Ya no emerge de la faz de la tierra una gloriosa Nación Argentina de otrora
Consumida en décadas de disputas y deudas impagas, en vergonzante mora,
Ni coronada la sien de laureles, ni tampoco a sus plantas rendido un león,
archivando proyectos y sueños de albergue solemne: la letra del himno canción…….
Discontinuos espasmos de pretérita fama… vanos orgullos de mejor lugar del mundo
trituraron el silencioso despeñar de clases medias, caídas en el deterioro profundo
eludir la verdad ya no es posible, furioso nos azota el daño universal de la impía pandemia,
sorprendiendo alforjas escasas de valores exhuma a la luz veraz, nuestra añeja anemia
Solo educando, cincelando saberes, mesura, respeto a la otredad no beligerante
abuelos y memorias no olvidadas claman, erradicar para siempre la grieta sangrante
paz, contrición, perdón, aun mutilando intereses propios con propósito de enmienda
serán el herramental del único sendero, forjando el comienzo del fin a tanta contienda
Urnas impostergables oportuna opción sagrada de elegir sin trampas miserables
a los hombres y mujeres en quienes de buena fe otorgan la creencia en sus confiables
inmensa porción de la cirugía postergada que cure las pústulas que hoy agobian
obliga a mirarse el ombligo erradicando aquello de “las culpas son de los otros que odian”
Germinan nuevos jóvenes y duran más los abuelos, fenómeno demandante de amalgama
cambios de procesos siempre manteniendo el fundamental tronco, quizás mejorar la rama
locatarios del poder julepean al soberano confundido gritando cambiar leyes fundamentales
negando que son muchos los dirigentes electos quienes devienen en causa de todos los males
Altísima complejidad del zurcido del mediastino dañado que el país tirita impaciente
necesita acumulación de acuerdos de mayorías formidables, en probable formación reciente
esta vez de todas las veces el paciente, requiere una sagrada concesión de voluntad masiva
Silencio… silencio… la Patria en el quirófano, requiere salir urgente de terapia intensiva
Retazos de la historia contarán que allá por el 2021 en una evolución integral gigantesca
los astillados argentinos del pasado se armonizaron por fin en concesión pacífica y dantesca,
transformaron la queja dolor en esfuerzo, con voluntad, músculos, afecto y singular empeño
y concluyeron reflexionando que se adoptara por fin el trabajo como valor para ser dueño
Y comenzaron a valorar que la riqueza se construye en la enorme bendición del MERECER
a puro sudor de tu frente el acto sagrado de VOLVER A CREER PARA VOLVER A CRECER.