Icono del sitio EMPRESA

Humanizar los negocios: su valor en las empresas

Escuchar artículo

Yo dormía y soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que el servicio era alegría.” 

Rabindranath Tagore 

 

Crecí con la frase de cabecera en mi hogar, con alguna confusión entre la idea de servicio y su relación con la alegría.

Más adelante, desde mis inicios en la vida de empresas, intenté siempre servir con el “bien” conforme los valores inculcados. La alegría de las personas que conformaban las organizaciones, idealizada, no siempre se manifestaba en la dinámica corporativa. 

Fue así hasta que hace algunos años, me invitaron a formar parte de ACDE, en donde conocí y me adentré maravillada en el mundo del empresario argentino que sí trabajó con alegría durante la prestación de servicio…. y durante toda su vida…, con una gran estela que nos sigue iluminando a los aquí lectores.

Es por ello por lo que no resulta ajeno el interrogante ¿Cómo lograr que los derechos humanos impacten como factor de competitividad de las empresas?

Objetivo

Nuestra intención es ofrecer una brevísima síntesis de las «lecciones aprendidas» que impulsan y movilizan la temática, con el objetivo de promover activamente los derechos humanos en la esfera del sector empresario.

Los planes de acción sobre temas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) y en consecuencia de respeto de los derechos humanos en grandes corporaciones y/o aquellas con participación estatal, han logrado certeros avances en los últimos años. No obstante, suele ser un desafío demostrar el grado de compromiso con las conductas de cumplimiento en las pequeñas y medianas empresas (Pymes), por el reto interno que ello implica:” … cuentan con menos recursos, pero tienen una aproximación más intuitiva y su menor tamaño puede ser una ventaja para trabajar los Derechos Humanos de manera más participativa

A nivel global, la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas tiene el mandato de liderar el programa sobre empresas y derechos humanos dentro del sistema de las Naciones Unidas, y de desarrollar orientación y formación relativas a los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos en colaboración con el Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos. En efecto, el ACNUDH coordina el programa sobre empresas y derechos humanos en el sistema de las Naciones Unidas.

Ahora bien, los elementos de ESG se encuentran cada vez más integrados en los análisis de inversión, procesos y toma de decisiones de las empresas. A lo largo de los últimos años, vemos definiciones de políticas de prevención, mitigación y medición de cada una de estas temáticas.

Se ha logrado una evolución del concepto de responsabilidad social empresarial hacia ESG y en especial del elemento social, de gran impacto en el compromiso de los colaboradores, como también el de las cadenas de valor de las empresas. Y así, el respeto de los Derechos Humanos, como parte de dichos elementos, resulta sustancial. 

En este contexto, con el fin de resultar sustentables a través de los años, las empresas deben no sólo reportar acerca de su desempeño financiero, sino mostrar cómo generan una contribución positiva hacia la sociedad a través de dicho desempeño. Este impacto incluye a los accionistas, empleados, consumidores y comunidades en las que operan. 

Vulneración de los Derechos Humanos

Las situaciones que vulneran los Derechos Humanos en la vida corporativa pueden ser variadas, por ejemplo: condiciones irregulares en las contrataciones; salarios del personal por debajo de esquemas paritarios o convenciones colectivas; trabajo forzado y por supuesto, temas inherentes a delitos de trata de personas, como así también la explotación laboral infantil

En términos de Derechos Humanos, el lema es “proteger, respetar y remediar”. A nivel global, el compromiso con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas es fundamental para los esfuerzos de administración empresarial. Potencian la innovación, la creatividad y la generación de ideas, a la vez que fortalecen el trabajo en equipo, aumentando el compromiso de los colaboradores, el desarrollo, las habilidades de liderazgo y la eficiencia en costos de capacitación y formación.

En Argentina, el compromiso se validó con el Primer Plan Nacional de Acción argentino (PNA) en Empresas y Derechos Humanos (2019-2023). Este PNA fue resultado del esfuerzo que comenzó en el año 2016, cuando el Estado argentino, a través de la Dirección Nacional de Protección de Derechos y Resolución de Conflictos de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, se propuso integrar el grupo de países que adoptasen medidas en cumplimiento de la implementación de los Principios Rectores. El objeto del Programa era “contribuir a la protección y promoción de los Derechos Humanos en las operaciones de empresas públicas y privadas en el territorio argentino a través del diseño y puesta en funcionamiento de un Plan Nacional de Derechos Humanos y Empresas”.

Asistencia y coordinación con organizaciones amigas

«Como empresario, hay que sembrar esperanza, ver la realidad, renunciar al beneficio del momento, ser un puente entre quienes conocen el problema y los sumergidos que piensan en su situación inmediata», fue una de las tantas frases que señaló una y otra vez nuestro fundador, Shaw, a la hora de desempeñarse como profesional. Resulta indispensable la cooperación y coordinación entre las instituciones privadas y el Estado. El trabajo y aporte recibido de organizaciones como la Cámara de Comercio Internacional, Pacto Global, Cámara de Industria y Comercio Argentino-alemana (entre otras) y Cámaras empresariales de los distintos sectores, así como de organizaciones con fuerte compromiso social como ACDE, es invaluable en términos de guía práctica. Estas instituciones actúan como “facilitadoras”, especialmente para emprendedores, pequeñas y medianas empresas, así como para sus integrantes (stakeholders, colaboradores y grupos de interés), brindando grandes beneficios sociales, económicos y espirituales (v.gr.: soporte institucional, modelos prácticos de documentos, capacitaciones, relacionamiento comercial, así como en lo personal, se transforman en ámbito de análisis y reflexión de la temática empresaria a la luz de valores cristianos, entre otros). 

El hacer el bien contagia. Humanizar los negocios es nuestro deber.

Salir de la versión móvil