Problemática organizacional actual
Pasamos nueve horas de nuestras vidas en el trabajo. Si tenemos en cuenta el tiempo de viaje, en total destinamos prácticamente la mitad del total de horas del día a nuestra vida laboral. En resumen, nuestro día se divide en: 50% en el trabajo y 50% en el hogar, de los cuales 33 % estamos durmiendo.
Bajo este escenario es muy importante preguntarnos:
¿Cómo me siento en el trabajo? ¿Cómo se siente mi equipo?
Estamos hiperconectados impactando a nuestro sistema nervioso central en forma crítica.
¿Qué hacemos para relajarnos? ¿Qué hacemos para que nuestro equipo se relaje?
Mantener esa tensión en forma prolongada en el tiempo no es gratuito.
Las organizaciones cuentan con altos niveles de estrés, un aumento de los índices de ausentismo por enfermedad, falta de motivación de los colaboradores, problemas de comunicación y relaciones laborales conflictivas.
Existe una falta de armonía entre la vida personal y laboral.
Nace así el concepto de empresa consciente
Se ha comprobado que el bienestar de los colaboradores impacta en forma directa en el resultado de la compañía.
La retención del talento, la creatividad y la innovación, el compromiso de los colaboradores y la productividad son elementos esenciales del desempeño organizacional.
Para obtener ganancias empresariales, el bienestar debe abordarse de manera estratégica.
Según fuentes de estudios sobre Corporate Wellness del World Economic Forum (*), el bienestar ofrece a las organizaciones una poderosa estrategia competitiva con hasta un 300 % de retorno de la inversión:
(*) El Foro Económico Mundial es un organismo independiente. Incorporado como fundación en 1971, con sede en Suiza. Es imparcial y sin fines de lucro; no hay intereses políticos, partidistas o nacionales. (www.weforum.org).
Algunos de los beneficios de implementar programas de bienestar son una mejora la aptitud mental de los colaboradores, reducción de los niveles de ansiedad y estrés, equilibrio emocional para gestionar los cambios incrementando la capacidad de estar en el momento presente. Fomenta una cultura de liderazgo consciente y reduce conflictos interpersonales.
De la experiencia al cliente a la experiencia de empleado
Primero las compañías se centraron en la “experiencia del cliente” o user experience (UX): poner el cliente en el centro del negocio; diseñar productos y servicios pensando como un cliente.
Ahora llegó el turno de la “experiencia de empleado” (EX): las políticas de beneficios ya no se deciden en función de lo que hace el mercado, sino desde las necesidades de los propios colaboradores, considerando su paso por la empresa, desde la entrevista inicial hasta el momento en que se retira de la misma como un continuum de experiencias.
La experiencia de empleado habla de la compañía: la gente va a querer trabajar en ella y comprar sus productos o servicios si escucha que los empleados que trabajan allí la pasan bien.
En definitiva, es hora de repensar la forma en que vivimos y trabajamos y como dice Reb Materi: “Muchas personas gastan su bienestar para ganar riqueza y luego gastan su riqueza para ganar bienestar”.