Management

Lo que realmente importa

Imagen de un edificio corporativo
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Según una encuesta realizada en 25 países por IPSOS el 56% de la población considera que la sociedad está rota y un 57% que su país está en decadencia (Ipsos Global Advisor, 2021). La gente adulta cada vez confía menos en el sistema político y económico y esta situación se convierte en un caldo de cultivo para el nacimiento de totalitarismos que ponen en vilo la libertad individual de las personas y la dignidad de las mismas. Esto a más de ser una estadística alarmante es un llamado a la responsabilidad. Afortunadamente, el sector privado tiene la capacidad de reaccionar rápidamente y ofrecer soluciones. Sin embargo, es necesario un cambio de paradigma en el sector empresarial dada la necesidad de reconsiderar la relación que tiene la empresa con la sociedad y los individuos. En este sentido, si la empresa sigue considerando la maximización de la utilidad como su fin, como su propósito, mejor dicho, seguirá fomentando esa actitud de desconfianza que se ve en la sociedad.

En este contexto, no es extraño que el propósito de la empresa sea un tema ampliamente debatido en estos días.  Reconocidos autores del management como Porter, asociaciones como el Businessroom Table y empresarios como Larry Fink invitan a reflexionar sobre la realidad de la empresa y su relación con todos los stakeholders. Puntualmente, Larry Fink en su carta del 2018 llama la atención sobre la manera de comportarse de los dirigentes de la empresa y señala  al propósito  como la característica necesaria para que las organizaciones puedan desarrollar todo su potencial. (Fink, 2018)

El sentir de los tiempos reclama considerar a la empresa no solo como un instrumento de comercio sino también una realidad humana que influye fuertemente en la sociedad y en cómo ésta se desarrolla. Este sentir es tan fuerte que escuelas de negocios como Sloan han comenzado a divulgar técnicas de innovación en las que los individuos sean considerados personas, no solo posibles clientes. En cierto modo, la empresa empieza a ser considerada como una proveedora de un bien que eleva la calidad de vida. También si se mira el interior de la empresa conceptos como el well-working o clima laboral comienzan a ser importantes. La reputación es un factor a considerar cuando se invierte en el mercado de valores y se plantea la empresa como un objeto a largo plazo y no solo de mediciones trimestrales.

La amplia difusión del concepto de propósito produce una heterogeneidad en su  intento de definición. Existe un debate sobre cuál es el propósito de una empresa y qué es el propósito en sí mismo. La complejidad de la reflexión del concepto aumenta al entrar en la consideración variables como proveedores, ciudadanos y empleados, pues implican definiciones de persona y sociedad las cuales son más heterogéneas que el mismo. Ahora, si bien es cierto que existe dificultad en su definición esto no implica imposibilidad. Es más, hay una necesidad de acertar con la definición porque una incorrecta aproximación llevaría a la empresa a la ruina (Goshal, 2005). Y por tener relación con la persona y la sociedad con enfoque a una sana convivencia entre estos actores, las implicaciones pueden tener una fuerte repercusión.  Se puede afirmar que de una definición correcta de propósito corporativo puede estar emergiendo la solución a muchos problemas de la actualidad. 

Considerar estos factores en la teoría del management produce un cambio importante puesto que los modelos tienen que ser revisados a la luz de los nuevos “descubrimientos”. Ya no se puede considerar la empresa como una organización cuyo fin es la maximización de la utilidad, como planteaba Friedman en 1971. (Canals, 2017) Esto cambia el modelo de decisión de los agentes en la empresa y la interacción con los stakeholders se abre a nuevas posibilidades. Esta apertura también obliga a cambiar los modelos de comportamiento de las empresas. Este cambio de paradigma podría implicar un aumento en la complejidad de los modelos de empresa, pero se lograría superar los anteriores que, por buscar ser más simples, no fueron precisos. (Canals, 2017)

Esos cambios afectan a lo más profundo de la empresa, por lo que la estructura de la misma debe ser revisada y cambiada para tomar en consideración al propósito en toda su extensión. Por tanto, provoca dos hechos: un cambio en la estructura interna de la empresa y la necesidad de una nueva forma de medir la eficiencia de esta estructura organizacional. En este sentido, se puede intuir cómo la misión y visión de la empresa no son otra cosa que definiciones operacionales del propósito (misión) y cómo será la empresa realizando su propósito al paso del tiempo (visión). (George, Haas, McGahan, Schillebeeckx, & Tracey, 2021) Justamente esta visión a futuro, que rechaza el cortoplacismo de teorías anteriores, permite integrar la sostenibilidad no como un añadido de valor, sino como parte integral de la empresa hasta el punto de que una empresa que no sea sostenible es una contradicción.

Puesto que constituye un concepto fundamental para el ser de la empresa es necesario hacer una aproximación cautelosa al estado de la cuestión. Son varios los autores que están considerando el tema, por lo que es prudente revisarlos e intentar discernir lo correcto de lo erróneo. Abro hilo así a una serie de artículos sobre el estado de la cuestión y a una crítica a los diversos autores que han o están reflexionando sobre el tema y viendo las implicaciones de su investigación tanto dentro de una empresa (estructura organizacional, relación con los stakeholders, etc.) como fuera de ella (competencia, estrategia, sostenibilidad ambiental, entre otros). Para analizar las propuestas se debe prestar especial atención a la relación de la empresa con el bien común y la justicia; de no ser así se estaría volviendo al individualismo del que una organización con propósito intenta escapar.

Como se ha visto el propósito de una empresa es un concepto fundamental para concebir a esta en la sociedad y su correcta definición podría dar un giro al paradigma actual de la empresa y el mercado. Precisamente por tratarse de una realidad fundamental varios importantes personajes han tenido intuiciones sobre esta situación mucho antes de que estuviesen en discusión. Por ejemplo, Bill George, en el 2010, (ex CEO de Medtronics, una empresa de equipos médicos) afirmaba: “el fondo del asunto no son las ganancias por acción sino servir a la humanidad.” (Canals, 2017) En la actualidad, la empresa es la clave de servicio de la persona en la sociedad.

 

Referencias

Canals, J. (2017). Rethinking the firm’s mission and purpose. European Management Review, I(7), 195-204.

Fink, L. (2018). A Sense of Purpose. Retrieved October 16, 2021, from https://www.blackrock.com/corporate/investor-relations/2018-larry-fink-ceo-letter

George, G., Haas, M. R., McGahan, A. M., Schillebeeckx, S. J., & Tracey, P. (2021). Purpose in the For-Profit Firm: A Review and Framework for Management Research. Journal of Management, XX(X), 1-29.

Goshal, S. (2005). Bad Management Theories are destroying good practicesAcademy of Management Learning & Education, IV(1), 75-91.Ipsos Global Advisor. (2021). BROKEN-SYSTEM SENTIMENT IN 2021. Bloomberg: Ipsos.

#Artículo publicado originariamente en el Blog del Instituto Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra.

Sobre el autor

Hugo Cañarte La Mota

Ingeniero electrónico por la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador. Desde 2018 lleva trabajando para TECELE Comercial, empresa de la industria eléctrica. Además, ha colaborado con la Universidad San Francisco de Quito como asistente de Cátedra.

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