El fin de año llega con una intensidad especial: un tiempo de metas acumuladas, plazos urgentes y eventos personales que se suman al cansancio natural de doce meses de esfuerzo. A medida que avanzan estos últimos días, lo que podría ser una época de cierre y reflexión se convierte, para muchos, en una fuente de estrés y ansiedad que afecta tanto la salud mental como física.
Estudios recientes indican que las consultas por ansiedad y estrés suben hasta en un 40% en esta época. Esta presión creciente tiene su impacto tangible en la salud de las personas. Los datos son claros: hacia los últimos meses del año, el consumo de psicofármacos crece y las visitas a los servicios de urgencias relacionados con problemas de salud mental aumentan. Estudios recientes indican que las consultas por ansiedad y estrés suben hasta en un 40% en esta época. Además, hospitales y clínicas registran un incremento en casos de hipertensión, arritmias y otras complicaciones cardíacas, situaciones que el exceso de trabajo y las presiones personales de fin de año ayudan a agravar.
Podemos aplicar desde un enfoque de autocuidado y de conexión. Para enfrentar este escenario, existen estrategias concretas que podemos aplicar desde un enfoque de autocuidado y de conexión con lo que realmente importa, sin necesidad de esperar hasta el último minuto para poner en práctica.
- Focalizar en lo que podés controlar
Uno de los mayores desafíos en momentos de alta presión es aprender a distinguir entre lo que está bajo nuestro control y lo que no. Inspirados en la filosofía del estoicismo, podemos concentrarnos en aquellas acciones o tareas que sí dependen de nosotros y aceptar con serenidad aquellas que, por más que intentemos, no podremos cambiar. Al fin y al cabo, parte del estrés proviene de la frustración de intentar controlar situaciones que no dependen de nosotros. En cambio, al dedicar nuestras energías a lo que sí podemos gestionar, disminuimos la ansiedad y evitamos el desgaste.
- Volvé a tus valores esenciales
Bajo presión, es fácil perder de vista nuestras prioridades y dejar que las demandas externas nos arrastren. Este es un buen momento para hacer una pausa y preguntarnos: ¿Qué es lo que realmente quiero lograr? ¿Estoy dedicando mi tiempo y energía a lo que de verdad importa para mí? Al reconectar con nuestros valores y prioridades, podemos tomar decisiones más conscientes y alineadas con nuestro propósito personal. Esta reflexión nos ayuda a cerrar el año sintiendo que nuestras tienen un significado más profundo, en vez de que el tiempo simplemente “pase”.
- Practica la gratitud y la calma
En los momentos de estrés, la gratitud puede ser una herramienta poderosa. Reservar unos minutos al día para reflexionar sobre los aspectos positivos en nuestra vida nos ayuda a mantener una perspectiva optimista, aún cuando la carga laboral y personal sea intensa. También podés incorporar prácticas de respiración profunda o meditación consciente, que permiten calmar el sistema nervioso y reducir la tendencia a reaccionar impulsivamente. Al incorporar la gratitud y la calma en la rutina diaria, creamos un espacio mental donde el estrés no domina.
- Establecé límites saludables
Es tentador asumir compromisos adicionales en esta época, tanto en el trabajo como en lo personal. Aprender a decir “no” y establecer límites claros nos ayudará a proteger nuestro tiempo y evitar el agotamiento. La clave no es hacer más, sino hacer lo que realmente importa y está en línea con nuestras prioridades. Al final, cuidar nuestra salud implica también elegir con sabiduría a qué dedicamos nuestra energía y permitirnos decir “no” a lo que no agrega valor a nuestra vida.
Toma el Control y no sucumbas en el Caos.
Al final del día, somos nosotros quienes decidimos cómo enfrentar este período de exigencias. A medida que se acerca el cierre de año, cada pequeña acción de autocuidado, cada momento en que elegimos centrarnos en lo que podemos controlar y cada “no” dicho en el momento adecuado pueden marcar una gran diferencia en nuestra experiencia de fin de año. Recordemos que, aunque el mundo a nuestro alrededor pueda parecer caótico, siempre tenemos el poder de decidir cómo responder a cada desafío, protegiendo nuestro bienestar y salud mental.