La esperanza según Interstellar de Christopher Nolan (2014)

Rage, rage against the dying of the light

 Dylan Thomas

¿Es válido spoilear una película de hace casi una década? Para responder con precisión esta pregunta, habría que buscar la definición de spoiler -quizás lo haga más adelante- ahora sin pensarlo demasiado, digo que sí porque ha pasado mucho tiempo. De todos modos, me veo en la necesidad de explicar qué me lleva a comentar una película de 2014. Y es que terminaba de hacer la selección de citas del texto de Joseph Ratzinger sobre la esperanza (2007) que hice para este portal y me puse a buscar en HBO Max algo para ver. Yo soy de cumplir milimétricamente algunos pseudo-mandamientos muy personales como no comer cilantro o no ver películas de ciencia ficción. Pero, como me gustó tanto Oppenheimer -Christopher Nolan (2023)- decidí darle una oportunidad a su Interstellar (2014). Y me encantó, en parte, porque no podía dejar de notar a cada momento los puntos en común con lo que recién había terminado de leer, tal es así, que mientras la veía ya tenía ganas de empezar a escribir.

Antes de animarme con mi hipótesis, googleé un poco sobre las influencias intelectuales del guionista y director británico-estadounidense y encontré esta nota, donde se da cuenta de las influencias del cristianismo en su obra. Y ¿qué cuál es mi hipótesis? Que uno de los hilos de la trama de la película Interstellar es la cuestión de la esperanza, aunque el guion no haya mencionado ni una sola vez esa palabra. Al menos que yo recuerde.

El fin de la humanidad

La palabra “fin” en castellano tiene, al menos, dos significados: el fin como final y el fin como finalidad. Tanto Interstellar como Oppenheimer tratan sobre el final de la especie humana, sobre la destrucción del mundo, ya sea por el uso de la bomba atómica, o por el cambio climático y la falta de alimentos. Y ambas, también, plantean la pregunta sobre el “para qué”, la inquietud por el sentido de todo esto, tanto individual como colectivo. Explícitamente, por ejemplo, se lo pregunta el protagonista de Interstellar: “¿Por qué estamos aquí? ¿Qué lo que se supone que estamos destinados (meant) a hacer?”

Final y finalidad son también nociones que contienen de modo implícito la idea de futuro, de algo que va a suceder, de un todavía-no, de algo ulterior que tracciona el presente, por lo que aquella disposición del espíritu que llamamos “esperanza” abraza el futuro y el fin -en ambos sentidos de la palabra.

La película

Para quienes no la vieron, acá les dejo un link con el argumento y destaco algunos elementos del guion para que sea más comprensible qué es lo que yo veo de la Spe Salvi en la película.

Joseph Cooper (Matthew McConaughey) es un expiloto de la NASA que trabaja como granjero, viudo con dos hijos: Murphy y Tom. La tierra se está tornando invivible por las tormentas de polvo y los cultivos que no subsisten. Se estima que la generación de Murphy será la última. Joseph se involucra en una misión espacial destinada a encontrar otros planetas habitables viajando en la nave Endurance (¡resiliencia!) a través de “agujeros de gusano”. Los líderes del proyecto para salvar a la humanidad de su extinción son el Profesor Brand (Michael Caine) y el Dr. Mann (Matt Damon). Joseph viaja acompañado de la hija del profesor, la Dra. Amelia Brand (Anne Hathaway) y otros dos colegas. Visitan distintos planetas, cometen errores fatales y pierden tiempo -que en el espacio sideral transcurre mucho más lento que en la tierra. Descubren que los líderes han mentido sobre las verdaderas posibilidades del proyecto y han actuado con soberbia y sin coraje. Joseph y Amelia, que estaban dispuestos al heroísmo para salvar a la humanidad, ahora solo desean reencontrase con sus seres queridos. Finalmente, la humanidad es salvada por un descubrimiento científico realizado por la hija de Joseph, la ahora Dra. Murphy Cooper (Jessica Chastain). El descubrimiento se logra gracias a la fe mutua interestelar entre padre e hija que trasciende las leyes del espacio y del tiempo.

¿Qué es lo que tiene en común Interstellar con la Spe Salvi?

En primer lugar y de forma muy clara, la idea de que no es lo mismo el progreso científico y el progreso moral. Frente a la posibilidad de tener que abandonar la Tierra para encontrar un mundo mejor, la película materializa la fe humana -una mezcla de conocimiento y de riesgo a la vez- en los viajes interestelares y las técnicas de reproducción que permitirán poblar los nuevos mundos. Sin embargo, el proyecto se ve frustrado por el ego del Profesor Brand y del Dr. Mann, que pusieron en primer lugar su deseo de supervivencia individual y la soberbia de no admitir sus errores, su desconocimiento, su fracaso. 

Como dice Benedicto, a pesar de la existencia del conocimiento acumulado, del tesoro de sabiduría de la humanidad, de las experiencias anteriores, el hombre siempre es libre y las decisiones de cada persona son siempre nuevas y cada generación, vuelve a comenzar (Cf. Spe Salvi, 14, 15 y 24)

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En segundo lugar, una afirmación en común entre la película y la encíclica, al menos para mí muy evidente, es que depositar la esperanza en un futuro mejor en el cual ya no esté yo, ni mis seres queridos, no es un motivo suficiente para la esperanza (Cf. Spe Salvi, 30). 

Tanto Amelia Brand como Joseph Cooper deciden por amor, más que por la objetividad de la ciencia o la racionalidad en el manejo de los recursos de la nave. Aun así, se lo cuestionan, se preguntan si decidir así es lo correcto. Brand le dice a Cooper: «Quizás tengas que decidir entre ver a tus hijos otra vez y el futuro de la raza humana”. Sus nobles intenciones heroicas fallan cuando fallan las autoridades humanas (Cf. Spe Salvi, 35). 

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En tercer lugar, la película y la encíclica coinciden que el amor es lo que redime, porque es lo único que vence las limitaciones del espacio y el tiempo; y que, expresado en términos cristianos, significa que el amor vence a la muerte (Cf. Spe Salvi, 26).

Joseph Cooper le promete a su hija que volverá de su viaje interestelar -y vuelve también para rescatar a la Dra. Brand. Aunque algunas críticas señalan que lo mejor de las películas de Nolan no son los diálogos esta línea es una de las centrales: “El amor es la única cosa de las que somos capaces de percibir y que trasciende las dimensiones del espacio y del tiempo. Quizás deberíamos confiar en eso, incluso si todavía no podemos entenderlo”, dice la Dra. Amelia Brand. 

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En cuarto y último lugar, aunque de un modo no tan evidente, en la película se presenta una noción de eternidad bajo la forma de una resistencia a la mera idea de que tanto el final como la finalidad de todo se constituya en la muerte. Por ejemplo, Joseph Cooper dice «la humanidad nació en la tierra. Nunca fue pensada para morir aquí.» Y también “el final de la tierra no será nuestro final”. 

En esta línea, en Interstellar también está presente la idea de que es posible el reencuentro con los seres queridos en un plano donde ya no existe el tiempo. Dice Ratzinger: “Que el amor pueda llegar hasta el más allá, que sea posible un recíproco dar y recibir, en el que estamos unidos unos con otros con vínculos de afecto más allá del confín de la muerte, ha sido una convicción fundamental del cristianismo de todos los siglos y sigue siendo también hoy una experiencia consoladora” (Spe Salvi, 48). En la película se da algo análogo en la escena que resuelve la trama: el momento de la comunicación codificada entre Joseph y Murphy que supera la distancia espaciotemporal para transmitirle los datos necesarios para la salvación de la humanidad.

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Un bellísimo poema de Dylan Thomas se repite varias veces a lo largo de la película invitando a resistir la oscuridad de la muerte: “Do not go gentle into that good night (…) Rage, rage against the dying of the light.” Vale la pena escucharlo o leerlo acá  ¡Enjoy!