvia en una estructura de hormigón, haya tenido más de 20 millones de visualizaciones en todo el mundo?

Anthony, alumno de la Academia Leap of Dance, donde se dictan clases de danza a niños de entre 5 y 12 años en situación de vulnerabilidad, comenzó a bailar con tutoriales de YouTube, luego de ver un film que lo marcó, Save the last dance (2001). 

Mientras se presentaba a distintas escuelas de danza en Europa, le dijeron que, como africano, no podía optar a una beca internacional.

¡Los prejuicios culturales se manifestaban con toda su crudeza, cerrándole las puertas!

Cynthia Harvey, directora artística de la Escuela de Danza Jacqueline Kennedy Onassis del American Ballet Theater de Nueva York, se conmovió al ver el video de Anthony y le ofreció una beca completa para realizar un taller virtual de danza de tres semanas durante el verano, impartido por el American Ballet Theater.

La fuerza de la pasión de Anthony es notable, dado que tuvo que luchar contra una cultura africana que no aprueba que los chicos bailen ballet, y el deseo de sus padres que querían que fuera sacerdote.

Me recuerda al empresario argentino Enrique Shaw, quien a los 15 años se decidió a ingresar a la Marina, a pesar que su padre, un banquero, publicista, abogado y miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, quería que siguiera la carrera empresaria como él.

Cuando vi el video de Anthony Madu, vino a mi memoria la película “Billy Elliot” (2000), en la que el pequeño Billy desafía a su padre (empecinado en que reciba clases de boxeo), anotándose a escondidas, en la escuela de ballet del pueblo, y me llevó a preguntarme: ¿qué mueve a algunas personas a lanzarse a realizar objetivos muy altos, con un ánimo y alegría arrolladora, sin importarles las circunstancias adversas?

Probablemente sea el fruto de descubrir que estamos llamados a alcanzar lo noble y maravilloso, sabiendo que, “no hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados en las cuestiones”, como decía Ramón y Cajal. El hombre es un ser inagotable, que nos sorprende permanentemente. 

Junto a esta verdad he visto mucha gente “agotada”, abatida y descorazonada, estando en situaciones mucho más ventajosas que Anthony Madu.

Hace unos días, conversando con unos amigos, les pregunté qué habían aprendido en estos meses de cuarentena y encierro por la pandemia, y me sorprendió que varios de ellos se mostraran frustrados, desencantados y sin poder encontrar algo positivo para compartir como aprendizaje. El balance era de enojo y hastío. Pero lo que más me sorprendió fue que esta visión negativa no se basaba en la pérdida de sus trabajos o recursos, ya que su situación económica no se había visto afectada por el COVID-19.

La dispar reacción entre Anthony Madu y mis amigos, me lleva a pensar que la actitud y el ánimo frente a las dificultades que se nos presentan, pasa por un lugar distinto al de contar con las condiciones materiales necesarias.

El secreto está en descubrir y alimentar ese fuego interior que nos llama a soñar con realizar un proyecto noble y maravilloso, que nos alienta a reinventarnos en las más adversas circunstancias. En donde pareciera que nada puede crecer ni desarrollarse, surge como un aparente milagro, nuestra fuerza interior que anhela y busca realizarse.

Una pista del porqué de su danza maravillosa, nos lo da el propio Anthony al decirnos: cuando bailo, me siento como si estuviera en la cima del mundo. Si mi mamá me pide que vaya a comprar algo a la tienda, voy bailando, porque me hace sentir extremadamente feliz”. 

Algo notable ocurre en él. Al decir de Ken Robinson, Anthony se contactó vitalmente con su “Elemento”, es decir, con sus “… habilidades y pasiones personales(1)”, su forma original y única de ser, lo cual le despertó “… la voluntad de forjar y crear(2)” , expresada en su danza. José Kentenich lo llama Ideal Personal, “… estar interiormente poseído de forma original y personal, por una verdad, que ha sido determinada por Dios, a través de una receptividad original para valores.” (3)

Al igual que en la danza de Anthony Madu, ¿es posible encontrar el “Elemento” en el mundo empresario y transformar el desierto que nos dejó el COVID-19 en un mundo abierto a nuevas posibilidades?  

Enrique Shaw, en una conferencia dictada en Mendoza en el año 1958, decía que “ … la empresa, además de ser una célula de la vida económica, debe ser una comunidad de vida(4),”   es decir una comunidad de trabajo que a su vez genere vida. Creo que ahí está la clave para desarrollar el Elemento, alentando a que, quienes trabajan puedan “… actuar con iniciativa propia y contribuir con un caudal insospechado de fantasía creadora … de modo que, cada uno … se sienta estimulado a trabajar con alegría”(5).  

No podemos dejar de tener presente que, detrás de la figura deslumbrante de Anthony Madu, existe todo un mundo silencioso de trabajo y esfuerzos solidarios, que permitió que Anthony pudiera surgir, comenzando por la dedicación de su profesor de danza de la Academia Leap of Dance, Daniel Owoseni. Él nos cuenta que “… detrás de esos disfraces y belleza fantásticos en clase hay mucho trabajo duro entre bastidores. Con muy pocos o ningún recurso, nuestros niños se están entrenando para ser lo mejor que pueden.”(6) 

“Hubo momentos en que no queríamos continuar. Las razones para detenernos eran tan obvias… Pero continuamos, no porque fuéramos más fuertes o mejores, sino porque tenemos pasión”(7), dice Anthony.

Ciudad del Este, ubicada el norte de Paraguay, se ha visto muy afectada en su actividad económica por el COVID-19, provocando el cierre de la frontera y la pérdida de aproximadamente 75 mil puestos de trabajo, en una ciudad de 500.000 habitantes.

Ante esta difícil realidad, la Comunidad Internacional de Empresarios y Ejecutivos Schoenstattianos (CIEES) de Ciudad del Este, lejos de quedarse petrificada y lamentándose de la situación, decidió impulsar la creación de un programa para emprendedores, al que denominó “Reinvéntate CDE”. El nombre de esta iniciativa nos habla de una clara actitud frente a la dificultad, con 35 inversionistas y 70 mentores, quienes se comprometieron a guiar más de 200 proyectos de emprendedores.

Señala Juan Ramírez, Presidente del CIEES de Ciudad del Este, que “este programa es una respuesta a la necesidad de responder a la situación actual y de buscar una manera de reinsertar y reinventar a las personas para que la ciudad no sólo dependa del turismo.”(8) Se trata de un programa social que tendrá una duración de 100 días (contados desde el 24 de julio pasado), que cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria y Comercio y de la Gobernación Departamental, y tiene como finalidad crear mil nuevos emprendimientos. ¡Todo un desafío! 

La actitud del CIEES Ciudad del Este, es similar a la del profesor de Anthony, Daniel Owoseni, buscando abrir posibilidades para generar nuevas oportunidades. 

Para Ramírez, Ciudad del Este es una buena oportunidad de entregar herramientas y conocimientos a quienes requieren orientación para emprender o mejorar sus negocios. “Con visión y experiencia, siendo sensibles en estos temas para trabajar y contribuir con lo que más uno pueda, es nuestro trabajo hoy. Hay necesidad por tener un horizonte claro. Queremos entregar una luz de esperanza a mucha gente y esperamos apoyar a todos quienes se nos acerquen”, comenta.

En estos momentos, en los que vivimos una situación global tan difícil, con pérdidas de trabajos, cierre de empresas y un enorme crecimiento de la pobreza, redoblemos nuestros esfuerzos y ánimo, para ser nuevos bailarines, que recreen y ennoblezcan el mundo, como Anthony Madu o los empresarios del CIEES de Ciudad del Este.

¡Ese es el desafío!

 

 

Referencias

1-  Ken Robinson. “El Elemento”. Editorial Grijalbo (2010), pág. 28.

2-  José Kentenich.

3- José Kentenich. “Ejercicios Espirituales Ignacianos, El Hombre Heroico” (1937), Plática 4. Ver “El Hombre Heroico”, Ed. Patris (2002), pág. 118 y ss.

4-Enrique Shaw “La misión de los dirigentes de empresa”. Conferencia pronunciada en las “Jornadas de Estudios sobre problemas humanos de la Empresa” (Mendoza, 17 de agosto de 1958).

5-  Citando a León Bekaert, Congreso de UNIAPAC, Roma, 7/10-V-1949

6-https://www.gente.com.ar/actualidad/sociedad/anthony-mmmesoma-madu-el-bailarin-nigeriano-de-11-anos-que-conmovio-al-mundo-ensayando-bajo-la-lluvia/

7-Idem

8- http://cieesinternacional.org/la-innovadora-idea-de-ciees-ciudad-del-este-que-busca-crear-mil-nuevos-emprendimientos-locales/

9- Idem

Sobre el autor

Carlos Barrio

Abogado (UBA) con una extensa carrera en el sector legal de multinacionales. Coach Profesional (Certificación internacional en el Instituto de Estudios Integrales). Posee posgrados en Harvard y UBA.

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