A lo largo de estos 30 años, hubo distintas y grandes distinciones entre los ganadores del premio “Enrique Shaw”. Desde ACDE tuvimos la iniciativa de hablar con esos ganadores, recordar momentos, y ver la importancia del premio para los proyectos.
“Sentí que el proyecto estaba alineado a los valores de Enrique, por eso me postulé” cuenta Sergio Ortiz de Siclo Rural, que con su proyecto “El uso en desuso” obtuvo el Primer premio en 2018, dentro de la categoría PyM
Es. “Siclo Rural nació con una idea para solucionar un tema ambiental, pero que para llevarlo a cabo, necesitaba de personas que colaboran con el mismo y, por qué no, que ganen dinero también”.
El mismo consiste en la recolección de rezagos plásticos de los “silo bolsa” en desuso que quedan en los campos que ya han sido utilizados en la campaña agrícola como instrumento de acopio de granos previniendo su contaminación. Genera trabajo genuino: en la actualidad hay siete centros de acopio, con el objetivo de llegar a diez durante este año y continuar creciendo en los venideros.
Sergio destaca que “hubo un antes y un después de esa capacitación, porque sentía que había dignificado la tarea de esos recolectores que estaban marginados, y más aún la felicidad, cuando aceptaron la propuesta de re
gistrarse e ingresar al mercado formal; no sólo por el cambio positivo en el trabajo de estas personas, sino también humanas”.
Además aportó que “más allá del placer y orgullo que me dio recibir el premio, en el proceso de evaluación, aprendí mucho, interactuando con los evaluadores, me di cuenta de lo mucho que habíamos logrado, y todo lo que todavía nos queda por hacer”.
El Segundo Premio de esta misma categoría fue para el proyecto “Casa de ancianos cooperativa”, de la Cooperativa de obras y servicios públicos de Macachín Ltda.
Claudio Marrón comentó que “fue una gran satisfacción personal y de un pequeño grupo de colaboradores que medianamente dimensiona a ACDE y a la figura de Enrique.”
La Casa fue inaugurada a fines de 2015 y es un espacio para gente mayor que cuenta con más facilidades, confort y calidad que los lugares tradicionales. Entre otras cosas, la casa se destaca por tener sus habitaciones con baño privado y adaptadas para personas con discapacidad, amplio parque con senderos recreativos y pérgolas de descanso, servicio de terapia ocupacional, siempre con foco en las necesidades de los ancianos. Es un modelo innovador que se distingue de los formatos tradicionales.
“Fue algo con una fuerte carga simbólica, quizá estamos demasiado lejos de Buenos Aires y por ello no despertamos interés, en la ceremonia conocí gente muy interesante. De hecho con algunos de ellos realice actividades en conjunto.”
También hubo grandes beneficiados con estos proyectos. Elisa G. Mir de González, de la escuela técnica 3147, institución que recibe donaciones de Siclo Rural. “Nuestra escuela resultó ser beneficiada con un aporte en dinero que, nos explicaron provenía del reciclado de plásticos de silos bolsas que se usan en agricultura. Invertimos el aporte en la compra de ladrillones para construir la sala de industrias, ya que el título que otorga nuestra escuela es técnico en industria de procesos. Estamos muy agradecidos.”
Ana Montone, de LIAG ARGENTINA SA, cliente de Siclo Rural expresa: “Nuestra experiencia con Siclo Rural, refuerza el principio del trabajo con compromiso y calidad.”
“El impacto social viene dado por las alianzas de Siclo Rural con familiares rurales y plantas de reciclado. De esta forma, se potencian las económicas regionales a través de oportunidades para muchas familias rurales. Asimismo, el diferencial que se genera por la venta del plástico está destinada como donación a escuelas próximas nuestros campos.” suma Ana. Además, agregó que “como valor agregado, Siclo Rural en alianza con Amigos de la Patagonia, nos propone la iniciativa de plantar 1 árbol por cada 10 silo bolsa recolectado.”
Liliana Luoni, que forma parte del equipo evaluador desde 2008, señala que “el Premio busca desde una perspectiva cristiana colaborar en el desarrollo de culturas empresarias (emprendimientos, PyMEs, grandes empresas) basadas en el respeto y la promoción de las personas, de la comunidad y de la sociedad.”
“El Jurado está integrado por un grupo de referentes en el ámbito de la empresa, la educación y la sociedad civil. El jurado define la estrategia que se va a dar para el trabajo posterior fijando criterios y aunando su visión para elegir a las empresas ganadoras dentro de las categorías fijadas previamente.”
Los jurados también cumplen un rol fundamental: “Además de la aparición de un nuevo tipo de empresas se le fue dando un rol más protagónico a los evaluadores (un grupo de socios encargados de la evaluación y preselección de los proyectos que serán analizados por el Jurado) invitándolos a un encuentro de coordinación y alineamiento, a visitar a las empresas evaluadas y actuar como auténticos embajadores de ACDE”.