Las organizaciones de hoy esperan que sus empleados sean proactivos y tengan iniciativa, que colaboren con los demás, que asuman responsabilidades en el propio desarrollo de sus carreras, y que se comprometan con la productividad.
Estos objetivos serán difíciles de alcanzar si continuamos bajo el mismo paradigma laboral en donde el desempeño y la eficiencia son los únicos pilares, sin tener en cuenta otros elementos como el bienestar de las personas que forman parte de las organizaciones.
Relacionado a la productividad podemos ver cómo influyen negativamente las enfermedades adquiridas en el ámbito laboral, el estrés y el malestar emocional de los trabajadores. Esto se traduce en una carga económica por gastos médicos, alto ausentismo y rotación, y baja de producción por desmotivación.
Por otro lado no podemos desconocer que los Millennials, que representan un gran porcentaje de la fuerza trabajadora a nivel global, tienen rasgos y preferencias distintas a sus generaciones predecesoras. Este grupo humano prioriza su tiempo libre, el bienestar personal y el desarrollo de sus competencias, entre otras.
En este marco, las organizaciones deben generar un clima laboral acorde a estas nuevas necesidades, propiciando el bienestar de los colaboradores.
¿Qué es el bienestar? La Real Academia Española lo define como “el conjunto de las cosas necesarias para vivir bien”. Y, ¿Es posible aplicar el Bienestar dentro de una empresa?
Claro que sí, siempre que las organizaciones utilicen el potencial del Bienestar para alinear los ambientes de trabajo y cultura con los valores personales de los trabajadores y sus Necesidades de sentirse bien.
Según el Informe de Investigación del 2016 “El futuro del bienestar en el trabajo” del Global Wellness Institute (GWI) se puede predecir que:
- Las empresas y los gobiernos estarán muy motivados para revertir la tendencia actual de una fuerza de trabajo deficiente.
- El bienestar en el trabajo es un movimiento sostenible que ganará impulso en todo el mundo en los próximos 5-10 años.
- Los programas de bienestar en el trabajo, como los conocemos hoy – desaparecerá.
- Los individuos asumirán más responsabilidad por su propio bienestar en el contexto del trabajo.
- Las empresas deben adoptar una cultura del bienestar por defecto, no la excepción, si quieren atraer y retener a la gente talentosa.
- Las empresas reconocerán que el derecho de los empleados y la comunidad es un buen negocio.
- Los gobiernos se volverán más agresivos exigiendo el bienestar, incluso en el lugar de trabajo.
- Los ambientes de trabajo más saludables serán un destino donde la gente va a mejorar su propio bienestar.
Con este escenario, ¿podemos imaginar cómo sería el mundo si el bienestar se extiende en todos los ámbitos?