Breve semblanza
San Cayetano de Thiene, nació en Venecia, Italia, en 1480. Hijo de una ilustre familia, intelectualmente brillante, actuó en la Cancillería de los Estados Pontificios en asuntos políticos y eclesiásticos. Ordenado sacerdote, su dinamismo y su fervor se tradujeron en la predicación y en múltiples obras de asistencia espiritual y social, su lema fue: “Nada para sí, todo para el prójimo”.
En vida distribuyó sus riquezas y combatió la corrupción, vivió santamente en pobreza absoluta, entrega a los enfermos, marginados y pobres. Entre sus numerosas obras, fundó un banco para solventar el problema económico de los más necesitados, el pueblo lo llamó en vida Beato Cayetano, y la Iglesia al llevarlo a los altares, lo hizo patrono de la Providencia
En Argentina, su vinculación al pan y al trabajo se debe en gran parte, al trabajo Mama Antula, una laica del Siglo XVIII que difundió y promovió los ejercicios espirituales y que trajo a Buenos Aires al barrio de Liniers, la imagen del santo, a quien le tenía devoción por su providencia.
El templo de San Cayetano en Liniers se construyó en el año 1900, y fue parroquia a partir del 18 de enero de 1913. La devoción por el santo se hizo popular a partir de la crisis económica de la década de 1930.
Patrono del pan y del trabajo
El profundo llamado a servir a Dios desde muy joven, y su énfasis en la importancia del trabajo digno y la caridad hacia los necesitados lo llevó a ser reconocido como el «Santo del Trabajo”.
En Argentina fue a principios del Siglo XX, frente a un momento de mucha sequía que alguien, como ofrenda y pidiendo por una buena cosecha, llevó espigas de trigo y las dejó junto a la imagen. Finalmente, fue una gran cosecha. Por eso en Argentina hay una gran devoción a este santo como patrono del pan y del trabajo. San Cayetano es una figura que ha sido venerado por los trabajadores, pero también es un santo importante para los empresarios y emprendedores en todo el mundo.
Los trabajadores piden a San Cayetano que les conceda un trabajo digno y justo, que les permita sustentar a sus familias, desarrollarse como personas, y también rezan para superar las dificultades laborales.
San Cayetano y los empresarios
Para los empresarios, la devoción a San Cayetano es un recordatorio de la importancia de la ética y la responsabilidad en sus prácticas comerciales. La figura del santo les recuerda que el trabajo no solo es una forma de generar riqueza, sino también una oportunidad para contribuir positivamente a la sociedad, brindando empleo y mejorando la vida de sus empleados y comunidades.
El modelo de santidad de San Cayetano nos ayuda a priorizar “al otro” en nuestra vida de trabajo de cada día, significando cada tarea por encima de una recompensa.
Enrique Shaw, fundador de ACDE escribió en 1952 “Que en la empresa haya una comunidad humana; que los trabajadores participen en la producción y, por lo tanto, darle al obrero el sentido de pertenencia a una empresa. Ayudarlo a adquirir el sentido de sus deberes hacia la colectividad, el gusto por su trabajo y, por lo tanto, de la vida. Ser patrón no es un privilegio, es una función”.
La conexión entre San Cayetano y los empresarios radica en la comprensión de que el trabajo es un acto digno y valioso en sí mismo. El Santo enseñó la importancia de realizar el mismo con ética y responsabilidad, buscando el bien común y la justicia social. Esta enseñanza ha sido adoptada por muchos empresarios que buscan desarrollar negocios sostenibles y éticos, generando empleo y contribuyendo al desarrollo de sus comunidades
El «Santo del Pan y del Trabajo», representa una figura inspiradora para trabajadores y empresarios por igual. Su vida de fe, caridad y dedicación al bienestar de los demás ha trascendido el tiempo y ha dejado una huella perdurable en la historia. Tanto los trabajadores como los empresarios encuentran en su devoción una fuente de esperanza, guía y protección en el ámbito laboral.
Que bonito artículo. Gracias.