Las constelaciones organizacionales son un aporte valioso, una mirada adelantada en el tiempo. En una cultura con exceso de racionalismo es muy importante recuperar lo emocional y lo corporal para comprender lo que uno no puede, pero que nos da información de nuestro propio equipo o de nosotros mismos como líderes e integrantes.
Para hacer explícito lo implícito simplemente con realizar un diagnóstico de cómo interactúan un grupo de ocho a diez personas es suficiente para determinar qué sucede en la empresa sin la necesidad de realizar doce o más entrevistas individuales. Intentando no marearnos, como decía aquel juego de palabras que gustaba a los filósofos antiguos: aquello que permite saber lo que realmente sabemos pero que no sabemos que sabemos.
Para entender el impacto de estas configuraciones de las organizaciones, muchas veces sin pensar en sus efectos posteriores, merece indagar en los principios organizativos sobre los cuales se verifican otras cuestiones como la inclusión, el orden y el saber técnico y el estilo de liderazgo. Todo se combina como en una constelación y la resultante, muchas veces sin pensarlo o buscarlo, es lo que realmente ocurre dentro de una organización.
Principios organizativos
De pertenencia: refiere a la inclusión o exclusión de las personas en los procesos de trabajo. Muchas veces un colega del equipo no es incluido y esto genera trabas para avanzar con proyectos simplemente porque la persona es ignorada a pesar de estar presente de las reuniones. Excluir el pasado obstruye la proyección hacia adelante e implica no reconocer ni honrar el camino ya transitado. Esto llevado a lo macro social suele suceder con la llegada de nuevos gobiernos al país que el empezar de foja cero han traído muchos atrasos en décadas en donde otros países pudieron desarrollarse mucho más simplemente por honrar y respetar la historia. En la vida cotidiana hay que tener en cuenta un poco más allá de los accionistas o ejecutivos principales. También a los empleados, proveedores y actores con los que relacionamos, para preguntarse: ¿A quién estoy incluyendo y a quién estoy dejando afuera?
De orden: el orden en un sistema muchas veces lo da la jerarquía, pero en otros casos pueden ser otras las variables como el orden temporal, el conocimiento técnico o la contribución específica a un proyecto en particular. Muchas veces sucede que se mezcla el cargo jerárquico con el orden de llegada, que una persona tenga un puesto superior no implica que respete los tiempos que hayan conformado la organización. Al principio de orden en algunos casos lo oponemos a la libertad, pero también reconocemos que, a más orden, más libertad, cuanta más libertad tenemos, mas ordenados somos. En función a este principio de orden hay que preguntarse ¿Tengo en cuenta el orden o los estoy mezclando? ¿Quién es el experto técnico en cada tema?
Equilibrio entre dar y tomar: hay dos extremos: por un lado, existen gerentes que dan mucho, pero exigen poco, creyendo que eso significa liderar, con lo que se da una especie de paternalismo donde termina ocurriendo que el resto del equipo no puede aprender o desprenderse. Por otro lado, están aquellos que exigen mucho, pero reconocen poco y se trata de un estilo de liderazgo autoritario donde las personas se sienten abusadas. El equilibrio principalmente en la cultura latinoamericana está entre la vida externa y la vida interna. Si uno tiene desde una perspectiva interna cualquier acción externa puede vivir muy bien, esto no tiene que ver con el equilibrio entre lo laboral y lo personal. ¿Cómo tenemos el equilibrio en el equipo de trabajo, mis jefes, los reportes? ¿Me llego a sentir abusado, sometido en algún momento?
Excelente información, incluso a nivel individual se puede mirar de otra manera para tomar las decisiones que estén dirigidas hacia el logro de nuestros objetivos en cuanto a los proyectos que queramos emprender o estemos desarrollando