En un momento en que hay que ajustarse los cinturones y atravesar una crisis económica, es necesario asumir que habrá turbulencias, el desafío es: ¿cómo pasar esa tormenta sin afectar a los sectores que la sienten más? La Argentina hace años que está transitando crisis periódicas que la han transformado en una gran máquina de generar excluidos. El gran desafío de hoy es cómo adecuar el sistema a una economía global y cuidar a los sectores vulnerables. Hay algunas PyMEs nacionales que son ejemplo de innovación e inclusión pero eso nunca se potenció como plataforma o política a nivel país. El conflicto de la gente es que siente temor a la incertidumbre de cuánto tiempo durarán estos cambios en la economía, en las empresas donde trabajan; y en su casa los padres le dicen a sus hijos: “este año no habrá vacaciones, pero el año que viene algo haremos, aunque sea armaremos la carpa en el patio de la casa de la abuela”, tienen esperanza que esta situación sea breve y que mejore.
Siempre asocié la palabra equipo con el fútbol
En un partido de fútbol casi nada sale como se había preparado: una expulsión, un gol temprano, una lesión, cambian el juego pero estas circunstancias no invalidan, como en las empresas, la conveniencia de planificar.
Lo que todo equipo requiere es que sus componentes estén dispuestos a cambiar de planes, a modificar su forma de hacer las cosas cuando las circunstancias lo requieren. La misma organización de los equipos de trabajo tiene que ser lo suficientemente flexible de acuerdo con el tipo de actividad.
La creación de equipos es tan variada como la mezcla de culturas vigentes en una organización dependiendo su flexibilidad, no solo de las manifestaciones organizativas, también y sobre todo, en el comportamiento de las personas desde quienes pronuncian slogans paralizantes hasta quienes son capaces de impulsar los cambios.
Observo a empresarios, aún en estos tiempos, comportarse con el personal como directores de escuelas, asumiendo un rol sancionatorio más que motivador.
Las empresas que piensan en su gente son más rentables y eficientes
En las empresas los resultados deben ser el foco, mejorando los presupuestos todos los años. Sin embargo, el foco también debe estar puesto en el cuidado de la gente: el “factor H”, que es el que hace la diferencia, y en épocas de crisis el cuidado de la gente debe pasar a primer lugar. Una empresa es exitosa cuando el líder entiende y sabe que cuanto más motivado esté su equipo más comprometido estará y cuanto más comprometido mejores serán los resultados y más eficiente será la empresa. El empresario hoy, debe ejercer un liderazgo de servicio: hacia adentro a los empleados y hacia fuera a los clientes
Los líderes, los empresarios tienen que escuchar más, y buscar el consenso ejerciendo el poder de forma diferente, ya no en función de su ego, orgullo o autoestima, sino que deben verlo como la posibilidad de generar transformación, de alcanzar mejores resultados con su liderazgo. Es de suma relevancia lograr el compromiso de los empleados, la importancia de comunicarle el rol que tienen ellos en la empresa, y lo relevante de generar una cultura en un proceso de transformación y de cambios, sabiendo que todo en la vida es aprendizaje.