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La fuerza de la esperanza cristiana que nos une en el Año Jubilar

Escrito por Alejandra Ferraro
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La esperanza cristiana en el marco del Año Jubilar

 El lema del Encuentro de reflexión de socios de este año fue La fuerza de la esperanza que nos une. En el marco del Año Jubilar, bajo el lema Peregrinos de esperanza, la esperanza se vuelve protagonista: como camino espiritual, como actitud activa, como testimonio en medio de las crisis, como puente hacia la misericordia, y como virtud profundamente comunitaria.

El Jubileo nos invita a redescubrir la esperanza cristiana como una actitud que impulsa a caminar con confianza hacia el futuro que Dios prepara. No se trata de esperar sin hacer nada, sino de vivir con la certeza de que Dios no nos abandona. En tiempos de dificultad, de incertidumbre, la esperanza es fundamental: una luz que transforma la realidad.

De la oración al testimonio: cómo vivir la esperanza cristiana

Inspirados por esta visión, y complementando la riquísima charla que generosamente nos dio Male Critto en el mes de julio, donde repasamos temas clave sobre la esperanza.

Iniciamos con un desayuno fraterno, que dio paso a la apertura realizada por Ana Pico, y luego Padre Daniel Díaz inició con la lectura del evangelio del día, y a continuación nos ayudó a mirar la esperanza desde distintos ángulos: como virtud teologal, como actitud profundamente humana, y desde el Catecismo de la Iglesia, en el Nuevo Testamento.

Temas que resalto y me encantaron, La esperanza, no es simplemente optimismo o deseo de un futuro mejor, sino una virtud teologal que se fundamenta en la certeza de que Dios es fiel a sus promesas. La esperanza es el alma de la fe, es su sangre, le da vida. La oración es la intérprete de la esperanza.

Testimonios que inspiran: fe en lo cotidiano y profesional

Tres testimonios conmovedores —de Pilar Aspiazu, Tomás Rosner y Marcos Padilla— nos inspiraron y abrieron el corazón de los asistentes. Sus historias nos conectaron con la esperanza vivida en lo cotidiano, en lo profesional, en lo espiritual. A partir de allí, compartimos una actividad en pequeños grupos, que permitió que más de 35 participantes intercambiaran vivencias, preguntas y certezas.

“La esperanza cristiana no es un optimismo ingenuo, ni una ilusión que nos evade de la realidad. Es certeza de que Dios no abandona a su pueblo, que su amor es más fuerte que cualquier oscuridad, y que la historia está abierta a la redención.”

Encuentro comunitario: oración, reflexión y fraternidad

Fue una oportunidad para detenernos, reflexionar y renovar la esperanza en cada uno de nosotros, en comunidad.

Para cerrar antes tal como vimos en el encuentro y tuvimos también privilegio de escuchar a Male Critto en julio, dejo algunas de las ideas fuerza que cubríamos en ambos encuentros.

La esperanza no es optimismo ingenuo: es una fuerza interior confiada en Dios

La esperanza no niega la dificultad, sino que la abraza desde la confianza en el plan de Dios. Nos libera de la urgencia de resultados inmediatos y del materialismo, dándonos paciencia y prudencia para avanzar hacia el bien.
La esperanza transforma el presente y da sentido al futuro

Vivir con fe y esperanza cambia nuestra forma de estar en el mundo: nos proyecta más allá de lo inmediato, sostiene nuestra acción en lo cotidiano y se vuelve fundamento para construir comunidades, familias y empresas con sentido trascendente

Agradezco profundamente a toda la Comisión de Formación, a los testimoniantes, al Padre Daniel y al equipo de ACDE por este encuentro tan valioso. Para mí fue un espacio muy rico, donde todos salimos con nuestra esperanza reavivada.

Excelente oportunidad en este año jubilar de seguir.

Sobre el autor

Alejandra Ferraro

Es miembro de la Comisión de Formación de ACDE y del Consejo Directivo de Acde, líder global de HR en Accenture y de la comunidad de Católicos de Argentina en Accenture . Vive en Buenos Aires, junto a su esposo y 4 hijos, y busca integrar fe, trabajo y comunidad en su vida cotidiana.

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