Valores

La cuestión moral es nuestra: ¿Qué debemos hacer?

Escrito por Vincenzo Putignano
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Dante Alighieri y la Divina Comedia. Un puente entre la ética, la justicia y la economía, para el gerenciamiento público y privado

El bien común es el bien de todos y de cada uno. La cuestión moral poetizada en la Divina Comedia nos interpela directamente. ¿Qué es lícito hacer con nuestro ingenio? ¿Hasta dónde podemos ir?  ¿Dónde están nuestras Columnas de Hércules, las fronteras más allá de las cuales no es posible llegar? Es este el dilema ético moderno, corporativo y gerencial.

Como con Ulises, emblema de la inquietud de la inteligencia, experimentamos la necesidad y el impulso humanos de buscar respuestas, de ir más allá de los límites de nuestra experiencia. Dante, sin embargo, nos advierte para que moderemos la excesiva fe en el ingenio No siempre pueden predecirse o imaginarse los descubrimientos, los hallazgos de la inteligencia. El avión no ha sido creado para ser arrojado a los rascacielos, ni el gas para asfixiar a millones de seres humanos.

La actualidad de Dante no está ligada a un tiempo y a un lugar. Setecientos años después de la muerte del poeta aún no hemos comenzado a buscarla, y quizás el secreto de su inextinguible vitalidad resida precisamente en el desafío y la perenne enseñanza que propone la Comedia.

Cómo actuar éticamente en las empresas ¿Dante ayuda?

Detrás de cada terceto de versos se oculta una idea para el directivo moderno.  ¿Cuáles son los posibles itinerarios, las personas y los recursos, capaces de gestionar las cosas públicas y aspectos empresariales en tiempos tan complejos como los actuales? ¿Qué clase de líderes necesitamos? ¿Con qué estilo de liderazgo? Necesitamos ponernos en marcha, viajar, como ciudadanos y como gestores, como Dante hace siete siglos, pero ¿hacia dónde?: Hacia la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o de la Empresa (RSE).

La sustentabilidad significa satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias.  Por medio de la utilización de los recursos naturales de forma responsable para asegurar la calidad de vida de futuras generaciones, con la utilización responsable de los recursos humanos, financieros, materiales y ambientales para asegurar la continuidad de la empresa como institución viable. La sustentabilidad no es una alternativa a la responsabilidad, es el resultado de la responsabilidad.  

Filantropía hoy. una búsqueda del impacto positivo

Nuestra ayuda no debe ser un acto de caridad, sino también un acto de justicia. La pandemia ha traído el confinamiento, pero también una sensibilidad hacia la filantropía. De origen griego –philía (amor fraternal) y ánthrōpos (ser humano)–, la palabra filantropía significa “amor a la humanidad”. De ese amor ha habido, y mucho, entre los grandes y los pequeños donantes que han querido contribuir al esfuerzo solidario durante la crisis del coronavirus. 

Recuérdenos el altruismo de Didier Pittet y William Griffiths al ceder la fórmula del gel hidroalcohólico, un invento que ahora usamos a diario. “No hemos trabajado para empresas ni por dinero”, manifestaron en su día. “Lo hemos hecho por la humanidad”.

No se trata de donar a ciegas sino de lograr un impacto real. Los líderes y las empresas pueden brindar mucha ayuda, y no solo económica:  pueden ayudar de manera tangible y demostrable, gratuita y desinteresada. En los últimos años, hemos visto el crecimiento del capital filantrópico y otras formas de financiación socialmente responsable, con las que los inversores canalizan su dinero hacia empresas sociales para generar un impacto positivo en la sociedad. El dinero no lo es todo. Esta es la lógica de la verdadera filantropía.

LA EXPERIENCIA DE COVAX: sumar la filantropía del sector privado a los gobiernos, organizaciones sanitarias y la sociedad civil para garantizar el acceso a las vacunas de la COVID-19 en todos los países del mundo, especialmente los más pobres. El sector privado tiene un gran potencial y, a su vez, una gran responsabilidad en la lucha contra las desigualdades. El compromiso social y el éxito económico se ven cada vez más favorecidos y potenciados mutuamente.

La donación hoy

La crisis económica actual es una consecuencia de la crisis de civilización que estamos atravesando y que es, según los economistas más atentos, una crisis de carácter sistémico, es decir, estrechamente vinculada a un determinado modelo de desarrollo económico. Lo que preocupa en esta crisis no es solo la multiplicación del sufrimiento de las poblaciones, sino también el hecho de que se haya convertido en una condición natural de la existencia humana, que ha convertido en regla la precariedad y el estado de emergencia. El drama de los jóvenes de hoy, pero no solo de ellos, radica precisamente en que, para ellos, se ha convertido en regla la precariedad y el estado de emergencia; viven literalmente en la desesperación, es decir, en un estado en lo que se muestran privados de toda esperanza en un futuro del que ya se sabe que no será diferente del presente.

La donación en la época de Dante

Incluso en la época de Dante, la desmesura que conduce a una acumulación interminable de riqueza, no solamente se origina en un orden social injusto y fundamentalmente malvado, sino que también es una de las fuentes de infelicidad para aquellos de la que son víctimas.  Así, la desmesura es el opuesto a un comportamiento virtuoso. Ejemplo de esta interpretación es el Canto XVI del Infierno, vv 73-75: “La gente nuova e i sùbiti guadagni / orgoglio e dismisura han generata,  / Fiorenza, in te, sì che tu già ten piagni”.

En el curso de la reflexión medieval la concepción de la donación pasa del nivel del misticismo al de la economía política, haciendo de ella un instrumento regulador de las relaciones sociales dentro de un modelo de convivencia que excluye o limita fuertemente la composición utilitaria. Esta dimensión social de la donación, que va más allá del puro acto caritativo, está presente en Dante. La ética de la donación una de las piedras angulares de la pedagogía con la que Dante trató de educar a la nueva burguesía mercantil. Ejemplares son los siguientes pasajes del Convivio, donde la «pronta liberalitade”, se presenta como un antídoto contra el veneno de la avaricia (Convivio I, VIII, 1-2):

The leaders are readers

Las crisis corporativas se deben a veces a una dolorosa transición de época, a la reducción de volúmenes de los negocios, como resultado de la crisis económica, la que parece no tener salida. Quienes lo viven, se sienten atrapados: solos no pueden entender el origen del problema, pero al mismo tiempo saben que no pueden contar con el apoyo de quienes los rodean, y no están preparados para enfrentar la complejidad de la cuestión. Se necesita un mentor. Nos hace falta Virgilio. Para comprender qué y cómo cambiar. Desde el bosque oscuro. Con una visión renovada y dispuestos a descender al Infierno para remontar esta crisis, legitimarse en el Purgatorio, para volver a ver las estrellas del Paraíso. 

Y necesitamos leer, necesitamos cultura. Cada directivo puede encontrar buenos maestros en su camino. Y a su vez puede convertirse en maestro para otros. Es el ciclo de vida del gerente. Dejar el rastro. Dejar la huella. Ayudar a crecer cuadros directivos con visión ética. Crear valor de manera sustentable, no solo valor económico, sino también en el ámbito de los sentimientos y la cultura corporativa. Líderes que leen los clásicos. Ítalo Calvino ha escrito que:

 «un clásico es un libro que nunca ha terminado de decir lo que se propone decir. Los libros clásicos son aquellos que constituyen una riqueza para quienes los han leído y amado; pero constituyen una riqueza no menor para quienes se reservan la suerte de leerlos por primera vez en las mejores condiciones para disfrutarlos. Si se les inquiere, sirven. (Calvino, I.) http://www.classicitaliani.it/novecent/calvino_01_classici.htm

Sirven para encontrar “la diritta via”. 

Dante nos demostró, nos demuestra todavía, que posee una visión, una misión y un sistema de valores. Apoyarse en su maestro, su mentor, apoyarse en Virgilio. Las empresas privadas y las estructuras públicas con sus directivos también tienen, o deberían tener, una visión, una misión y reciprocidad de valores. Y líderes para guiar a las empresas privadas y a los gobiernos en la búsqueda del camino ético.

Sobre el autor

Vincenzo Putignano

Licenciado en Ciencias Políticas (Universidad de Torino, Italia) y con Diploma en Dirección de Empresas (IESE, España). Sus intereses están dirigidos en como los clásicos pueden influenciar el gerenciamiento público y privado.

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