Icono del sitio ACDE Portal Empresa

Elecciones en los Estados Unidos: un nuevo mundo

Escuchar este artículo
Descargar MP3

El triunfo electoral de Donald Trump no sólo significa un cambio de presidente: es síntoma de un cambio cultural profundo, con implicancias concretas para las grandes compañías y sus líderes.

Cambio de era

¿Qué quiere el votante típico de Trump? Crecimiento económico y seguridad. Eso parece ser que América sea grande otra vez. Suena simple pero el diablo está en los detalles: el votante quiere que bajen los precios y a la vez una política arancelaria que proteja los productos Made in USA. Complejo, porque el proteccionismo trae inflación. Quiere también restricciones migratorias para excluir a los latinos peligrosos. Y salarios altos para los americanos. Pero que eso no impacte en el costo de la mano de obra y, al final, en los precios. Casi magia.

¿Y qué no quiere, en general, quien votó a Trump? No quiere funcionarios hablando de los derechos de las minorías, el cambio climático y la ya universal agenda woke. No quiere que sus dólares se gasten en una guerra a un océano de distancia de Montana, Ohio o Texas. No quiere nada que suene a pacto con China, Rusia o Hamás. No quiere un guiño a Venezuela. Ni a Cuba. Quiere derecha sin matices.

Los republicanos creen que el progre se equivoca con su prédica woke. Y los que apoyaron a Harris piensan que Trump y sus seguidores encarnan una peligrosa mezcla de ignorancia y maldad. La grieta no es solo ideológica: es sobre todo moral.

Los nuevos tiempos obligan a las empresas y sus líderes a repensar sus estrategias de comunicación. Ya nada es como era:

El mundo cambió. Así como la pandemia reconfiguró el escenario económico global, la vuelta de Trump sacude la política mundial y genera nuevos alineamientos y prioridades. Para las grandes empresas y sus líderes es tiempo de recalcular.

*Publicado originalment en el blog Comm de Infomedia y Dircom

Salir de la versión móvil