“Lo que ves refleja lo que piensas.
Y lo que piensas no es sino
un reflejo de lo que quieres ver.”
Un Curso de Milagros
Mis valores y creencias acerca de mí y del mundo están íntimamente relacionados con lo que pienso. Veo aquello a lo que le doy valor. No puedo ver un mundo al que mi mente no le haya conferido valor.
Los pensamientos parecen ir y venir. Sin embargo, lo único que esto significa es que algunas veces soy consciente de ellos y otras no. Detenerme a observar lo que estoy pensando me ayudará a traer a la consciencia esas ideas y si no es la realidad que quiero, la puedo cambiar.
Aquietar mi mente, estar unos instantes en silencio, ser consciente de mi respiración, es un ejercicio poderoso para auto observarme, y tengo una buena noticia: ¡es gratis! Y lleva sólo unos minutos.
Mis pensamientos son imágenes que yo mismo he fabricado. Pienso que los pienso y por eso pienso que los veo. Esas imágenes cimientan mi manera de ver.
Si quiero modificar mi manera de ver mi mundo interno y el mundo externo, observar lo que pienso es el primer paso.
¿Te animás a responder estas preguntas?
¿Qué mundo ves?
¿Qué mundo quieres ver?
¿Cuáles son tus pensamientos?
Antes de querer cambiar el mundo, para verlo de otra manera, es indispensable cambiar mis pensamientos para que luego se traduzcan en acciones. Primero empiezo por mí.
Y como dice Alejandro Lerner en su canción:
Puedes cambiar el mundo tan solo en un instante
Puedes cambiar el rumbo, si querés que eso pase
Puedes mirar adentro tus sentimientos el universo traerá tus sueños
Cambiar el mundo, empieza por ti