Comenzó diciembre, tiempo de balances. Momento ideal para repasar la Edición 2025 del Programa Consejeros ofrecido por ACDE como parte de su propuesta de valor. Con más de 25 años, esta iniciativa es un espacio de aprendizaje compartido, donde los participantes se enriquecen con nuevas experiencias y perspectivas.
Es una propuesta única de acompañamiento personal y profesional enfocada en valores que convoca tanto a socios seniors como a socios jóvenes (de hasta 39 años) de ACDE. Analizando el perfil de cada participante y teniendo presentes las inquietudes de cada socio joven inscripto, se asignan las duplas. Es de destacar que más allá del análisis minucioso y responsable que el equipo de la Comisión realiza para asignar cada consejero a un aconsejado, convocamos al Espíritu Santo quien es el verdadero obrador de este proceso, iluminándonos en cada decisión.
En estos encuentros se tratan temas profesionales y personales en un diálogo abierto y sincero en pos del crecimiento humano y laboral en un marco de sentido. El consejero, con su experiencia y su formación, incentiva la reflexión del aconsejado, facilitando un espacio donde los valores cristianos se vuelvan praxis: servicio, humildad, respeto y escucha atravesado por el intercambio entre generaciones.
El Programa tiene una duración que abarca de abril a noviembre aspirando a mantener unos ocho encuentros aproximadamente por cada dupla. Siendo la modalidad uno a uno, con enfoque personalizado en donde el/la consejero/a ocupa un rol de acompañamiento, orientación y reflexión al joven profesional, sea de manera presencial o virtual.
Destaco los ejes diferenciadores del Programa Consejeros que lo hace singular:
–Intercambio intergeneracional: se genera una relación donde ambas partes aprenden dado que los jóvenes acceden a experiencia, mirada estratégica y testimonio del socio senior consejero. Así como los consejeros reciben frescura, nuevas perspectivas e inquietudes actuales de parte de los aconsejados jóvenes. Inspirados en sus aspiraciones genuinas de progreso, ambos cocrean una conexión y comunicación intergeneracional enriquecedora para cada dupla.
–Valores cristianos como base: no se trata solo de transmitir técnicas profesionales, sino un modo de estar en el mundo brindando un servicio desinteresado, respeto por la dignidad del otro, empatía, acompañamiento desde la cercanía y la esperanza, escuchando sin juzgar.
–Tiempo compartido como acto de generosidad: el éxito se funda en la apertura a la escucha activa y el compromiso mutuo con el tiempo del otro. Cada encuentro es un acto de presencia: dedicar tiempo, atención y escucha se convierte en una forma concreta de cuidado hacia el otro. La mera sensación de acompañar en su desarrollo a otro, de manera desinteresada, nutre el alma y la llena de gozo.
A lo largo de este ciclo hemos escuchado notables testimonios tanto de aconsejados y consejeros que supieron maximizar la oportunidad y establecieron vínculos basados en la confianza mutua. Lo que permitió que el programa significara sentirse acompañado y comprendido. Incluso consejeros que descubrieron que también ellos tenían mucho que aprender de la mirada joven. En la gran mayoría de los casos, se gestan relaciones que perduran en el tiempo más allá del marco del programa fortaleciendo las redes de contacto.
Este año tuvimos la particularidad de cumplir el objetivo de llegar a más personas y duplicamos la cantidad de participantes llegando a tener 102 duplas participantes. Para lo cual profesionalizamos procesos, agilizándolos con el apoyo de la digitalización. Como hitos, inauguramos los encuentros de lanzamiento tanto con consejeros como con aconsejados, en la modalidad virtual, para sentar las bases del proceso y brindar claridad en qué podían esperar ambas partes. A su vez, cerramos el año con un encuentro en conjunto con un profundo agradecimiento –tanto a los participantes como al equipo que lo hace posible–, poniendo en valor el camino recorrido, los aprendizajes adquiridos y el fortalecimiento como comunidad.
Para el siguiente ciclo, nos espera el apasionante desafío de llevar esta maravillosa iniciativa a otras regiones, de la mano de los varios grupos de socios y asociaciones donde ACDE se hace presente en otras ciudades del país e incluso del exterior.
Están abiertas las inscripciones para participar de la Edición 2026 invitando a participar de la oportunidad de dejar huella en otro desde la fe y la experiencia en el marco de un programa voluntario y gratuito que requerirá compromiso, dedicación y asistencia regular. Sumarse a ser parte de esta gran propuesta de valor, a descubrir y descubrirse en el valor del acompañamiento mutuo. Aquí encontrarán un valioso canal para brindarse a los demás haciendo honor al llamado de servir a otros de la mano del desarrollo y la evolución.
* Consuelo Summers es Coach Ontológico & Health Coach, Socia de ACDE y Líder del Programa Consejeros Edición 2025.
