Este artículo viene de la Parte 1
Fatales errores de Alberto, Guzmán y Pesce
El actual discurso político está envuelto en una serie de errores y falacias para prometer la Utopía del igualitarismo a “un pueblo cansado y desesperanzado”, como decía Jorge Luis Borges.
Ésta, a continuación, es una lista minuciosa pensada del descarrilamiento y falsos argumentos que nos brindan los actuales gobernantes. Es el inflexible credo antinatural, que nos han venido aplicando desde 1946 a la fecha. Según Fernando Savater, “el problema no es el político demagogo o ignorante, sino la gente que los elige” Lean y recuerden que lo ahora dicen o hacen sin decirlo y reflexionen sobre si es posible recuperar a través de ellos el prestigio, el honor y la dignidad de la Patria querida, fundada por nuestros patriotas.
1°. Manías regulatorias. Toman medidas que traban y complican la producción mediante regulaciones, precios máximos y controles absurdos. En lugar de eliminar obstáculos legales y administrativas los complican y extienden por todos lados, perjudicando la producción y encareciendo el consumo.
2°. Indecencia cultural. Para el gobierno los bienes que resultan de la estructura productiva -incluido especialmente el campo- deben ser tomados como bienes mostrencos, dignos de ser saqueados con impuestos para asegurar la cómoda financiación del Estado y sus burócratas.
3°. Real insensibilidad. Nos abruman con nuevos impuestos, cargas sociales y regulaciones para que el precio de venta de la producción incluya una plusvalía que el Estado confiscará para vivir sin zozobras. La empresa privada tiene que esforzarse al límite de sus fuerzas y someterse al Estado porque, como dice el presidente del bloque oficialista de legisladores “Al Estado corresponde dirigir los mercados y la economía”.
4° Recarga ideológica. Desde la prédica de Evita y del Perón de las dos primeras presidencias, deducen y aplican estos prejuicios ideológicos: a) hay que combatir el capital; b) existe la lucha y no la colaboración de clases; c) las empresas no tienen derecho a beneficios extraordinarios, aún inflacionarios; d) el empresario es un oligarca y maldito explotador de la clase obrera; e) el único valor económico surge del trabajo nunca del capital, ni de la dirección y menos de la tecnología; f) el hombre de empresa puede ser bueno, pero si se lo vigila mejor.
5°. Fatal equivocación. El valor de los bienes y servicios no es resultado de la libre oferta y demanda, sino facultad del Estado. Será impuesto por leyes. Los precios deben ser autorizados por burócratas que no tienen la más pálida idea de la morfología de los mercados, de los costos, ni de cómo se forman precios.
6°. Visón con presbicia. El gobierno descree que la productividad determina el valor del salario. Por eso establecen inflexibles requisitos cavernícolas. Piensan fomentar el trabajo a reglamento según convenios colectivos, no les importa que cada trabajador pueda mejorar si dispone de equipos modernos, maquinaria importada y tecnología informática para producir más bienes y servicios, mejores y a bajo costo.
7°- Estado servil. La concepción social del gobierno es que los trabajadores no son libres. Están sometidos al Sindicato y a convenios colectivos por sector. Carecen del derecho a contratar libremente. No tienen libertad de agremiación ni posibilidad de discutir condiciones laborales, salarios, indemnizaciones y riesgos de trabajo. Así, pueden ser esquilmados con el 75 % de su valor productivo para quitarles aportes y contribuciones con destino al Sindicato, la Obra Social Sindical, los Fondos compensatorios, el Pañi y la Andes. Además, los exprimen con impuesto a las ganancias.
8°. La inversión también es gasto. Ellos dicen que la inversión no es gasto ni costo. No quieren limitar el gasto. Cuanto más recaudan más lo incrementan. Nunca lo reducirán. Les sirve para repartirlo entre sus electores. Piensan que así estimulan el consumo y los empresarios aumentarán sus ganancias. Con las mayores rentas privadas, el Estado puede arrebatar más para financiar el gasto corriente, los planes sociales y la obra pública con la que se consiguen sobreprecios para repartir entre funcionarios.
9°. Obscena represión. Los precios internos de los productos agrícolas deben ser reprimidos. No hay que pagar a los agricultores, el precio internacional íntegro. Los dólares de la exportación agrícola no son de los productores sino del Banco Central. Con la producción del campo hay que llenar las heladeras y atender la mesa de los argentinos. Los productores rurales siempre lloran, pero tienen mucha espalda, nunca se perjudican. Hay que obligarles a vender la cosecha, decretar la reforma agraria, confiscarle campos y repartirlo entre los amigos del poder.
10°. Dinero espurio. La gestión del Banco Central cree a pie firme, que el dinero y el crédito es un instrumento político para financiar proyectos faraónicos sin criterios económicos, impidiendo que los privados especulen.
11°. Retrógrados. Para gran parte de los políticos que nos gobiernan, el trabajo y los factores de producción: tecnología, organización empresarial, recursos naturales y sistema legal normativo deben estar sometidos a cambiantes y extensos protocolos con condiciones fijadas por el Gobierno y convalidadas por la Justicia laboral que siempre debe beneficiar al asalariado y nunca dar la razón a la empresa.
12°. Empresarios explotadores. Hay una firme convicción de que el beneficio empresario no es un bonus del sistema competitivo. Tampoco es el reconocimiento de que se logra por servir la demanda popular. Para el gobierno el beneficio es una injusta plusvalía que resulta de explotar al obrero y de evadir impuestos al Estado.
Con toda esta carga de demagógica retórica, con esta mentalidad desquiciada, con tantos prejuicios carentes de criterios lógicos, con esta irracionalidad que impide desarrollar un intelecto teórico, una mente práctica y una firme voluntad de hacer el bien ¿qué podemos esperar sino la demolición de la Argentina y su transformación en una toldería gestionada caciques delegados, y asolada por hordas de usurpadores y bandidos de toda lacra que asaltan habitantes y viajeros en el territorio nacional?
Curiosamente algo muy parecido a esto último lo escribió Chales Darwin entre 1832 y 1835, (después de recibir un salvoconducto de Juan Manuel de Rosas) en el libro “Confederación Argentina, visited during the voyage of HMS Beagle under the command Cap. Robert Fitz Roy” hoy custodiado en el museo de Londres. En seis extensos viajes para buscar pruebas sobre evolución de las especies y el desarrollo de los indígenas, recorrió Argentina desde el Noreste a Tierra del Fuego, pasando por Beagle, Carmen de Patagones, Bahía Blanca, el cerro Fitz Roy y desde Cuyo a la Mesopotamia, cruzando dos veces la cordillera por los mismos pasos del General San Martín. Aquí enfermó del mal de Chagas que lo postró hasta su muerte en 1882.
Que Dios auxilie al pueblo argentino, ilumine a sus gobernantes y convierta sus conciencias laxas y erróneas en la búsqueda del Orden, la Libertad y una Justicia decente. Con bienestar para todos.
Está clarísimo el art. no le agregaría nada. Estoy esperando que se produzca el descarrilamiento. Solo es cuestión de tiempo. Corto
El manejo q estamos viviendo me hace acordar a Isabelita. Se acuerdan “no me atosiguéis”
No sabría decir qué hacer más allá de describir la situación. Me siento ahogado con tantos diagnósticos y ningún cirujano q saque en tumor