“Imagina un mundo en el que se reduzca la desigualdad y en el que los recursos naturales se regeneren y las personas puedan desarrollar todo su potencial y beneficiarse de la prosperidad compartida basada en el crecimiento económico, la igualdad de oportunidades, la libertad de la iniciativa privada y la equidad. Un mundo centrado no solo en minimizar el daño, sino en generar un bien que se pueda medir, a través de la utilización eficaz y eficiente de los recursos disponibles. Esto es la Revolución del Impacto. Todos y cada uno de nosotros tenemos un papel que desempeñar en ella”.
Así reza el Manifiesto de SpainNAB – Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto, un grupo de líderes de sectores distintos con compromiso social que responde al National Advisory Board on Impact Investment. Es el Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto y representa a nuestro país ante el Global Steering Group for Impact Investment – GSG.
Pero, ¿qué es el Impacto Social y Medioambiental?
Son los cambios que experimentan, tanto las personas como el planeta, por causa de una actividad, proyecto, programa o política concreta y que afectan a las condiciones humanas en el largo plazo. Estos cambios pueden ser medibles, positivos o negativos, intencionados o no intencionados, tangibles o intangibles.
Adquiere una extraordinaria relevancia en el tiempo y las sociedades que vivimos que seamos capaces de monitorizar y, en la medida de lo posible, de monetizar los impactos con los indicadores concretos, sean cuantitativos y/o cualitativos, de la innovación social y medioambiental en las relaciones, los servicios, los procesos, las transacciones, las decisiones, etc… de los entornos públicos y privados. Ese es el cambio de paradigma que debemos encarar: medir con metodología e indicadores consensuados por la comunidad científica, profesional y política el impacto en el bienestar en las personas y en el planeta.
En esa tarea se han propuesto algunos de los players de impacto en nuestro país como Fundación Repsol, Mapfre y Open Value Foundation entre otros, en sede de la Universidad de Comillas con el Informe de Propuestas de Medición y Gestión del Impacto Social.
Este documento con cierto consenso propone:
Un marco de actuación
El marco contiene una estrategia y un conjunto de definiciones que permiten establecer unos objetivos para ofrecer resultados significativos y consistentes. Se basa en una serie de principios o normas que deben estar explicitados. Además, delimita el alcance de la medición y especifica los grupos de interés y sus responsabilidades. Los marcos definen la metodología que permite más tarde su desarrollo e implantación (y aterrizaje).
Una metodología
La metodología es un proceso que incluye tanto un mix de herramientas como unos criterios de medición para generar y evaluar datos que permitan medir y valorar (monetariamente o no) el impacto. Esto permite a las organizaciones comunicar sus impactos tanto interna como externamente (reforzar su estrategia) y tomar decisiones estratégicas (con ello). Las organizaciones desarrollan sus propias metodologías o utilizan metodologías ampliamente aceptadas, que son la combinación de varios enfoques de valoración y conjuntos de datos.
Unos indicadores
Representación cuantitativa y/o cualitativa de un cambio que permite medir los efectos generados por una política, programa o proyecto, sobre la población y el planeta. Los indicadores deben ser «SMART» y ser útiles para evaluar acciones y apoyar la toma de decisiones.
En esencia, es necesaria una taxonomía social validada y estandarizada en el entorno europeo, encuadrada en la #Agenda2030, en los criterios #ESG y con índices concretos. Todo un reto. Entre tanto, nos encontramos en la transición innegable de la RSC y la innovación social hacia un modelo de organizaciones con propósito, empresas humanizadas y consejos de administración que no solo validen el retorno económico, sino también el impacto, con medición fiable, de su interacción con las personas, con el planeta….
*Publicación original del Instituto Empresa y Humanismo, de la Universidad de Navarra.