Management

Negocios sostenibles: rentabilidad y consciencia

Escrito por Daniel Calvo Sanz
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A lo largo de varios años he liderado equipos para impulsar emprendimientos de triple impacto, estableciendo conexiones entre estos, empresas e inversores. Esta experiencia me ha enseñado que la sostenibilidad y la rentabilidad no son conceptos opuestos, sino complementarios y cruciales en la evolución empresarial actual.

La sostenibilidad emerge como un motor de oportunidades comerciales, especialmente cuando se combina con la tecnología, en un mercado cada vez más consciente y exigente que pide que se “levante la vara” en cuanto a involucramiento socioambiental del sector privado.

Sostenibilidad y triple impacto: una visión integral

La sostenibilidad actualmente es más que gestión ambiental; implica un compromiso social profundo. Su esencia, ampliada desde la definición de 1987 de la Comisión Brutland (satisfacer las necesidades presentes sin comprometer a las futuras generaciones), implica pensar y accionar sobre el impacto de nuestras acciones en el ambiente y en la comunidad para construir un mundo mejor y más justo.

Giselle Dalla Mea[1] ofrece una perspectiva interesante, viendo los negocios sostenibles como aquellos que sanan y transforman, enfocándose en resolver problemas sociales clave. Estos negocios curan prácticas de consumo dañinas, generan bienestar en empleados y consumidores, y buscan reparar los daños en nuestro mundo fragmentado.

Las empresas de triple impacto, como las que destaca Abramovay[2] (BID, 2013), tangibilizan esta aproximación. Representan un tipo de organización “híbrida” que combina la eficiencia del sector privado con un enfoque en el bienestar común, más allá de la mera obtención de beneficios económicos.

Es así que el éxito empresarial moderno se redefine para medirse no sólo en términos financieros, sino también por su impacto social y ambiental, tal cual lo planteó John Elkington quien popularizó el concepto de «Triple Bottom Line»[3] para referirse a las “empresas con propósito”.

¿Y por casa cómo andamos? 

Argentina enfrenta una realidad compleja en sostenibilidad empresarial, avanzando más lentamente que sus pares latinoamericanos y globales en la adopción de prácticas sostenibles.

Un estudio de SAP de 2022[4] ofrece una visión mixta sobre la sostenibilidad en Latinoamérica: Mientras el 69% de las empresas de la región se comprometen con la sostenibilidad, Argentina presenta luces y sombras. Un 74% de las empresas argentinas proclaman estrategias sostenibles, pero sólo un 38% ha adoptado recientemente prácticas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y apenas el 22% considera la sostenibilidad como un enfoque de negocio a largo plazo. Este escenario sugiere que, en Argentina, generalmente la sostenibilidad a menudo se limita a una cuestión de imagen más que de acción concreta: un 66% de las empresas argentinas enfatiza la reputación, y significativamente, un 70% invierte menos del 5% de su presupuesto anual en la gestión sostenible, revelando una brecha notable entre las promesas y la práctica real: se habla mucho, pero se actúa poco.

El futuro es colaborativo y sostenible

Tras constatar la disparidad entre el discurso y la acción en sostenibilidad empresarial en Argentina, emerge una oportunidad de oro: las alianzas con emprendimientos de impacto. Estos emprendimientos no son solo fuente de innovación y frescura, sino verdaderos catalizadores de cambio. Al integrar sus prácticas y visiones con la solidez y experiencia de las empresas establecidas, se crea un ecosistema de negocios sinérgico y sostenible.

Las empresas argentinas, al unirse a estos emprendimientos, no solo abordan la brecha entre el decir y el hacer en sostenibilidad, sino que también se alinean con las tendencias globales de negocios responsables. Esta colaboración representa una estrategia vital para mantener la relevancia en un mercado global exigente y consciente. Tenemos la posibilidad de materializar una «Revolución Colaborativa» integrando la sostenibilidad como un pilar estratégico en los negocios.

Esta transformación no es una meta lejana, sino una realidad en desarrollo. Cada empresa y cada emprendedor de impacto son piezas clave en este despertar colaborativo. Juntos, tienen el poder de liderar el camino hacia un futuro más sostenible y próspero para Argentina y el mundo. La sostenibilidad ya no es una opción; es el único camino viable hacia adelante. Es hora de actuar, de transformar, de liderar el cambio. En este momento crítico, la elección es clara: el futuro será sostenible o no será.

 

[1] Fundadora de 3 Vectores e Innodriven, Primera Presidente del Board de Directores de Sistema B Uruguay. Creadora de la herramienta para modelado de negocios de impacto “Canvas B”.

[2] Abramovay R, Correa M, Gatica S, Van Hoof B.: “Nuevas Empresas, Nuevas Economías: Empresas B En Sur América» (BID, 2013)

[3] John Elkington.: “Cannibals With Forks. The Triple Bottom Line of 21st Century Business” (Capstone Publishing Limited. Oxford Centre for Innovation, 1997).

[4] Para quien desee revisar el estudio completo “La sostenibilidad da un importante paso al frente en las empresas latinoamericanas“ puede hacerlo en el siguiente link.

Sobre el autor

Daniel Calvo Sanz

Contador Público (UCC), Diplomado en Gestión de Emprendimientos (UES21), Diploma Advanced Management Program (ESADE). Maestrando en Innovación Social y Economía Solidaria (U. Salamanca). Presidente y Cofundador de la Fundación Gen E. Miembro de la Mesa Directiva del Ecosistema Emprendedor de Córdoba.

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