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Nombramiento del ministro Guzmán como miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales

Foto: Sokolowicz
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“Nadie puede servir a dos señores,

porque aborrecerá a uno y amará al otro,

o bien, se interesará por el primero y

menospreciará al segundo.” 

(Mt, 6, 24)

 

Con mucho estupor y sorpresa leí el día 27 de diciembre del corriente, la noticia de que el Papa Francisco nombró como miembro ordinario de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales al ministro de Economía de la Argentina, Martín Guzmán.[1]

Más allá de no conocerse los méritos académicos que podría tener el ministro de economía para su nombramiento, llama significativamente la atención que el Papa haya nombrado en esta prestigiosa Academia del Vaticano, a una persona que el año pasado twitteó abiertamente a favor del aborto. Dice el medio periodístico católico ACIPRENSA que “Días antes de la legalización del aborto en el Senado de Argentina en diciembre de 2020, Guzmán aseguró en Twitter que “la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, impulsada por el Gobierno y por luchas colectivas que buscan seguir conquistando derechos, es parte del camino para corregir perversas inequidades”.[2]

Lo sorprendente es que, según las normas que rigen esta Academia, sus miembros deben ser elegidos por el cuerpo de Académicos, entre hombres y mujeres de todo grupo étnico y religión, basándose en el alto valor científico de sus actividades y su alto perfil moral. A partir de esta selección, son oficialmente nombrados por el sumo pontífice. Es decir que entre sus méritos se debe destacar el “alto perfil moral” que deben tener.

Esta Academia fue fundada por San Juan Pablo II en el año 1994, buscando “promover el estudio y el progreso de las ciencias sociales, principalmente la economía, la sociología, el derecho y las ciencias políticas.”

En otro twit del año 2020, anterior a la sanción en Argentina de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el ministro Guzmán señaló: “Sigamos construyendo una sociedad más justa y equitativa. Que la IVE sea parte del abanico de derechos.” [3] Es decir que para Guzmán la ley del aborto argentina ha colaborado a construir una sociedad más justa y equitativa, pero sin contemplar en ningún momento los derechos de los no nacidos., es decir ignorando implícitamente que son personas y tienen también derechos sociales.

En otro twit dijo: “No sigamos mirando hacia otro lado. El aborto existe desde siempre. Protejamos a todas las mujeres por igual y al mismo tiempo fortalezcamos la educación sexual.”[4] En la mirada del ministro Guzmán se protege a las mujeres y la educación sexual, pero ¿ a los bebés no nacidos, quién los protege ministro?

Por otra parte, no deja de sorprender este nombramiento, frente a un contexto económico y social que encuentra a la Argentina sumergida en una gravísima crisis, con un 40,6% de la población viviendo en la pobreza y una inflación interanual que ha alcanzado el 52,1 %, es decir una de las más altas del mundo.

El nombramiento de Guzmán me lleva a preguntarme:

¿Qué logros y méritos del ministro Guzmán tomó en consideración la Iglesia para su nombramiento?

¿Tomó en consideración la Iglesia para la evaluación del ministro, la desastrosa situación económica que estamos atravesando en Argentina, de la cual tiene una importante responsabilidad?

¿Podría interpretarse que el Papa nombró a Guzmán como una forma de darle un “espaldarazo” político, antes de iniciar las negociaciones que Argentina tiene que llevar adelante en estos días con el FMI por la renegociación de la deuda externa argentina?

Si ese fuera el caso, ¿es lógico que la Iglesia intervenga activamente en estas cuestiones un tanto alejadas de su propósito específico?

¿Sería muy irrazonable preguntarse si este nombramiento no pudiera ser interpretado por muchos católicos con cierto “olor a lobo con piel de cordero”, es decir escondiendo intenciones alejadas de lo propiamente religioso y académico?[5]

¿Puede escandalizar a muchos católicos que luchan contra el aborto este nombramiento, en el que el Papa no ha tomado en consideración la postura abortista del ministro?

¿No escandaliza esta aparente doble moral de la Iglesia, en la que premia a un economista por sus supuestos méritos -poco claros- y por el otro no toman en consideración su postura abortista?

¿Para el ministro Guzmán, son personas y tienen derechos sociales los no nacidos, a la luz de los twits que publicó?

¿Es ilógico que muchos católicos interpreten como escandaloso el nombramiento realizado por el Papa?

¿Sería acaso sorprendente que muchos católicos sientan rechazo al Papa después de esta designación?

¿Sería acaso irrazonable que muchos católicos se preguntasen si este nombramiento no es otra forma de corrupción de la Iglesia, además de la de los abusos sexuales?

Si por el contrario la designación de Guzmán fue un error del Papa, ¿acaso no sorprende negativamente la liviandad con la que se nombra a los académicos en esta institución vaticana?

¿No podría interpretarse el nombramiento de Guzmán como una muestra más de la poca transparencia que tiene la Iglesia?

Desearía en lo profundo de mi corazón encontrar una respuesta a estos interrogantes, para dejar de sentirme decepcionado de la jerarquía eclesiástica en esta Iglesia de Cristo a la que pertenezco y amo.

 

Referencias

 

[1] Cfr. diario La Nación del 27 de noviembre de 2021 (artículo de la periodista Elisabetta Piqué)

[2] ACIPRENSA, 27 de noviembre de 2021.

[3] ACIPRENSA, 27 de noviembre de 2021.

[4] ACIPRENSA, 27 de noviembre de 2021.

[5] Mt. 7,15. «Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”

 

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