Una de las unidades de negocio que reportan a finanzas es el Area de Risk Management o Administración de Riesgos.
Aunque se trate de una empresa PYME, la actividad debiera existir igual. Y tomarse el tiempo necesario una vez al año de revisar todos los seguros, las sumas aseguradas de los activos y la relación costo – beneficio que obtenemos de lo invertido en seguros.
Muchos de ellos son obligatorios, no queda más remedio que tomarlos. Pero otros son optativos. Siempre se recomienda comenzar de lo más grande a lo más pequeño. Hoy les contaré de un riesgo optativo que muchas veces le quita el sueño a más de uno:
El Seguro de Incendio (o Todo Riesgo Operativo)
Dato Importante: La valuación de los activos al efecto del seguro de Incendio no tiene nada que ver con el criterio contable. No se utilizan aquí valores amortizados.
Para el inmueble se utiliza costo de reposición. De acuerdo a la cantidad de metros cuadrados cubiertos construidos se obtiene la suma de cuánto costaría volver a construir el inmueble. Hay que calcularlo al 100% ya que la medida de prestación es a prorrata.
Lo mismo sucede con Incendio Mercadería (Materias Primas, Materiales, Productos en Proceso y Productos Terminados). Tomaremos costo de fabricación o costo de reposición de la mercadería puesta en planta.
El Seguro de Todo Riesgo Operativo (T.R.O.) plantea una alternativa a la tradicional póliza de Incendio y Riesgos Aliados. A cambio de una franquicia – participación del asegurado ante un siniestro- torna el costo más barato al tener aseguradas varias ubicaciones ya que la probabilidad de siniestro en un mismo momento se ve reducida.
El T.R.O. generalmente es más conveniente que el Seguro de Incendio cuando hay varias ubicaciones a riesgo.
Mientras el Seguro de Incendio y Riesgos Aliados actúa nominando los riesgos cubiertos; el Seguro de Todo Riesgo Operativo actúa nominando los riesgos excluidos.
O sea que en Incendio es importante leer “qué cubre” mientras que en T.R.O. es importante leer “qué excluye”.
En T.RO. encontraremos nominados los Sublímites: coberturas adicionales que protegen al asegurado hasta el monto de dinero que se expresa en cada una. La medida de la prestación es a primer riesgo absoluto: Robo de dinero en caja, Robo de dinero en tránsito, Cristales, Robo de mercadería, Gastos extras, Daños por agua, Todo riesgo equipos electrónicos fijos, Todo riesgo equipos electrónicos móviles, Remoción de escombros, etc.
La cobertura de T.R.O. Cuenta con la posibilidad de cubrir el Lucro Cesante (Daño Indirecto) ocurrido a consecuencia de un daño directo cubierto en la póliza. Ejemplo: a causa de un Incendio en la planta, se deja de producir y se encuentra la mitad de la planta parada por 6 meses.
Esta cobertura se llama Pérdida de Beneficios (Business Interruption) y posee un deducible medido en días. Contempla el Costo Fijo más el margen bruto (con la planta parada el costo variable no lo tenemos). De manera que si un asegurado posee un seguro bien armado obtiene las dos partes de la indemnización por Daño Directo en el caso de
Incendio y por Daño Indirecto a través de la Pérdida de Beneficio.
La Suma Asegurada de Pérdida de Beneficio fue calculada por el asegurado al comienzo de vigencia. Dato a tener en cuenta: la tasa de pérdida de beneficio (medida en por mil %o) es igual a la tasa de Incendio Edificio / Incendio Mercaderías.
“El que se quema con leche, ve la vaca y llora” reza el refrán popular. Las empresas que han atravesado siniestros valoran la herramienta del seguro y revisan a conciencia las pólizas. Cada vez más son las empresas que encaran la revisión aún sin haber siniestro de por medio. Realmente un ejemplo a seguir.
Como vemos la administración de riesgos hoy en día requiere un manejo profesional del tema. Donde se incluyen elementos de derecho, conocimiento amplio del negocio y por supuesto de seguros. Ya nada está librado al azar.