Encuentro Anual ACDE 2025

“Llevar adelante cristianamente una empresa, es una gesta”

Escrito por Daniel Díaz
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Cuando escuché por primera vez el título que habían elegido para este encuentro, confieso que me gustó mucho. Lo primero que me impactó fue la palabra “forjadores. Me remite a algo muy difícil de lograr, pero delata también una convicción muy firme y un compromiso profundo por alcanzarlo. Me entusiasma que, como líderes de empresas, ustedes se asuman como aquellos que, desde su lugar, tienen parte importante en esto de forjar un nuevo mundo. Me llena de esperanza que tengan claro que para esto es imprescindible dar centralidad a la persona, la centralidad que le corresponde a su altísima dignidad. 

Entendida así, creo que la misión que tienen los dirigentes de empresa cristianos es una verdadera “GESTA”. Esta palabra describe a HÉROES que llevan adelante HAZAÑAS Y PROEZAS, para alcanzar un fin muy noble, en beneficio de muchos. Y hoy, llevar adelante cristianamente una empresa, es una verdadera gesta. 

Para esto el Señor los eligió. Y Dios no quiere hijos mediocres, resignados o apocados. Espera estén a la altura del desafío. Les dio esta NOBLE VOCACIÓN de liderar empresas para que hagan cosas verdaderamente buenas y grandes. En tiempos de tanto vacío existencial y sin sentido, ustedes tienen el privilegio de haber sido elegidos para ser instrumentos de su obra.

La escultura de Naciones Unidas

El título del encuentro me remitió inmediatamente a una frase y a una imagen. La frase es bíblica: “Con sus espadas forjarán arados”. La imagen relacionada lleva al jardín de la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Allí hay justamente una escultura llamada “Convirtamos espadas en arados”. la obra de arte fue donada en 1959 por la Unión Soviética (y diseñada por un escultor soviético, Yevguenit Vuchétich). Representa justamente la figura de un hombre martillando una espada, convirtiéndola en un arado. Simboliza la necesidad e intención de transformar herramientas destructivas en instrumentos pacíficos y productivos. 

Leemos en Isaías 2,1-5

La frase que inspiró la escultura pertenece a la Sagrada Escritura y es un texto profético del antiguo testamento.

“Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén: Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Todas las naciones afluirán hacia ella y acudirán pueblos numerosos, que dirán: “¡Vengan, subamos a la montaña del Señor, a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas”. Porque de Sion saldrá la Ley y de Jerusalén la Palabra del Señor. Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra. ¡Ven Casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!”

La profecía es un anuncio del futuro: es un don.

La visión de Isaías se refiere a lo que “sucederá al fin de los tiempos” y anuncia un gran gozo para su pueblo, dándole esperanza: 

  • el Señor y su casa se elevarán y se afirmarán por encima de todo: PRIMACÍA DE DIOS
  • Todos los pueblos irán hacia Él: RECONOCERÁN A DIOS Y HABRÁ UNION
  • El Señor mismo les enseñará sus caminos: HABRÁ CONOCIMIENTO
  • Todos vivirán en su voluntad: HABRÁ COHERENCIA DE VIDA
  • Dios será el juez: HABRÁ JUSTICIA
  • Ya no habrá guerra ni se necesitarán armas: HABRÁ PAZ

La profecía es también una tarea para el presente, una misión.

Hay acciones presentes que han de realizar los que la reciben:

  • “Dirán: ¡Vengan, subamos a la montaña del Señor, a la Casa de (Dios)!” CONVOCAR A OTROS
  • Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas.” TRANSFORMAR LOS INSTRUMENTOS DE GUERRA EN INSTRUMENTOS DE TRABAJO.

Isaías concluye: “Ven Casa de Jacob y caminemos a la luz del Señor.” EL PUEBLO HA DE CAMINAR (HACER UN PROCESO), SIN APARTARSE DE DIOS. Dios llama a hacer camino, a asumir el proceso y, al mismo tiempo, a hacerlo siempre unido a Él, a su voluntad.

La profecía nos anima y alienta en la tarea de TRANSFORMAR este mundo que nos toca en otro distinto. En la confianza de que Dios lo hará, en el compromiso de trabajar para hacerlo posible.

Un nuevo mundo

El profeta Isaías habla de un NUEVO MUNDO en el que la historia culminará: en su visión contempla a Dios como Señor, a todos los pueblos unidos, conociendo y viviendo en Su voluntad con coherencia, un mundo donde priman la justicia y la paz. Esa es la META, el OBJETIVO. Esto será un DON divino, pero es también nuestra TAREA.

El don no es solo un bonito sueño. Fue DON CONFIRMADO por la MAYOR NOVEDAD DE LA HISTORIA: Jesucristo Resucitado. Él es la BUENA NOTICIA que nos asegura la victoria del final y que permanece, alentando a la humanidad en la esperanza. Por esto, los cristianos nos hemos hecho especialistas en esperar, y también en buscar y construir LO NUEVO. 

Pero también PARA HACERLO TAREA es importante DISTINGUIR entre esta novedad irrevocable y garantizada por el mismo Dios, y las distintas novedades que van apareciendo en nuestra historia terrena. No todo es igualmente valioso y prometedor. En la historia, muchas veces la humanidad corrió detrás de novedades que prometían falsos paraísos. Sistemas políticos, avances productivos y desarrollos tecnológicos, aunque nos asombren, no son más que espejismos cuando se los propone como soluciones mágicas o fuente de felicidad eterna para el hombre y la sociedad. Siempre hay una necesidad de hacer UN CAMINO, CON DIOS.

Cuando el actual Papa fue elegido, decidió llevar por nombre León XIV. Quiso referenciar el pontificado que estaba iniciando, al tiempo de León XIII y, por él, al comienzo de lo que hoy llamamos la Doctrina Social de la Iglesia. En su momento, fue la encíclica RERUM NOVARUM, cuya traducción es “Sobre las Cosas Nuevas”, la que abordó temas sociales cruciales y marcó el comienzo de las encíclicas que enseñan los caminos que la fe propone a la sociedad humana en las distintas situaciones que ella va atravesando. El Papa explicó en esos días que entendía que el tiempo que nos toca vuelve a plantearnos una enorme complejidad en este sentido.

Lo nuevo de este mundo puede ser visto como desafío y hasta como un verdadero peligro. Pero cuando es puesto en comunión con la Novedad Eterna, se hace OPORTUNIDAD.

León XIV y obispos de Roma 16/7/25: una coordenada pastoral a atender.

El Papa León XIV decía en su primer encuentro con los obispos de Roma, el 16/7 pasado:

“Deseo señalar algunas atenciones pastorales que el Señor pone en nuestro camino y que requieren reflexión, acción concreta y testimonio evangélico.” 

Y después de hablar de la necesidad de un renovado anuncio y transmisión de la fe, y del tema de la paz, y antes de mencionar a la cultura del diálogo, en tercer lugar, dijo:

“Luego están los desafíos que interpelan el respeto por la dignidad de la persona humana. La inteligencia artificial, las biotecnologías, la economía de los datos y las redes sociales están transformando profundamente nuestra percepción y nuestra experiencia de vida. En este escenario la dignidad del ser humano corre el riesgo de ser aplastada u olvidada, sustituida por funciones, automatismos, simulaciones. Pero la persona no es un sistema de algoritmos: es criatura, relación, misterio.”

Y luego concluía expresando su deseo: el camino de la Iglesia debe incluir…

“…en coherente simbiosis con la centralidad de Jesús, la visión antropológica como instrumento esencial del discernimiento pastoral. Sin una reflexión viva sobre lo humano – en su corporeidad, en su vulnerabilidad, en su sed de infinito y en su capacidad de vínculo, la ética se reduce a un código y la fe corre el riesgo de desencarnarse.”

Un mundo centrado en Jesucristo

Recuerdo cuando León XIV salió al balcón frente a la plaza de San Pedro por primera vez y dijo a todos los hombres del mundo: “La Paz esté con ustedes”. No era un mero saludo. Estaba recordando las palabras dichas por Jesús al aparecerse Resucitado a sus discípulos hace 20 siglos. Este saludo actualizaba el momento. Hacía presente la Novedad más grande de la historia, en nuestro hoy. Nos decía: ¡El Señor ha resucitado y está aquí, en medio de nosotros! 

Jesús sigue apareciéndose en medio de nosotros allí donde estamos. Donde hay fracaso y división, violencia y temor, sin sentido y frustración, donde los hombres ya no tienen salida. Se presenta donde hay cambios de época y transformaciones profundas que nos generan dudas, incertidumbre y ansiedad. Y con su presencia, renacen la alegría, la esperanza, la confianza. Este es el anuncio cristiano a través de los siglos: Cristo tiene el poder de prevalecer y triunfar sobre toda situación y unirnos a su victoria. 

Y este anuncio se nos hace propuesta: debemos renovar la centralidad del hombre, de la persona. El Hijo de Dios triunfante que se pone en medio, es también un hombre. Cristo, al vencer al pecado, al mal y a la muerte nos ha hecho recobrar nuestro lugar central en la Creación. 

En coherente simbiosis con la visión antropológica: una reflexión viva sobre lo humano.

Me detengo en 5 aspectos claves y algunas implicancias que nos sirvan de ejemplos.

  • León XIV hablaba de corporeidad, lugar donde se revela una Dignidad infinita en cada persona: Imagen de Dios
    La base de toda antropología cristiana brota de Gen 1,27: cada ser humano, varón y mujer, ha sido creado «a imagen y semejanza de Dios». Esa «Imago Dei» le otorga valor absoluto, que no puede ser reducido a un cálculo económico o utilitario. La dignidad no se “mide” según la productividad: es un don previo, intocable y común a todos.
    IMPLICANCIA: nuestras políticas de recursos humanos tienen que reconocer a cada colaborador como un genuino portador de derechos. Por esto, necesitamos: 1. evaluaciones más amplias de cada persona -que consideren sus situaciones personales particulares, circunstancias especiales, etc.-; 2. humanizar los ambientes de trabajo; 3. considerar y poner énfasis en la salud mental, en el desarrollo vocacional, etc.
  • León XIV hablaba de Vulnerabilidad.  – Hay una dignidad inviolable de la persona en toda circunstancia. 

Ni el pecado, ni la enfermedad, ni la menor capacidad, ni la pobreza, ni ningún límite borran la dignidad que Dios concedió por su mismo ser a cada persona. Aunque herida, esa dignidad permanece siempre intacta y exige respeto y protección irrestrictos.

IMPLICANCIA: es necesario romper con la cultura del descarte. El criterio de inclusión, aplicado a brindar oportunidades laborales a todos, es profundamente evangélico. No podemos resignarnos a dejar a nadie tirado al costado del camino sin hacer todo lo que está a nuestro alcance. Algunos han avanzado en este propósito. En la medida de sus posibilidades, dan lugar en sus organizaciones a los que salen de la cárcel, a los que tienen capacidades especiales, a los que necesitan ser instruidos con paciencia. 

  • León XIV habla de Sed de infinito. – Desarrollo integral de la persona. 

“El desarrollo auténtico debe… promover a todos los hombres y a todo el hombre” (Populorum progressio 14). No basta el progreso económico: la persona requiere un crecimiento cultural, religioso, afectivo y social, en un equilibrio que favorezca la dignidad de todos. Más, el ser humano posee una dimensión espiritual irreductible, trascendente. Su corazón estará siempre inquieto hasta que descanse en Dios.

IMPLICANCIA: también el trabajo y la vida empresarial necesitan espacios para el sentido, el encuentro con valores que exceden lo que son los negocios. Reservar momentos de reflexión, generar espacios que lo permitan, incluso con stakeholders.

  • León XIV hablaba de la Capacidad de vínculos. Dimensión relacional y red comunitaria. 

El hombre es por naturaleza “persona en relación”. La sociabilidad no es un aspecto accesorio, sino algo constitutivo del ser humano. La empresa es una micro-sociedad, donde la confianza recíproca y la cooperación son centrales. 

IMPLICANCIA: es necesario generar entornos de colaboración, reforzar vínculos que generen cohesión. No basta acumular individuos aislados. Los modos virtuales generan un enorme desafío si nos proponemos construir una cultura del encuentro, del diálogo, de la comunión.

  • En definitiva, la persona es sujeto primero y fin último, nunca es un medio.
    “El hombre es y debe ser el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales” (Gaudium et Spes, 25). Bajo ningún concepto puede instrumentalizarse a un ser humano para objetivos económicos, políticos o ideológicos.
    IMPLICANCIA: Ninguna empresa en general, ni proyecto en particular debiera justificar sus prácticas en detrimento del desarrollo integral tanto de sus miembros como de todos a quienes afecta. Esto llevará a estructurar las decisiones de gobierno y los indicadores de éxito no sólo en términos económico-financieros, sino también en indicadores de bienestar general.

En Síntesis

Uds. son cristianos, llamados a vivir una misión especial como líderes en sus empresas, estudios, organizaciones. Ustedes son Forjadores del Nuevo Mundo que Dios quiere hacer.

Vuelvo sobre la imagen de la escultura de Naciones Unidas. Tomo la imagen del herrero que con la ayuda del calor del fuego y los golpes del martillo va moldeando sobre un yunque o un apoyo muy firme, el hierro que le sirve de materia prima.

Hoy tenemos materias primas que han sido ya moldeadas en espadas y lanzas. Son las que destruyen al hombre y debemos transformar en arados y podaderas. Son estructuras y modos de actuar que no sirven (sino que dominan) a la persona. Sirven a dinámicas de poder, de egoísmo, de soberbia. No respetan el bien común de todos ni la dignidad personal de cada uno.

También tenemos materias primas nuevas. Hierro sin moldear de tecnologías que se hacen una oportunidad sin precedente de generar opciones nuevas, libres de condicionamientos equivocados previos. También conllevan el peligro de caer en los mismos errores de siempre.

El calor del horno (la oportunidad de algo distinto) y el martillo (nuestro esfuerzo), hablan de nuestra tarea de forjar lo que Dios quiere. Una tarea muy difícil, que no es para cualquiera. Pero para la cual Dios mismo nos eligió y no dejará que nos falten las fuerzas.

Vale la pena tener en cuenta que no siempre se moldea con golpes de martillo. Enrique Shaw dedico gran parte de su tarea a la industria del vidrio, dónde es necesario “soplar” para dar forma. Hay materiales que demandan una delicadeza especial para ser transformados y moldeados. 

El yunque, el punto fijo y firme donde ir dando forma a las COSAS NUEVAS, al NUEVO MUNDO (sea con las viejas transformadas o las recientemente surgidas) ha de ser Jesucristo y su mensaje. Y unido a Él, ha de ser la PERSONA considerada en su INFINITA DIGNIDAD, que está más allá de toda circunstancia, irrevocable e inalienable. Una persona a la que sin excepciones y en toda circunstancia hay que tratar con RESPETO Y AMOR, porque es SAGRADA y porque el mismo Dios la ha destinado a DESARROLLARSE y a REALIZARSE EN PLENITUD

Toda la economía y todas las finanzas son un maravilloso INSTRUMENTO que ha de ser destinado a ese FIN. Y NOSOTROS, cada uno de nosotros, hemos sido ELEGIDOS POR EL MISMO SEÑOR para llevar esto adelante.

Sobre el autor

Daniel Díaz

Sacerdote de la diócesis de San Isidro. Asesor doctrinal de ACDE.

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