El Comienzo del Tricentenario de la Patria este año es un hito que nos convoca por un lado a la introspección sobre nuestro pasado pero que por sobre todo nos ubica y expone a todos juntos en un punto de partida histórico para un nuevo comienzo.
Es como si tuviéramos a nuestra disposición un libro con varias páginas en blanco por escribir en las que tenemos la oportunidad de desplegar los cimientos de un país más grande, más inclusivo, creciente, de bienestar generalizado, ejemplar.
En este punto existe una oportunidad histórica en demostrar el valor y la contribución del empresario o dirigente de empresa. No solo en su responsabilidad de generar bienes y servicios que satisfagan las necesidades de los clientes y eleven la calidad de vida del individuo. No solo en su responsabilidad de mantener su personal, capacitarlo, cuidarlo y remunerarlo adecuadamente. No solo en cuidar el entorno donde se desenvuelven las actividades, de cumplir con todas las regulaciones y pagos de impuestos.
Hay más: cuando se convive en una sociedad con problemas – en mayor o menor grado- como Desigualdad, Pobreza, Desafío medioambiental, Drogadicción, Corrupción e Inseguridad entre otras situaciones, todos los miembros de la comunidad deberían comprometerse con un verdadero cambio social en todo aquello que esté a su alcance, dentro del ámbito de su competencia personal o institucional. Y los empresarios no estamos exentos
Al contrario, según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), esta involucración es lo que puede dar viabilidad y legitimidad a la actividad empresarial.
Hoy la sociedad en general valora en forma negativa al empresario y dirigente de empresa, con marcado escepticismo, desconfianza y prejuicio a pesar de las muchas actividades que se llevan a cabo para la comunidad.
Un compromiso personal claro, visible en acciones, bien comunicado y acompañado, puede ser de ayuda importante para demostrar la verdadera contribución del empresario a la sociedad.
Este compromiso personal – coherente y consistente en valores entre nuestra Verdad o Creencia Religiosa y nuestro accionar- derramara sin duda en las organizaciones que lideramos ayudando a penetrar en las capas de la sociedad y a cimentar así un cambio positivo desde lo individual a lo colectivo.
El compromiso personal con el Sector Público y Privado significará el deber de ser firmes demandando transparencia a la función pública, pero a su vez cumpliendo regulaciones y operando en accionar consistentemente ético. No hay corrupción pública sin una contraparte privada que la materialice; el compromiso será dejar las excusas de lado y actuar con coherencia e integridad.
El compromiso con el Medio Ambiente es vital. Extensamente tratado por Su Santidad el Papa Francisco en su encíclica “Laudatum Si”, su mensaje nos hace un llamado impostergable a cuidar nuestro planeta .La fragilidad medioambiental conectada con los sectores más pobres acarrea graves implicancias no solo medioambientales sino sociales, económicas y políticas. Un llamado al compromiso para vencer la indiferencia y accionar en la concientización, cuidado y puesta en marcha de programas de sustentabilidad ante el desafío medioambiental será clave
El compromiso genuino con la Comunidad se extenderá en apoyo a programas de Educación, Generación de Empleo, Nutrición, Vivienda, Salud, Seguridad e Infraestructura en los entornos cercanos a las empresas o en programas de apoyo más amplios y de mayor impacto a nivel regional o país.
Finalmente, y no menos importante, será el compromiso que asumamos con nuestros Empleados. Es nuestra responsabilidad mantener pleno empleo, generar ámbito inclusivo, de respeto, de crecimiento, reconociendo individualidades y desarrollando talentos, ayudando a potenciar capacidades y a adaptarse a cambios y tendencias de empleos que desaparecerán y a nuevos que se crearán, siendo justos en remuneración y beneficios.
Tenemos en nuestra Asociación el ejemplo más elevado de compromiso para con sus empleados: nuestro fundador, Enrique Shaw, cuyas acciones concretas aun hoy nos sirven de enseñanzas y nos animan a espejarnos en su legado para cumplir con este objetivo.
Muchos de estos compromisos puestos en acciones no son nuevos y están ya siendo implementados desde hace mucho tiempo por numerosas empresas de nuestro país. Pero queremos que se extienda a toda la dirigencia empresarial y que fundamentalmente se hagan públicos en su concreción.
De esto trata la temática del próximo Encuentro Anual: de internalizar, asumir y comunicar los compromisos personales empresarios, de identificar donde están nuestras potencialidades y oportunidades para llevar a cabo acciones que beneficien toda la sociedad.
Tenemos la oportunidad histórica de dejar un sello indeleble en la puesta en acción de nuestros valores para este nuevo periodo. Ya hemos probado que sirve de muy poco el éxito individual si no tenemos una sociedad justa, equitativa, inclusiva, educada.
Es ahora.