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La economía real: desarrollo, producción y comercialización

Buenos Aires - Casa Rosada
Escrito por Antonio A. Cadenas
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Limitarse a manejar los parámetros principales de la economía monetarios, fiscales y financieros, ha mostrado evidencias de su ineficacia para lograr el desarrollo sostenido de la Argentina.  Al contrario, ello ha sido determinante para facilitar las reiteradas crisis y los estancamientos y decadencias. Al mismo tiempo, ha permitido la concentración de algunos enriquecimientos sectoriales y dado lugar al incremento sostenido de la pobreza. 

Se impone establecer políticas de acción directa para intensificar las actividades de explotación y comercialización de los recursos, que enriquezcan directamente a la población, en contraste con las políticas indirectas de pretender progresar manejando sólo a los citados parámetros de la economía, básicamente financieros.

Desde hace mucho tiempo se ha dado preponderancia al manejo de las políticas económicas que privilegian su instrumentación monetaria, fiscal y financiera sobre la esencia de la economía que es producir y comercializar, incluso descuidando la coherencia imprescindible con la política educativa y de comportamiento social. Esa ha sido una visión sesgada y enferma hasta el pasado reciente.

Es cierto que las enfermedades de la economía y de sus finanzas acopladas son los síntomas más evidentes, pero los síntomas no son la enfermedad real; en rigor se trata de problemas del desenvolvimiento de la acción humana, que como en las enfermedades, no se eliminan atacando los síntomas, sino todas las causas. Pretender subsanar los problemas privilegiando los instrumentos de la economía monetaria (emisión y circulación de moneda, tasas de interés, relaciones de cambio, impuestos, etc.), no ha sido acertado, pues no ha dado los resultados esperados. 

Allá por 1939, el reconocido filósofo español Ortega y Gasset, viendo la sofisticada e ineficaz operatoria de Argentina para progresar, nos dijo: ¡argentinos, a las cosas!

No entendimos aquel claro mensaje y dedicamos muchos más esfuerzos a crear e implementar sofisticadas ingenierías financieras y operativas, que a impulsar y motivar más intensamente las actividades de explotación de los recursos naturales y humanos de la nación.

Nadie duda de la importancia de contar con una sana y pulcra administración para poder gobernar bien, pero deben establecerse las diferentes prioridades en la acción gubernamental, en función de las verdaderas causas generativas de cada tipo de problemática.

Hemos entrado en la nueva oportunidad que tenemos cada cuatro años. En la anterior, independientemente de los detalles, posturas y sentimientos, ha resultado muy claro que hubo un nuevo y repetido fracaso.

Este trabajo intenta aportar algunas reflexiones después de muchos años de observar e insistir que la política gubernamental dominante, ante nuestro problema de dificultades para el desarrollo y el progreso, debe ser la de dar prioridad a intensificar la producción y el comercio, conjuntamente con la educación y el ámbito social coherentes para ese objetivo. 

Hoy, más que nunca, es prioritario dar predominio gubernamental a la política general de intensificar la acción productiva y su lado comercial (motor de desarrollo=política predominante de intensificar la producción y el comercio), para crear las políticas específicas y los planes coherentes correspondientes, de manera que tome sentido aplicar y controlar los procedimientos e instrumentos de la economía, entre ellos y uno más, la moneda.

1.- La aceptación pasiva de la pobreza y la miseria

La pobreza y la miseria humana pueden ocurrir por calamidades inesperadas, como guerras, pestes, terremotos, inundaciones, incendios, agotamientos imprevisibles de recursos naturales y otros fenómenos similares incontrolables. Se trata en esos casos de pobreza y miseria forzosas, por causas naturales o externas.

2.- Las clases de actividades humanas, su objetivo primario y el origen de las remuneraciones, en cuanto a generar desarrollo

Observar la composición ocupacional y estructura laboral que tenemos y el origen de las remuneraciones, permite una aproximación para entender mejor la problemática de la decadencia que padecemos. A esos efectos, se grafican y comentan las actividades humanas englobadas en dos orígenes de las remuneraciones a saber: origen de la compra-venta de labor humana por intercambio de valores entre las personas y sus entidades, y el origen de las remuneraciones del monto presupuestario, formado únicamente por los aportes realizados del anterior origen de intercambio de valores. 

3.- Esbozo de ideas e iniciativas para ir a las cosas

Si las ideas expuestas fueran entendidas y apoyadas, deberían prepararse los planes de acción: a) plan político para priorizar la producción interna y la comercialización de bienes del país y; b) planes de acción operativa inmediatos y mediatos.

Para que los planes operativos sean realistas y se concreten fácilmente es indispensable realizarlos con intervención desde las bases de las fuerzas sociales y económicas. A su vez, es esencial la presencia de entidades y profesionales que actúen en la promoción y armado de los emprendimientos.

 

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Sobre el autor

Antonio A. Cadenas

Ingeniero electromecánico, Universidad Nacional de la Plata (1951). Presidente de la Consultora ESIN.

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