Enrique Shaw Valores

Enrique Shaw, el ejemplo de vida que sigue vigente

Escrito por Pastor de Nevares
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Siendo que el próximo 26 de febrero se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de Enrique Shaw, me moviliza, a través de estas líneas, el poder transmitir lo que hoy siento como una bendición; el haber podido conocer e interiorizarme acerca de su vida y trayectoria; como cristiano, esposo, padre, amigo y hombre de empresa.

Durante un tiempo y siendo muy chico había oído hablar de Enrique Shaw pero nunca lo llegué a conocer. Pasaron muchos años hasta que ya en mi ejercicio profesional como Director de Recursos Humanos, llegó a mis manos, allá por el año 2006, el libro: “Enrique Shaw y sus circunstancias” escrito por Ambrosio Romero Carranza.

Encontré en la vida de Enrique Shaw una vara altísima a alcanzar, en todos sus aspectos, llamándome muchísimo a la reflexión su vida como empresario y su llegada a las personas con quien se contactaba. Si bien imposible llegarle a los talones, sin duda al menos considero que vale la pena intentar imitar.

El primer pensamiento que nos pueda venir a nuestra mente, como a mí me sucedió al leer su vida fue: eran otros tiempos, las personas son distintas, el mundo cambió, etc. etc. Excusas. Enrique Shaw, no la tuvo nada fácil; vivió avatares políticos, sociales y económicos podríamos decir distintos o similares, pero tan reales como los que vivimos hoy.

Sin embargo, los afrontó con total dedicación, y responsabilidad, dando y por sobre todo dándose, sin guardarse nada, poniendo el foco en la implicancia hacia los demás, dejando de lado egoísmos y logros personales.

Hoy su ejemplo de vida como esposo, padre amigo, y empresario sigue tan vigente y aplicable como hace 60 años.

Si bien él tuvo en su haber una profunda visión cristiana, en todos los órdenes de la vida, su ejemplo y su vocación de servicio, es aplicable; independientemente de la creencia o no que profesemos.

Enrique Shaw tenía un cabal conocimiento empresario, y el verdadero y genuino interés que sentía hacia esa gran cantidad de personas que trataba, se veía reflejado a diario.

Tenía muy claro y así lo transmitía importancia fundamental del trabajo en la vida de las personas, procurando un trabajo digno, creando un clima favorable, y un salario que permitiera el bienestar de cada uno, capacitando y capacitándose para estar a la vanguardia de los adelantos y las exigencias de la época, derramando alegría, bondad y humildad, sin que eso lo inhabilitara a ser exigente cuando la situación lo requería, según narran quienes lo trataron.

Enrique Shaw supo ver que detrás de cada empleado había una familia y lo que esto significaba, haciendo lo imposible por la preservación de la fuente de trabajo aun en los momentos difíciles, su ardua labor en dignificar las tareas, derecho que para él tenía cada empleado, habiendo quedado demostrado, en cantidad de anécdotas narradas por sus colaboradores, que referencian esto.

El sacrificar ganancia en función del bienestar de los trabajadores, sin perder por eso el rumbo de la importancia de generar utilidades para el desarrollo de las empresas, tan vigente hoy como en ese entonces.

Es por todo esto que aliento y animo a todos aquellos que de una u otra forma tenemos la responsabilidad de dirigir o influir en personas, a leer o releer la vida de Enrique Shaw; su ejemplo no sólo no ha perdido vigencia sino que es algo más que nunca actual y a imitar.

Que su vida nos sirva para que, cuando nos sintamos cansados, con ganas de dejar todo, o sin saber a dónde vamos, nos haga volver nuestra mirada a Dios, a nuestra familia, a nuestros sueños y a cada una de esas personas que de una u otra forma espera algo nosotros, y así lograr fuerzas para recomenzar.

Sobre el autor

Pastor de Nevares

ExDirector de Recursos Humanos del Hospital Universitario Austral y actualmente Profesor de la Universidad Austral, en la carrera de Psicología y en la materias: Recursos Humanos, Prácticas Profesionales y Responsabilidad Social.

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