ACDE Hoy

Como sería Argentina si se hubieran aplicado las ideas de Enrique Shaw

Escrito por Orlando Ferreres
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Presentada por el autor en un acto en la UCA de Rosario, el 27/08/2012 en el marco del cincuentenario del fallecimiento de Enrique Shaw

Hoy, 27 de agosto de 2012, nos reunimos aquí para recordar la vida ejemplar de Enrique Shaw, quien murió ese mismo día del año 1962 y siguiendo la tradición milenaria es el día en que lo recordamos por considerar esa fecha la del definitivo nacimiento a la vida verdadera. Enrique Shaw fue un empresario y también fue mucho más que eso, pues quiso cambiar el mundo y en muchos aspectos lo logró. Él cambió la relación entre los obreros y la dirección de la empresa, también provocó un cambio importante con la fundación de ACDE y además llevó adelante diversas iniciativas sociales. Me voy a referir en 10 puntos a las principales ideas económicas de Enrique Shaw que he seleccionado consultando diferentes libros, aunque principalmente sus Notas y Apuntes Personales (NAP).

  1. Su concepción de la economía y del trabajo. El trabajo tiene una función social: Sirve al bien general, es un lazo de unión del hombre con la naturaleza y con los otros hombres. Mediante el trabajo llevamos a la práctica el dominio que Dios ha concedido al hombre sobre la naturaleza; mas aún, colaboramos con Dios en la obra de la creación prestando un servicio a Dios y haciendo un bien a la sociedad… por medio del trabajo nos vinculamos al prójimo: principio de unión y orden en lugar de separación. Constituye una vocación, es decir una forma de cumplir la misión que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros. (NAP pág. 91)
  2. Macroeconomía: Debemos fomentar el desarrollo, sobre todo donde se emplea mucha mano de obra, donde se utilizan recursos naturales, donde se reemplazan las importaciones, donde se incentiva la exportación. Es necesario defender a la clase media, resistir las presiones inflacionarias sobre el costo de vida, tanto del sector obrero como del empresario. Hay que dar prioridad a la productividad obrera y empresaria: No se trata de protegerlo todo sino lo que se puede hacer económicamente, competitivamente. (NAP pág. 59). Triángulo de los economistas: hay que tratar de equilibrar la libre empresa, la expansión (es decir, el crecimiento) y el pleno empleo. (NAP pág. 59)
  3. Crecimiento Económico: “Debemos crear trabajo…y cuanto mas eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrá la providencia para repartir entre pobres y necesitados“. (E Shaw, La misión de los dirigentes de empresa, Bs As, 1960, pág. 16)
  4. La Competitividad no se hereda. Para lograr cualquier cosa, indiscutiblemente, lo más importante es ponerse a trabajar duro y parejo. (NAP pág. 95)
  5. Productividad y distribución de los bienes. Su concepto de la productividad lo ilustraba con una de las más bellas parábolas de Cristo, la parábola de los Talentos: Todo hombre al nacer ha recibido una suma de talentos, de dones y de aptitudes. Todos tienen el deber de hacerlos fructificar al máximo según lo recibido. La productividad para el cristiano es mucho más que progreso técnico, es un medio de perfeccionamiento, no es más que una puerta que se abre y permite el acceso a un mejor desarrollo de la personalidad de cada uno, a la realización de su concepción de vida, para la que ha sido creado. (Misión del dirigente de empresa, Mendoza, 1958). Para poder distribuir más hay que producir más (NAP pág. 71).
  6. Función económica del empresario. Un hombre solo, o con apoyo de algunos otros, toma la iniciativa de un negocio y asume, en todo o en parte, el riesgo y la dirección. Su rol es complejo. Obtiene la confianza de los capitalistas. Elige el personal. Fija el objetivo. Determina los medios. Asegura la unidad, la prontitud de las decisiones, la discreción, el crédito y la autoridad necesaria para triunfar. Su rol es difícil: conocer, inspirar confianza, elegir y dirigir hombres. El empresario pone en su empresa: su tiempo, su dinero, su capacidad, su honor. Es el agente más activo de la producción, es el primero de los trabajadores, pues su misión es que la empresa sea capaz de cumplir su amplio fin económico. Desde el punto de vista económico, nada es más necesario para la prosperidad de un país que dejar un gran campo libre a la libertad y a las iniciativas de los hombres que tienen el coraje de asumir grandes responsabilidades personales y de poseer empresarios capaces, activos y honrados.  (NAP pág. 53
  7. El Empresario y sus deberes. Tenemos el deber de ser eficientes. Las Virtudes del empresario son: eficacia, energía e iniciativa…La función del empresario se puede resumir de la siguiente manera, según él escribió: Nosotros debemos multiplicar los bienes: somos agentes multiplicadores de bienes, agentes superadores de diferencias sociales. (NAP pág. 52). Hay que cristianizar a la clase patronal argentina, uno por uno. Es indispensable mejorar la convivencia social dentro de la empresa. Importa mucho que el dirigente de empresa sea accesible. En este sentido dijo cosas fundamentales, pero una frase lo sintetiza todo: Hay que humanizar la fábrica. Para juzgar a un obrero hay que amarlo. (NAP pág. 17). También hay que conocer sus aspiraciones, que no son muchas.
  8. Las 4 aspiraciones de los trabajadores: seguridad, buen trato, buen sueldo, posibilidad de progreso.  (NAP pág. 17)
  9. Querer las cosas con toda la fuerza. Para poder llevar a la práctica las ideas, hace falta mucha fuerza y mucha responsabilidad. No hay responsabilidad sin espíritu de sacrificio. No hay espíritu de sacrificio sin mística. (NAP pág. 95) Un hombre que no tenga inquietudes espirituales no está de veras en condiciones de mandar. Él estaba tranquilo con lo que hizo en la vida ya que escribió: Política e intelectualmente estoy tranquilo: el remedio a los problemas sociales es una vuelta sincera a las enseñanzas del Evangelio. (NAP pág. 114)
  10. Las crisis y la solución para nuestro país. Nos dijo en sus apuntes: La crisis de hoy espera a Jesús; la gente se da cuenta de que fuera de la religión no hay solución; Dios se sirve de los males actuales para despertarnos. (NAP pág. 93).  También hoy nosotros debemos recordar estas palabras y aprender de nuevo que ¡Dios se sirve de los males para despertarnos!

Resumiendo, si se hubieran aplicado en el país las ideas de Enrique Shaw, los residentes nacionales no hubieran necesitado enviar al exterior gran parte de sus ahorros para protegerlos de las expropiaciones de las cuentas bancarias locales ya sea por la inflación o por el canje de los depósitos bancarios por bonos del Estado a 10 años, como ocurrió varias veces en los últimos 70 años en nuestro país o por las distintas devaluaciones que ocurrieron a lo largo de ese período. Los residentes del país, si se hubieran aplicado las ideas de Enrique Shaw, hubieran encontrado en el país las condiciones que buscan en otros lugares al tener que enviar sus divisas a esos otros países con legislación segura para salvarlos de las expropiaciones y defaults y ¡la historia hubiera sido muy diferente!

La Argentina ha tenido desde 1810 hasta aproximadamente 1940 el mismo PIB per cápita, la misma calidad de vida que Canadá. Esa calidad de vida se ha duplicado en nuestro país desde 1940 hasta ahora, lo que, a primera vista parece un logro muy importante. Pero al comparar la evolución de estas cifras con las de países similares al nuestro vemos que, en el mismo lapso, ellos han multiplicado por siete su PIB per cápita. Se radicó en el exterior una gran cantidad de recursos que hicieron crecer a economías extranjeras, ocupando mucha mano de obra productiva, pero en esos países. Si ese ahorro que se vio obligado a ir al exterior, aunque fuera sólo la mitad, se hubiera coagulado aquí en inversiones productivas, la Argentina sería hoy, en calidad de vida, como Canadá, país que se ubica en los 30.000 u$s de PIB per cápita en tanto que el nuestro sólo llega a los US$10.000 de PIB per cápita. Urge una solución moral y profesional al mismo tiempo para superar esta crisis crónica. Enrique Shaw es nuestro guía para encontrar el camino en medio de este desierto.

Sobre el autor

Orlando Ferreres

Fundador y presidente de OJF & Asociados s.a. En 1989 se desempeñó como Viceministro de Economía y anteriormente fue Director Económico y Financiero de Bunge & Born. Fue uno de los fundadores y actualmente es miembro del directorio del CEMA.

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