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10 años de Francisco: El Papa que ama a los empresarios (3)

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Nota 3

Los tres grandes riesgos o tentaciones de la actividad empresarial

En el discurso a la UNIAPAC de 2016, pero también en otros (como el que dirige a la Economía de Comunión de los Focolares en 2017), el Papa desarrolla la idea de los grandes riesgos (tentaciones) de la actividad empresarial.

Su referencia a una frase de los Padres de la Iglesia (“el dinero es el estiércol del Diablo”) en un discurso a UNIAPAC 2016, generó gran polémica. Para quienes quieran profundizar este punto es muy interesante leer la respuesta que dio el Papa a la periodista mexicana que lo entrevistó en Televisa y le preguntó específicamente sobre el tema. 

Pero saliendo de la polémica, el Papa profundiza en varios de sus textos lo que quiere señalar como advertencia a los empresarios sobre los peligros del dinero. 

¿Cuál es la propuesta del Papa respecto del uso del dinero? 

La desarrolla en varios de sus mensajes (más claramente en el que dirige a la COFINDUSTRIA en 2022) y es compartirlo. “La mejor forma y más concreta para no hacer del dinero un ídolo es compartirlo. Compartirlo con otros, sobre todo con los pobres o para hacer que los jóvenes trabajen y estudien venciendo la tentación idolátrica. Cuando comparten y donan sus beneficios están haciendo un acto de alta espiritualidad, diciéndole al dinero: “tú no eres mi Dios, tú no eres mi señor, tu no eres mi patrón”

¿Cómo “comparte” su dinero un empresario?

La corrupción es la peor plaga social. Es la mentira en búsqueda de provecho personal o del propio grupo. Es un fraude a la democracia. La corrupción es hacerse seguidor del diablo, padre de la mentira. También hay corrupción en las empresas y una de las condiciones necesarias para el progreso social es la ausencia de corrupción. Ustedes pueden verse tentados a ceder al chantaje o la extorsión, o pensar que es algo que todos hacen y que pequeños actos de corrupción no tienen importancia. Cualquier intento de corrupción, activa o pasiva, es adorar al dios dinero.

Todas las relaciones jurídicas y económicas de la empresa deben estar envueltas en un clima de respeto y fraternidad. 

 

Próxima nota: El llamado a la santidad para los empresarios cristianos

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