¿Nuestra actitud habitual en las organizaciones es de extraer lo máximo, calculando cada movimiento, o es de entregar lo mejor de nosotros hacia los demás? ¿Y qué consecuencias tiene esto en nuestras carreras de largo plazo? ¿Es mejor calcular cuánto nos llevamos en cada momento? ¿”Paga” dar nuestros talentos más allá de lo que podamos recibir? ¿Hay matices? En la calma de las vacaciones, este es un muy buen libro para meditar cómo estamos armando nuestra historia de vida.