Programa Consejeros, una oportunidad única para estrechar vínculos entre jóvenes y empresarios

El Programa Consejeros brinda la posibilidad de relacionarte con un Socio de ACDE, con expertise en el ámbito empresario, el cual comparte los valores sembrados por Enrique Shaw.

Es una experiencia enriquecedora donde se produce un intercambio entre el joven y el consejero experto. En ese encuentro se comparten experiencias de vida de toda índole, se orienta al joven desde una mirada única e irrepetible construida a lo largo del recorrido vital. El espíritu del Programa no trata de ser un diseño de plan de negocios, sino un facilitador en la construcción del plan de vida, profundizando en los conceptos de quién querés ser, cuáles serán tus logros y cómo te vas a sentir al respecto.

Siendo jóvenes transitamos situaciones complejas en las cuales prima la vacilación e incertidumbre en el contexto de urgencia de toma de decisiones ágiles. El Programa Consejeros brinda la posibilidad de comunicarnos y nutrirnos de un referente capaz de transmitir sus experiencias, favoreciendo el proceso de crecimiento personal.

Afortunadamente, tuve la oportunidad de participar del Programa como joven y posteriormente como consejero. El programa me acompañó gran parte de mi desarrollo, tanto profesional como personal: me posibilitó desafiar mis creencias, profundizar mis conocimientos, consolidar mis decisiones en un marco de confianza y viabilizar mis proyectos. Actualmente, vivimos en un mundo VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), donde una de las faltas más frecuentes es priorizar el resultado al proceso. No obstante, la experiencia demuestra que los resultados son una consecuencia de cómo transitamos nuestros desafíos y qué tan conscientes somos de nuestros sentimientos y de los valores que ponemos en juego en el aprendizaje. Principalmente, el Programa jerarquiza los procesos y la conexión con el referente, reflexiona sobre los cursos de acción posible para finalmente consagrar la meta, la cual luego será parte de un nuevo proceso. Esta permanente transformación guiada obliga a movernos de la zona de confort.

La función de consejero es la otra cara de una misma moneda. Brindar servicio orientando a los jóvenes es una experiencia gratificante en múltiples facetas. La considero una misión como cristianos que permite dar sentido profundo a la existencia. Ser consejeros permite dar visibilidad a nuestra experiencia, escuchar otras inquietudes, conectarnos con la juventud, flexibilizar nuestra perspectiva y desarrollar valores humanitarios.

Alberto Achaga, en su paso por la comisión de consejeros y desde su experiencia, lo expresa muy claramente en su legado:

“Ser consejero es ser capaz de revelar nuestra experiencia de vida tanto en lo positivo como en lo negativo, con nuestros aciertos y nuestros fracasos, y no sólo en el orden profesional y laboral, sino también en el familiar, espiritual, deportivo y cultural(…) Ser consejero es poder participar en el armado de la cartografía que utilizan los jóvenes para la planificación de su proyecto de vida, teniendo la posibilidad de quedar como referentes significativos por haberlos ayudado en la elección de un rumbo adecuado en un mundo que tienta a perderse en lo desconocido”.

Para aquellos que quieren ser consejeros la función favorece:

• Resguardar la coherencia entre vocación emprendedora y fe cristiana
• Brindar servicio con vocación
• Desarrollar potencialidades
• Desafiar y aceptar distintos puntos de vista
• Conectar con el joven interior
• Acotar la brecha generacional
• Brindar experiencia e inspirar

Para aquellos jóvenes que quieran anotarse en el Programa el rol favorece:

• Expandir posibilidades
• Proyectar el plan de vida
• Reflexionar construyendo una visión con referentes
• Identificar y plantear dilemas en distintos escenarios
• Ser acompañado desde el mismo sistema de valores

Para ampliar la información se puede acceder al siguiente link: https://acde.org.ar/programas/programa-consejeros