Sonará gracioso, pero una vez más nos ponen a prueba a las Pymes. Tenemos que saber que cada regulación, ley, beneficio, proceso, sistema, lo que sea para las Pymes, tendrá sus cosas buenas y de las otras. Un poco como todo en la vida. El problema es que una vez más hay que saber dilucidar entre tanto texto e interpretaciones, qué sirve, qué no y qué perjudica.
A todas las Pymes nos gustaría tener un sistema más simple, algo que sea realmente beneficioso y aplicable. Algo que nos haga la diferencia. Algo que realmente nos ayude a colocarnos en otro plano.
¿Cuáles son los dos grandes problemas que tienen las PyMEs? Los altos costos y la igualdad de condiciones o competitividad. ¿Esta nueva ley nos ayuda a resolver estos problemas? ¿Es realmente algo que nos va a llevar a otro lugar como tipo de empresa?
Si empezamos a ver los puntos que trata esta nueva ley, vemos en primera medida lo referido al diferimiento del pago de IVA a 90 días para micro y pequeñas empresas. Este punto es de utilidad, ya que anteriormente las empresas debían pagar el IVA de lo que habían vendido antes de cobrar esa venta. Lo desventajoso es que solo aplica para los niveles más bajos de PyMEs. Una PyME con niveles de facturación medios, ya queda excluida.
Lo mismo ocurre en cuanto a la compensación del Impuesto a Créditos y Débitos Bancarios como pago a cuenta de Ganancias. Aplica a los niveles más bajos de PyMEs. Estamos hablando que estos beneficios son para empresas, si tomamos por ejemplo las de servicios, que facturan en promedio 1 millón de pesos por mes. Llevado a días, 45.000 pesos por día. Con esto se ve claramente quiénes pueden acceder a estos beneficios.
Otro punto importante es la desgravación del Impuesto a las Ganancias, siendo de hasta el 10% de las inversiones realizadas. Este es un gran incentivo para que las PyMEs inviertan. Pero nuevamente, hay rubros excluidos. Por ejemplo, vehículos. Mi empresa, Renting, invirtió 400 millones de pesos pero quedó fuera del beneficio.
También se elevaron los umbrales de retención de IVA, en 135%, y de percepción de Ganancias, en 400 por ciento. Aumentar el mínimo no imponible de estas retenciones y percepciones, colabora para que las organizaciones tengan mejores niveles de caja mes a mes. Pero hay que recordar que la percepción se paga cuando se cancela la factura y la retención cuando nos efectúan el pago. Por lo tanto si estos umbrales suben, implica que se va a pagar mayor cantidad del impuesto cuando este venza.
Como pudimos resumir, hay temas que ayudan o son útiles y otros que lamentablemente no son de amplia aplicabilidad.
Nuevos instrumentos
En los últimos meses también se lanzó al mercado un nuevo instrumento para Pymes que quieran emitir obligaciones negociables en el mercado de capitales.
Se trata del programa ON PyME Simple Garantizada.
Se intenta que las PyMEs pueden ingresar al régimen de oferta pública de una forma simplificada. Las emisiones que hagan podrán ser garantizadas por sociedades de garantía recíproca, entidades financieras o fondos de garantía. Además, las cargas de información que deben cumplir en forma periódica las emisoras se encuentran sustancialmente atenuadas respecto del régimen general de emisión de ONs. El nuevo sistema se diferencia del régimen no garantizado en el hecho de que la evaluación económica y financiera de la emisora queda en manos de las entidades que garantizan la emisión (SGR, entidades financieras o fondos de garantía). Este programa tiene un límite de emisión de $100.000.000.
Cada PyME puede emitir lo que le avale la SGR.
Si bien es un programa interesante no termina de solucionar el problema para el cual fue creado. Esto es, generar condiciones económicas razonables para que las Pyme puedan financiarse.
Puedo hablar con conocimiento de causa ya que la empresa que dirijo fue la primera en emitir este instrumento a través de la Bolsa de Buenos Aires y la de mayor monto hasta el momento.
Los costos “all in” de estos instrumentos están muy por encima de los costos deseables. Aquí también surgen inconsistencias en la salida de estas nuevas políticas. Estamos frente a una realidad de mercado que está generando fuertes olas en el mar financiero. Las Lebac con sus incomparables tasas muy atractivas para los inversores institucionales, la Anses secando la plaza, los fondos de inversión PyMEs con menos liquidez, etc., etc.
Nuevamente faltó leer mejor el mercado o cómo operamos las PyMEs. ¿Cuáles son las consecuencias? Todo tiene su efecto. Puede ser positivo o no. Pero busquemos nuevamente velocidad y profundidad. Busquemos cosas con impacto real, de aplicabilidad general.
Entiendo que todo se resuelve modificando el proceso de pensamiento o el análisis que debe realizarse previamente.
¿Por qué no participan los actores de las definiciones? De esta manera todo cambio, toda reglamentación o nuevo proyecto tiene la voz de aquellos que luego son los que tendrán que generar la utilización de los servicios o supuestos beneficios.
¿Qué quiero decir con esto? En nuestro país hay algo más de 600.000 PyMEs. ¿Cuántas accedieron al programa de ON Simple Garantizada? Apenas 7 empresas. O sea, el 0,001%
Otro tema que debe ser considerado para que tenga un alcance a todas las PyMEs, me refiero a todos los rubros y tamaños de empresas, es el revalúo por inflación.
Las empresas de capital intensivo, con activos muy importantes como ser vehículos, que tienen una amortización baja respecto al valor de mercado real de los bienes no están dentro del denominado revalúo.
Otra vez, la distorsión o la no instrumentación de políticas de amplio alcance.
Necesitamos ser más escuchados, poder participar en los foros donde se decidan estas medidas y leyes. Nos gustaría poder proponer mejoras cada vez que se redactan las leyes. ¿Hay algún método para anotarse y poder ayudar? Si hay Pymes participando, ¿de qué rubro? ¿Tienen el expertise necesario? ¿Cuáles son? Si no nos ayudamos todos, si no hacemos las cosas en consenso, si no buscamos que el impacto sea el que necesitamos, si no generamos el ecosistema Pyme en serio, seguiremos siendo PyMEs tratando de surfear cada ola para mantenernos a flote.
Queremos ser el verdadero motor del cambio.
En adelante
En los próximos días se estará tratando la nueva ley de mercado de capitales. En cuanto a PyMEs, lo central pasa por la promoción del descuento de facturas por parte de las PyMEs.
Las PyMEs que somos proveedoras de las grandes empresas multinacionales sabemos muy bien que esto es mala palabra. Una empresa no quiere que sus facturas sean cedidas, descontadas o negociadas en mercados secundarios. No desean es convertir una deuda comercial en financiera. No sé si está bien o no, es la realidad del mercado. Una vez más, si quiero regular, instrumentar o emitir leyes sin conocer las realidades o prácticas de mercado es muy difícil tomar las mejores decisiones.
Tal vez algunos puedan, pero ¿por qué no hacer algo para el 99,9%?
El debate sigue siendo velocidad versus profundidad. Impacto o realidad. ¿Se puede hacer las dos cosas? La respuesta es un rotundo sí. Hay que hacer las cosas en equipo, con consenso, analizando el impacto futuro, el alcance de las políticas, etc., etc. Nada muy difícil. Solo hay que hacerlo una vez y replicar el modelo. Un proceso de planificación que lleva siglos. Un proceso para la toma de decisiones, que también puede tener sus fallas, pero serán mínimas o al menos ya serán conocidas por todos.
Al fin de cuentas todos los problemas se traducen en mayores costos que tiene que pagar el cliente. Y si el cliente no los paga, la Pyme debe buscar eficiencias y reducciones de costos. Pero donde se busquen reducciones, siempre habrá otro mayor costo asociado.
Y finalmente es muy probable que ocurra lo peor. Una Pyme que queda en el camino. No es nada nuevo. Hace 10 años que en nuestro país son las mismas la cantidad de PyMEs que se crean que las que dejan de existir. O sea, la realidad de mercado es una y solo una. Hay que saber leer la realidad. Leer las señales del mercado.
Hasta acá se habló mucho de los costos que tiene una Pyme producidos mayoritariamente por regulaciones impositivas.
En otros capítulos abordaremos los restantes dos aspectos con alto impacto en costos que son los costos laborales y los costos financieros. También, como mencionamos al inicio de esta nota, el segundo punto que tenemos las PyMEs para trabajar es poder acceder a la igualdad de condiciones.
Aspectos que veremos en próximas notas.