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UNIAPAC: Desde adentro

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Entrevista a Luis Bemeule, expresidente UNIAPAC América Latina (2017-2020)

¿Cuántos años estuviste en UNIAPAC?

“Quizás convenga arrancar por qué es Uniapac. Hay socios de ACDE que no lo saben, pero ACDE pertenece a una red global de asociaciones cristianas de dirigentes de empresa que se llama UNIAPAC. Se fundó cuando las asociaciones de Francia, Bélgica y Holanda comenzaron a trabajar juntas en el año 1931, y sigue muy activa hasta hoy, en más de 40 países. La mayor parte de ellos en Europa y América Latina, pero también en unos 15 países africanos,en Filipinas y Tailandia. Su oficina central está en París, y a su vez la oficina regional de América Latina está en Montevideo, donde muy gentilmente ACDE Uruguay la hospeda. Estructuralmente es ínfima (básicamente una persona en Montevideo, dos en París para la internacional) y desde el principio se han hecho todos los esfuerzos para que signifique el menor costo posible a las asociaciones nacionales”. 

“Siempre supe de la existencia y el trabajo de Uniapac, pero desde que comencé a participar más activamente en ACDE a partir de 2010, puse especial énfasis en la vinculación de ACDE y Uniapac. En ese momento de la mano de José María Simone, que era presidente de UNIAPAC LatAm y necesitaba que otra persona hiciera de link «oficial» con ACDE. Adolfo Ablático y Pablo Taussig, presidentes en ese tiempo, aprobaron y así seguí con todos los presidentes posteriores hasta el día de hoy”.

“En 2014 José María fue elegido presidente de Uniapac Internacional y Sérgio Cavalieri (de ADCE Brasil) presidente de UNIAPAC América Latina, y me piden que sea parte de la Mesa Ejecutiva de América Latina. En 2017 José María deja la presidencia internacional, y su reemplazante, Rolando Medeiros (USEC Chile), y Sérgio me ofrecen ser presidente de Uniapac América Latina, lo cual fue un honor para mí”.

“Este año termino mi mandato como presidente, me reemplaza Gigí Cavalieri, la hermana de Sérgio y presidente de ADCE Sao Paulo, muy capaz, y primera mujer en comandar una UNIAPAC regional. Fue un orgullo y una tranquilidad muy grande saber que U. LatAm quedaba en tan buenas manos. En los hechos todavía sigo relacionado con UNIAPAC LatAm ya que Gigí me pidió que siga en la Mesa, más allá de la presencia de María Elena Casasnovas por Argentina. Entiendo que la idea es que vaya ´disolviéndose´ mi participación en el tiempo y que esto es sólo por un período hasta que ella termine de sentirse totalmente cómoda en el cargo”.

 ¿ A qué apunta Uniapac a corto y largo plazo?

“Uniapac Internacional y las oficinas regionales tienen objetivos similares en su mayoría, con algunas diferencias en cuanto a enfoque y capacidades. Las oficinas regionales existen principalmente como puente entre todas las nacionales en su región, y también con Internacional. Se  busca aprovechar las experiencias para no reinventar ruedas cuando no hace falta, compartir buenas ideas (Ana Pico como Directora Ejecutiva de ACDE tiene una reunión mensual con todos sus colegas donde hace precisamente esto), organizar un par de eventos periódicos, como el Congreso Latinoamericano o los Simposios Celam-UNIAPAC. También si algún socio necesita un contacto o algo en otro país, en donde la asociación local puede ayudar, se hace de puente, así como en desarrollar conexiones de determinados grupos, como los grupos jóvenes, etc. Se comparten posibles oradores para distintos tipos de eventos, trabajos hechos sobre alguna problemática en particular, experiencias para socios, en fin, hay mucho que se hace así, particularmente en una región como América Latina donde entre el castellano y el portuñol podemos resolver muchísimas cosas”.

“Uniapac Internacional cumple esa misma función a nivel global, pero tiene algunas responsabilidades mayores. Mantiene el principal vínculo con la Iglesia Católica y las otras cristianas, por ejemplo. Tiene un asiento permanente en la OIT desde su fundación y trabaja con varias entidades parte o no del sistema de Naciones Unidas. También en este último tiempo es responsable de la Digital Academy, un repositorio en Internet abierto a todos los socios donde hay documentos, guías, encíclicas, libros, etc sobre todo lo que significa el ser empresario y su vinculación con el Pensamiento Social Cristiano. Recomiendo a todos que lo conozcan, es muy útil y las guías pueden ayudar mucho a quien quiere entender mejor la Doctrina Social de la Iglesia. También trabaja mucho tanto de ida como de vuelta para traer más cerca el mundo de la empresa y el de la Iglesia. Y, mientras descansa mucho en las asociaciones regionales y las nacionales para apuntalar el crecimiento en nuevos países, no deja de estar presente en estos esfuerzos”.

“El objetivo siempre presente es el mismo que el de ACDE: ayudar a sus socios a vivir su fe en su vocación empresaria. Pero también ayudar a la sociedad a reconocer la importancia del rol del empresario, especialmente del empresario con valores cristianos, en el desarrollo y el progreso, y trabajar para que esas conductas, esa formación, esa transformación (de alguna manera) de la actividad empresarial hacia algo más centrado en la persona humana, se haga realidad. Las facetas de este trabajo son muchas, el qué hacer en cada momento, el en qué enfocarse, va cambiando de acuerdo a las distintas circunstancias, temas y focos necesarios, pero el norte es siempre ese”.

 ¿Qué significa Uniapac para vos?

Está muy vinculado a lo que es ACDE para mí, un lugar donde encontrar gente con los mismos valores, la misma intención de vivir su fe en su trabajo todos los días. Gente que busca inspiración, escucha, aprender, enseñar y pasar experiencias, y también incidir en la realidad al juntarse con más que están y piensan lo mismo. UNIAPAC me trajo de manera palpable la realización de que efectivamente en todas partes esto es necesario. Quizás haya urgencias, necesidades distintas o con focos distintos en unos lugares u otros, pero siempre se vuelve a esa búsqueda de una cierta santidad, de vivir nuestra fe en nuestra vocación. Eso sin contar que muchos temas sí son los mismos y los aportes, ideas y soluciones que pueden haber surgido en otros lugares pueden servirnos mucho a nosotros también y viceversa. Y ese puente que une entre distintos países es UNIAPAC”.

¿Qué te llevas?

“Me llevo aprendizajes, experiencias compartidas con gente que considero amiga e incluso confidente en algún punto. Me llevo la alegría del deber evangélico cumplido, al menos lo mejor posible, de haber hecho algo. Pero más que nada me llevo esos contactos, las experiencias humanas, el vínculo y las «aperturas de cabeza» iluminadoras. El haber podido influir desde Uniapac en la Iglesia o en otros colegas, en organismos internacionales grandes, o quizás también en algún empresario PyME que en alguna reunión en algún país de repente nos escuchó a mí y a quienes me acompañaban alguna cosa que le resonó y que lo hizo hacer clic, quizás asociarse a su ACDE local, y a partir de ahí sentir y vivir lo mismo que sentimos y vivimos quienes somos socios de ACDE. También espero haber podido dejar algo, ja!”

 ¿Tenés algún momento o anécdota para recordar?

“Muchos: desde eventos y reuniones en lugares maravillosos, como el Simposio Celam-Uniapac en Villa de Leyba, Colombia, con obispos y empresarios de América Latina, a reuniones ecuménicas en Ginebra, donde empresarios de distintos credos cristianos e incluso no cristianos compartimos misiones, visiones y valores hacia el futuro… Siempre en estos eventos hay también momentos pensados para socializar, el contacto personal es muy valorado e importante. En este sentido la pandemia ha sido un problema, pero también un obstáculo que habilitó a la fuerza la comunicación virtual, y eso nos ha abierto muchas puertas que recién estamos empezando a aprovechar. Grandes momentos con Federico Quintana en Roma, con el Papa Francisco en el año 2016, y el Papa mencionando a Enrique Shaw, eso fue movilizador…”

MARIA ELENA CASASNOVAS

Miembro de la mesa directiva de UNIAPAC Latinoamericana.

“Desde que pertenezco a ACDE (2008) estuve interesada en UNIAPAC, en tanto instrumento de influencia, en el ámbito internacional, de la Doctrina Social de la Iglesia para el diseño de estrategias empresariales y motivación para los empresarios en el cumplimiento de sus propias tareas, con fidelidad al espíritu del Evangelio.

A partir del año 2016 participe más activamente, asistiendo a la Conferencia Internacional en la Ciudad del Vaticano, cuyo tema fue “Business Leaders as Agents of Economic and Social Inclusion”.

“Más adelante, en el 2018, comencé a representar a ACDE ante UNIAPAC Latam, con motivo de la asunción de Luis A. Bameule como Presidente de esa entidad. En ese carácter participé del Simposio Celam-UNIAPAC en Villa de Leyva, Colombia, y del Congreso Mundial de UNIAPAC que tuvo lugar en Lisboa en noviembre de 2018.

Recientemente Gigi Cavalieri (São Paulo, Brasil) fue elegida presidente de UNIAPAC LATAM, y me invitó a participar en la Mesa Directiva junto con otros representantes de asociaciones miembros de América Latina”.

“Los objetivos de UNIAPAC están siempre alineados con su principal misión, que es la de promover, difundir y colaborar con la vigencia de la Doctrina Social de la Iglesia en la actividad de los empresarios de sus entidades miembros. Concretamente este año en UNIAPAC LATAM hemos empezado a trabajar en la definición de las políticas y líneas de acción que animarán la gestión de la actual presidencia, para lo cual se ha distribuido una encuesta destinada a que todos los miembros de la organización puedan tener voz en el diseño de esos objetivos.

Hay especial interés en incorporar a UNIAPAC LATAM a asociaciones de países que todavía no se han acercado a ella, y en fortalecer las relaciones con la Iglesia en cada uno de los países de América Latina donde exista una representación”.

“Creo que UNIAPAC es un ámbito extraordinario de encuentro y de intercambio. La apertura a asociaciones de diversos países nos provee un continuo aprendizaje,  nos hace sensibles a problemáticas de países hermanos en el ámbito de la empresa, nos facilita la colaboración para la solución de situaciones locales y en definitiva nos hace más fecundos para la construcción del Reino de Dios en las empresas y en las sociedades políticas, que es nuestro último fin».

Sobre el autor

Francisco Domínguez

Fue becario en Revista Empresa.

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