No cambiaron las reglas del juego. Cambió el juego.
Suponga que usted es tenista profesional y que a partir de mañana cambiara el tamaño de la cancha y la forma de contabilizar los puntos. Seguramente estos cambios lo incomodarán, pero tarde o temprano los aceptará y se adaptará.
Pero si a usted le dijeran que ya no jugará al tenis, sino que el deporte será otro, seguramente el impacto será muchísimo mayor. Y el desconcierto será total cuando usted pregunte cuál será ese nuevo deporte y le contesten que no se sabe.
Entonces, ¿cuál será ese nuevo juego en el que deberán competir las agencias de viajes, las universidades, las líneas aéreas, los restaurantes, los organizadores de eventos y todas las demás industrias a partir de ahora?
Nadie lo sabe con certeza ya que un virus desubicado irrumpió en la escena sin que nadie lo llamara y nos expulsó violentamente de nuestra zona de confort. Y así estamos, fuera de ese cómodo sillón que nos abrazó durante tanto tiempo. Podemos verlo, está ahí muy cerca, está en febrero. Pero no podemos volver a sentarnos en él.
Parados, incómodos, sorprendidos, angustiados, enojados, miramos hacia el futuro y sólo vemos un telón opaco y negro. Quisiéramos saber qué se esconde detrás de él, nada deseamos más que eso. Y si nos acercáramos a ese telón que nos impide ver el futuro y lo corriéramos con la mano, veríamos que hay un gran bastidor blanco y que en nuestras manos sujetamos un pincel.
Es nuestra responsabilidad innovar, crear e inventar ese futuro que es más incierto que nunca. Somos nosotros los que debemos plasmar nuestro arte en ese tapiz que nos espera paciente y ansioso.
Quién será sino nosotros los que decidamos cuál será ese nuevo juego y cómo deberá ser jugado.
Muy bien, ya sabemos que depende de nosotros crear el mundo del futuro.
La pregunta que puede surgir ahora es: ¿cómo hacerlo?
Comparto a continuación tres claves que potenciarán el espíritu innovador que definitivamente necesitamos que nos guíe en este desafío.
Clave 1. Todo tamaño de ideas es válido
Innovar no requiere necesariamente de inversiones millonarias ni de ideas fastuosas.
Muy pequeños aportes nuestros y de nuestros colaboradores generan una diferencia.
Por ejemplo, si alguien propusiera una idea que permitiera reducir los costos de nuestra área u organización en un 1%, estará innovando. Ocurrirá lo mismo si a alguien se le ocurriera una idea que permitiera optimizar los tiempos de un proceso o mejorar la experiencia del cliente en un 0,5%. Es muy poco, pero es mucho más que nada.
Después de todo, sería arbitrario indicar que innovación es optimizar un proceso en más de un 30%, por ejemplo. ¿Por qué mejorarlo en un 29% no es innovar? ¿Por qué mejorarlo un 0,3% no es innovar?
Proponer e implementar ideas que logren resultados por encima del 0%, ya es innovar.
Compartamos a nuestros equipos de trabajo pequeñas soluciones y estimulémoslos a que también lo hagan.
Clave 2. Innovamos al combinar elementos ya existentes
No es necesario que inventemos algo 100% nuevo, sino que observemos qué podemos combinar con qué.
Barbijos con diseños, cerveza de chocolate, automóvil con cámara de estacionamiento trasera, zapatillas con luces, yogur con cereales en la tapa y una discoteca por la que se ingresa por un lavarropas son algunos de los millones de ejemplos que nos demuestran que, al combinar, innovamos.
Si usted fabricara barbijos, ¿con qué elemento ya existente podría combinarlos? ¿Aromas?, ¿Colores?, ¿Frases estampadas?
Si usted tuviera una discoteca, ¿por qué lugar atractivo haría ingresar al público? ¿por una heladera, por ejemplo?
Estimo que cerca del 98% de las innovaciones que nos sorprenden cada día, son combinaciones de elementos y recursos ya existentes.
¿O acaso no nos sorprendió la valija con rueditas? ¿Y luego la valija con GPS que nos va siguiendo por el aeropuerto a unos pocos centímetros de distancia?
- Empanadas + colores
- Pintura blanca + necesidad de borrar errores de ortografía
- Auto + Wi fi
- Alpargatas + diseño
…son algunos de los ejemplos que confirman esta segunda clave de innovación.
Clave 3. Innovamos al tomar ideas y soluciones de otros ámbitos, industrias o países
En la Ciudad de Buenos Aires es posible jugar al ping pong en muchas plazas y parques debido a la reciente instalación de mesas para tal fin. Indudablemente una idea innovadora que permite a los vecinos recrearse y hacer deporte sin necesidad de tener una mesa de ping-pong en sus casas.
Estas mesas ya se veían en miles de parques y plazas en ciudades de todo el mundo desde hace muchos años.
Copiar esa idea e implementarla en la Ciudad fue una solución innovadora propia de esta tercera clave.
En el mundo hay millones de ideas y soluciones que no están patentadas ni registradas y que podríamos aplicar ya a nuestros negocios.
Por ejemplo, un empresario gastronómico argentino les propuso un trato a sus clientes: si ellos van a su restaurante (que está cerrado durante la cuarentena), él les emite un certificado por el que deben pagar $5.000 y con el que podrán almorzar y cenar por un valor de $10.000 una vez que el restaurante abra. Esto le permite al empresario obtener algunos ingresos para cubrir algunos gastos mientras el restaurante está cerrado.
Si otro empresario gastronómico copiara esa idea, estará innovando en su restaurante.
Y si un empresario de la industria del turismo copiara esa idea y le ofreciera vouchers a sus clientes con beneficios mayores al valor del mismo una vez que se reactiven los viajes turísticos, también estará innovando.
Para finalizar
En Experiencia Líderes hemos creado una serie de episodios que denominamos El minuto del líder a través de los cuales difundimos conceptos de liderazgo en videos de un minuto.
¿En cuál de las tres claves nos basamos? En las tres.
- Es una idea simple que requiere un presupuesto mínimo
- Combinamos dos elementos que ya existían: liderazgo + videos de un minuto
- Tomamos ideas de otros ámbitos (por ejemplo, recetas en un minuto)
Comparto a continuación un Episodio de El minuto del líder de la primera temporada que precisamente resume las tres claves de Innovación que vimos en esta nota y que profundizamos en nuestros cursos y conferencias.
El futuro espera que inventemos el nuevo juego. ¿Empezamos a crearlo hoy?