Rosarina, se licenció en Estadística en la Universidad Nacional de Rosario, pero su carrera profesional la fue orientando hacia la gestión de personas en las organizaciones. Como para contradecir el lugar común de los directivos que toman decisiones viendo números en lugar de personas, su camino fue el inverso. Camino que fue construyendo con su participación en una Maestría en Administración de Empresas en IDEA y una certificación de Coach otorgada por la International Coaching Federation. Silvia vive en Luján, está casada, es madre de dos hijos y en la actualidad es presidente de Danisco Argentina y directora de Recursos Humanos para LATAM en International Flavors and Fragrances (IFF).
Anteriormente había sido Presidente de DuPont Argentina, ocupando varias posiciones regionales en el área de Recursos Humanos de la empresa. En 2020 fue reconocida como la Mujer destacada del ámbito empresarial por parte de Women Corporate Directors Foundation (WCD).
Se reconoce apasionada por las relaciones en el mundo empresarial y en poner en valor la responsabilidad que las organizaciones productivas tienen con el entorno en el cual se desarrollan y que va mucho más allá de su necesaria pero insuficiente sustentabilidad financiera. Por eso también dedicó esfuerzos en diversas instituciones del universo empresario: es presidente del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sustentable (CEADS), miembro del directorio de AmCham (Cámara de Comercio de USA en Argentina) y de IDEA (Instituto para el Desarrollo empresarial de Argentina). Y por supuesto, es socia de ACDE desde el año 2012, tiempo en el que participó activamente en la organización de propuestas, integrando el Consejo Directivo, pero sobre todo bregando por construir “una sociedad mejor inspirando un liderazgo basado en valores cristianos.
Con estos antecedentes inicia Silvia su mandato como la 26° presidente de ACDE desde su fundación. “Para mi es un enorme desafío, una enorme responsabilidad que lo vivo como una misión”, explicaba en la entrevista al Portal Empresa que presentamos con esta nota.
Como orientación principal, delineó tres grandes pilares sobre los que intentará que se asiente su gestión: “Son Tres áreas de trabajo que me gustaría validar con el nuevo Consejo: hacer crecer a la asociación en la Argentina; estar abiertos a la evangelización como una Iglesia en salida, llamando cada vez más a personas para integrarse a la Iglesia y encontrar un camino para ACDE de involucramiento con la problemática del país, poniendo foco en la educación”, expresa.
Espera contar con el apoyo de los socios de todo el país para poder realizar las iniciativas que se van a ir presentando. Y no quiere ocultar su entusiasmo por su tarea para poder “vivir con coherencia cumpliendo esta misión, inspirada en la vida y el ejemplo cercano de Enrique (Shaw), un gran modelo a seguir”, concluye.