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Oportunidad para cambiar la conducta también en la economía real

Escrito por Antonio A. Cadenas
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(Sensata cuarentena, marzo 2020)

Un simple ejemplo

Se está viviendo sin duda un terrible e inesperado acontecimiento, para el cual, en el mundo moderno, tan desarrollado en tecnologías sorprendentes y con superabundantes comunicaciones no estábamos preparados, ni material ni espiritualmente.

Hasta hace poquísimos días nos sentíamos orgullosos por el nivel tecnológico y de dominio de las ciencias que hemos alcanzado. Estábamos fascinados por los instrumentos modernos que hemos creado, empezando erróneamente a idolatrarlos, pensando que, poseyéndolos, no necesitamos saber, ni hacer nada más. 

Creíamos aquí que los problemas que nos impiden progresar son económicos, monetarios, de grieta políticas, creados por otros, por los políticos y factores dominantes.

De golpe tenemos que afrontar una lucha de vida o muerte contra un enemigo que parece un invasor extra-terrestre, pues antes no estaba en nuestro globo terráqueo. Ha llegado un enemigo despiadado, que vino a atacarnos, que no podemos ver, ni tenemos los medios para contraatacarlo. Solo sabemos amortiguar su impacto.

De golpe, empezamos a darnos cuenta que algo debe de haber andado mal en el accionar de la humanidad y en nuestro accionar aquí. Sin duda, algo que hicimos mal debe de ser la causa. No sabemos todavía cuál es esa causa; no sabemos por qué y cómo ha surgido un enemigo mortal que antes no teníamos. Quizás nunca lo sepamos, pero lo importante es haber empezado a darnos cuenta que en nosotros está la causa del problema, y que la  posibilidad y responsabilidad de superar el problema está también en nosotros.

Las medidas de gobierno que se han tomado responden a ese pensamiento; pero hay que empezar de inmediato a considerar que tendremos consecuencias también inesperadas en todos los ámbitos. Deben preverse ya, al menos en grandes rasgos, las enormes transformaciones en lo social, económico, financiero, político, global que puede resultar del ordenamiento y control que exige y que es imprescindible respetar para luchar con el flagelo. Debemos empezar ya a pensar y planear lo que deberemos hacer.

Afrontaremos sin duda un mayor empobrecimiento y desempleo. Frente a ello, tenemos grandes recursos naturales y humanos desaprovechados, mientras simultáneamente tiramos a la basura muchísimo de lo que producimos y consumimos, lo que sucede en la mayoría de los procesos industriales y comerciales, como lo podemos comprobar personalmente cada uno de nosotros en nuestros hogares.

El objetivo de este trabajo, es presentar un ejercicio, con cálculo aproximado del significado para afrontar pobrezas y desocupación que puede significar aprovechar los residuos de cosecha y cultivos en nuestro país, a efectos de generar la acción correspondiente de los sectores públicos y privados con la responsabilidad pertinente.

  • Residuos alimenticios

En todo el mundo desarrollado se hace un gran desperdicio de alimentos, tanto antes de su elaboración culinaria, como después de la elaboración y consumo parcial. Pero, hay un mayor desperdicio ocurre en el nivel de la producción e industrialización primaria. La factibilidad de transformar esos desperdicios en actividades económicas, con alto valor agregado por empleos e innovación, puede estar a la mano.

1.-1.- Desperdicios en la elaboración y de los alimentos elaborados

Aunque tratar este sub-punto no es el objeto expresado de este trabajo, se lo menciona porque forma parte de lo que debemos empezar a considerar. Al respecto, baste decir que se debería estudiar la creación de una legislación especial para la elaboración y consumos de alimentos, separación previa y final de residuos, con protocolos a cumplir y penalidades por el no cumplimiento. 

1.2.- Residuos de cosecha y de producción de alimentos.

Es muy conocido en el sector agrícola que la producción cosechada contiene una composición de granos diferentes entre sí en su calidad, naturalmente con la prevalencia de los granos de mayor calidad que determinan el precio a obtener, en función de la medición de los parámetros incidentes.

Normalmente, la cantidad o peso de los granos de menor calidad oscila entre 5 y 10% del peso total. Como consecuencia de ello, muy rara vez los productores obtienen el precio máximo que se cotiza y soportan quitas que oscilan entre 10 y 20% del precio.

En general, ningún productor selecciona en su establecimiento los granos de su cosecha, habiéndose empezado a hacerlo en los lugares de acopio para transporte a puerto. Es claro que, si las cosechas fueran seleccionadas directamente por los productores o por conjunto de ellos en lugares cercanos, como podrían ser las numerosas poblaciones de estaciones ferroviarias abandonadas u otras similares, se recuperaría en los lugares el ahorro por un menor costo de transporte, se podría aprovechar el verdadero valor alimenticio de los residuos y no se perdería el monto muy apreciable de la quita por calidad, antes mencionada.

El estimativo que sigue es solamente aproximado, ya que se ha tomado un precio promedio para los granos y se han realizado otras estimaciones gruesas para no demorar la presentación de este trabajo, confiando que despierte el interés necesario para avanzar con la rapidez necesaria.

Como se indica al final del mismo, similar análisis debería hacerse para los otros sectores, frutícola, de producción de papas, azúcar, e incluso los sectores ganaderos y forestal, estos últimos con otro tipo de muy importantes desperdicios, igualmente aprovechables para contribuir a afrontar desocupación y pobrezas.

Estimativo del significado de seleccionar residuos en cada lugar de producción 

Producción granos principales en Argentina: 140 millones ton/año

Porcentaje de granos válidos, pero de menor calidad (tomados como residuos):  5% a 10%:   0,05 x 140 mill.ton/año =   7 mill.ton/año; 19.000.000 kg/día 0,10 x 140 mill ton/año = 14 mill. ton/año; 38.000.000 kg/d   

Estimativo grueso de valores:  a un valor promedio de 150 US$/ton de la producción, el monto de la producción y la quita que sufren los productores por granos de menor calidad (más chicos, cortados, etc.) ascienden a: – valor producción total: 140 mill. / año x 150 US$/ton = US$/año 21.000 millones – valor pérdida de los productores por quitas:                 quita de 10% = US$/año 2.100 millones quita de 20% = US$/año 4.200 millones

Costo perdido por transporte de las quitas o residuos a puerto o terminal, con distancia promedio 200 km y costo promedio de 0,10 US$/ton.km: – 7 mill.ton/año x 200 km x 0,10 US$/ton.km = US$ 140 millones – 14 mill.ton/año x 200 km x 0,10 US$/ton.km = US$ 280 millones       Calorías de los considerados residuos: 2.000 a 3.000 cal/kg;     Consumo de las personas: 2.000 a 3.000 cal/día.persona; 1,0 kg/día en promedio

Cantidad de personas que se pueden alimentar seleccionando e industrializando granos en los lugares de producción 19.000.000  a 38.000.000  (enorme cantidad, frente a la cantidad de pobres)

La capacidad financiera disponible (está oculta en los gastos y pérdidas monetarias actuales), para realizar la selección e industrialización de granos en los lugares de producción, a iniciar instalación de criaderos de pollos y/o cerdos, resultado de: a) por ahorro de transporte, entre 100 a 200 millones de US$ anuales: b) por aprovechamiento local de quitas, más de 2 mil millones de US$ anuales.  

La posibilidad de nuevos empleos, suponiendo que una persona procesa 10 a más kg de residuos para su aprovechamiento, el aumento de ocupación podría ser más de 2 millones de personas

Nota: Similar consideración vale para el sector frutícola, de producción de papas y hortalizas, de azúcar, etc.

Sobre el autor

Antonio A. Cadenas

Ingeniero electromecánico, Universidad Nacional de la Plata (1951). Presidente de la Consultora ESIN.

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