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Algunos comentarios personales en materia económica

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Estamos en una etapa del país, que muchos llaman crítica. Escuchamos muchas propuestas, contrapropuestas, debates, y todo tipo de cosas, que las he escuchado siempre.

Personalmente, no le veo diferencia a lo sucedido cada 10 años en los últimos 60 o 70 años aproximadamente.

No vislumbro grandes cambios, ni problemas diferentes a los que posee el país.  Que son estructurales.

Un concepto erróneo de los políticos.  La culpa es del otro partido.

No es así.

Los problemas no son fáciles de resolver.  Ambos bandos los quieren resolver.  Todos quieren un país mejor.  Podrán pensar distinto, pero todos quieren triunfar, y no fracasar.

Es erróneo pensar que uno es el correcto y otro el equivocado.

Actualmente, el mandatario que está por entrar propone, se contradice, etc.  En parte, porque muchas de sus ideas no tenían sentido técnicamente.  Si fueran tan fáciles de llevar a cabo, las hubiera llevado a cabo el otro partido (obviamente).

Es bueno que se contradiga, porque implica que no quiere hacer las cosas mal (o no tan mal, al menos).

Sin embargo, todavía hay conceptos, que personalmente, los veo como que conducirían a un fracaso.

Por ejemplo, reducir el déficit fiscal abruptamente.  Personalmente, creo que produciría una crisis enorme.

Y posteriormente, aumentaría el déficit a su nivel actual.  Después de una situación evitable y lamentable.

Por un lado, estimo personalmente que hay conceptos erróneos.  Gasto público es improductivo.  Gasto privado es productivo.  Esto es erróneo.

Primeramente, me parecería que hay que ser progresivo.  Creo que cuando hablan del gobierno de Macri que fue gradual.  Personalmente, no lo veo así.  Lo veo que fue erróneo.

Esos conceptos son distintos.  He visto muchos errores en el gobierno de Macri que personalmente, para mi fueron el fracaso.  No lo vi nunca gradual, para nada.  Lo vi erróneo.

Por otro lado, si hay que reducir gasto público.  Hay que reducir el gasto improductivo.  El gasto público productivo, hay que mantenerlo o aumentarlo.

Sí, aumentarlo.  Mientras más producción, mejor situación económica.

Por ejemplo, Aerolíneas Argentinas es deficitaria.  Bueno, mejorar la administración.  Despedir al personal improductivo y aumentar las ventas de pasajes de extranjeros (que traen divisas) y aumentan el superávit comercial.

Es fácil, no.  Pero conceptualmente es lógico.  Y lo que conceptualmente es lógico, teóricamente es lógico y, en consecuencia, trae buenos resultados.  Así funciona la ciencia.

Por otro lado, si en las empresas privadas, hay personal improductivo.  Que hay mucho.  Habilitar el fondo de indemnizaciones y liberar de una vez por todas del castigo que tiene el empresario de la indemnización por antigüedad.  A partir de ahí, los empleados improductivos van a dejar de castigar a los empresarios y emprendedores, y de los empleados que realmente quieren trabajar.  O de los que buscan trabajo y no consiguen; debido a que los empleadores no quieren contratar por el riesgo y castigo de mal contratar empleados.

Creo que es el cáncer de la productividad la indemnización por antigüedad.  Y el cáncer de los pobres trabajadores que quieren mejorar su calidad de vida.

Un empresario que no es castigado por haberse equivocado al contratar un empleado va a animarse a contratar y va a querer que tenga las mejores condiciones.

Incluso para fomentar que se mantengan empleados con mayor antigüedad, se pueden reducir las contribuciones patronales para los empleados, según la antigüedad de los empleados.  O sea, empleados antiguos, empleados más capacitados, con mayores cargos, mayores salarios, pero menores costos laborales.  Incluso se pueden establecer beneficios impositivos según la antigüedad de la nómina promedio.

Las leyes laborales datan de la década del 60.  No existían los televisores colores, no existían las computadoras, no existían los celulares, no existía la robótica, etc.  Es otro mundo.  Era otra realidad.  Y los problemas eran otros.  Era la época de la economía secundaria (industria).  Hoy es de la cuaternaria (robótica).  Pasaron 2 etapas más.  Argentina, no avanza.  Y no avanza por estar en debates teóricos de hace 100 años.

Por otro lado, otro tema que se escucha es hacer el ajuste total en la obra pública.  Personalmente, estimo que podría traer problemas catastróficos.

La obra pública es una actividad productiva, y que genera muchos beneficios económicos y sociales.  Personalmente, estimo, que el estado podría en vez de otorgar licitaciones es cambiar algunas por empréstitos a devolver por parte de los inversores en un plazo de 10 años después de construida, a través de los beneficiados por la obra.  De esa forma, el estado recupera el costo de la misma, y el constructor tiene que hacer un trabajo adicional que es el de administrar la obra durante un plazo posterior y hacerla rentable.  Incluso, se podría en algunas obras en curso, cambiarlas por empréstitos, estando ambas partes de acuerdo, haciendo que se reduzca el déficit fiscal, a mediano plazo, por el recupero de las obras.

Las empresas públicas pueden ser muy superavitarias.  Incluso los organismos públicos tienen personal altamente calificado y altamente productivos.

Está en el trabajo minucioso y realmente en detectar quienes son personal productivo y quienes no.  Además, hay que establecer un mecanismo totalmente meritocrático tanto en el sector público como en el privado.  No todos son iguales ni todos son distintos.  Hay que ser generalista y personalista y se necesita mucho trabajo para conocer y gratificar tanto económica como por méritos a los trabajadores.

Es muy importante esto, para hacer un estado eficiente y superavitario.

El poder reducir el déficit fiscal, personalmente, lo estimo en un trabajo largo, meritorio y de largo plazo.  Pero es importante la productividad, valorar los méritos, eliminar las indemnizaciones por antigüedad pagas por los empleadores y no pensar que las empresas públicas son deficitarias.  Las mismas incluso pueden traer superávit comercial.  Hay que ser innovador y trabajar comercialmente en las mismas.

Se necesita mucho trabajo. Como todo.

Es la única forma de salir adelante.

Sobre el autor

Alejandro L. J. Tonnelier

Socio del Estudio Tonnelier. Fue investigador del Instituto de Investigaciones Contables de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y docente de diversas asignaturas del área contable.

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