Los orígenes del Premio Enrique Shaw a la función Social de la Empresa
Me han solicitado que escriba respecto a los orígenes del Premio Enrique Shaw a la Función Social de la Empresa que se mantiene actualmente vigente
Demoré en realizarlo, pues como el correr de los años, suele jugarnos malas pasadas, recurrí a la búsqueda de antecedentes por parte del staff de ACDE y de amigos socios de aquellas épocas para no cometer errores.
Corría el año 1987 y bajo la Presidencia de ACDE de Luis Bameule(H) fui designado el 13 de mayo de 1987 presidente del CEDE (Centro de Estudios de la Empresa), cargo que ejercí hasta el 8 de agosto de 1990.
Durante esa gestión en la que me acompañaron como miembros de la Comisión Directiva de esa entidad: Alejandro Pollitzer, Raúl González, Luis Outerial, Enrique Colombo, Alberto Rimoldi y Horacio Romano; algunos ya lamentablemente fallecidos. Desarrollamos con la invalorable ayuda de Américo Monterroso, secretario general de ACDE, del Padre Moledo, Asesor Doctrinal en una primera instancia y luego con su sucesor, el Padre Braun, el primer Premio a la Función Social de la Empresa 1989.
El objetivo de este publicado en la Revista Empresa era:
“Destacar ante la sociedad argentina y la Dirigencia Empresaria en general, las acciones encaradas por empresas que contribuyan a consolidar la empresa como célula básica de la comunidad en desarrollo integral del Hombre.”
El primer jurado del premio lo integraban: Guillermo Alchouron, Hugo Barrionuevo, Ovidio Lagos, Hernando Campos Menéndez, Marita Carballo, José Luis de Imaz, Roque Maccarone, Fulvio Pagani y Miguel Roig.
Las empresas premiadas ese año fueron:
- “Programa de Desarrollo Social Integrado” – Siderca S. A.
- “Programa de Educación” – Banco de Boston Argentina (Fundación)
- “Programas de Apoyo a la Comunidad” – Sancor C.U.L.
- “Programas de Apoyo a la Comunidad” – Quetrihue S. A.
- “Programa de Desarrollo y Capacitación Personal” – Siemens S. A.
- “Programas de Salud, Higiene y Seguridad Industrial” – Alpargatas S. A. I. C.
El primer acto de entrega fue presidido por el Presidente de la Nación y en el mismo y me tocó hacer entrega a la firma Quetrihué S.A. radicada en el sur del país el premio a su categoría.
Desde esa fecha a nuestros días el Premio fue cobrando importancia y se ha mantenido como un signo del permanente del pensamiento de ACDE.