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Storytelling en capacitación: del saber al comprender

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“Agua” o “HO”: el poder de las historias para transformar el aprendizaje

Hace unos días vi una caricatura que me dejó pensando.

Un hombre avanza arrastrándose por el desierto, sediento, sin fuerzas. Frente a él, dos carteles: uno dice “Agua — 9 km”, y el otro “HO — 50 m”.

Y el hombre, desesperado, decide avanzar hacia el que está más lejos.

No porque quiera sufrir… sino porque no sabe que “HO” y “agua” son lo mismo.

Esa imagen se me quedó grabada.

Porque me recordó cuántas veces, en los procesos de aprendizaje y desarrollo, pasa exactamente eso: las personas tienen la respuesta frente a ellas, pero no logran reconocerla.

 Cuando el conocimiento no se conecta, se pierde

En las empresas invertimos mucho en capacitación: cursos, talleres, plataformas de e-learning, programas de liderazgo.

Pero si lo que enseñamos no conecta con la realidad, el conocimiento se queda en teoría.

Y el participante sale sabiendo más… pero entendiendo poco.

Saber que el agua es HO no sirve de nada si no podemos reconocerla cuando la necesitamos.

Aprender no es acumular información; es darle significado y aplicabilidad a lo que aprendemos.

 El storytelling: el puente entre saber y comprender

Aquí entra en juego el poder del storytelling.

Contar historias es una forma ancestral de enseñar, recordar y conectar.

Desde niños aprendemos mejor cuando alguien nos cuenta un relato que despierta emoción, curiosidad o empatía.

En el mundo organizacional, las historias cumplen el mismo rol: traducen lo técnico en humano, lo abstracto en concreto, lo complejo en simple.

Cuando un facilitador comparte una historia real —un error que cometió, una decisión difícil, un cambio que lo transformó—, el grupo no solo escucha: se ve reflejado.

Y en ese espejo aparece la comprensión, la conexión y, finalmente, el aprendizaje.

Enseñar desde la experiencia, no solo desde el contenido

Cada vez que capacitamos, tenemos dos caminos:

 o

Podemos enseñar liderazgo mostrando diapositivas… o contar la historia de un líder que supo escuchar, confiar y transformar a su equipo en un momento difícil.

Podemos hablar de trabajo en equipo con teoría… o narrar cómo un grupo logró salir adelante gracias a la colaboración en medio de la incertidumbre.

Las historias hacen que el conocimiento se vuelva significativo, aplicable y humano.

La enseñanza que nos deja el desierto

La próxima vez que planifiques una capacitación o dirijas a tu equipo, piensa en la imagen del hombre en el desierto.

No le hables solo de conceptos: cuéntale historias que lo ayuden a reconocer el “HO” en su propio camino.

Porque no siempre falta conocimiento; a veces falta conexión y esa conexión se construye con empatía, lenguaje cercano y buenas historias.

Enseñar no es llenar la mente de datos, sino encender la curiosidad.

Las historias son el agua que transforma el conocimiento en comprensión.

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