Valores

El futuro virtuoso del trabajo

Escrito por Ricardo Fernández
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El 26 de febrero asistí al encuentro organizado por ACDE, en memoria de Enrique Shaw: hombre de empresa, padre de familia y persona de Fe.

En el mismo, escuché el testimonio de su hijo que me hizo reflexionar sobre el impacto que tiene en la sociedad la empresa privada y su rol en el desarrollo y crecimiento de las personas, sobre todo en estos momentos tan difíciles que nos toca vivir.

El Padre Juan Miguel Shaw, cuando se le preguntó qué recuerdo tenía de Enrique Shaw como padre, mencionó algo muy simple, pero lleno de fuerza: el recuerdo de su padre cuando volvía del trabajo y todos los días abría la puerta de su casa silbando; cuando todos sus hijos iban a recibirlo y a saludarlo con un abrazo.

Esto que parece tan sencillo me hizo reflexionar sobre todos aquellos padres y madres que hoy no tienen trabajo. En un país donde mas de la mitad de los niños son pobres, ¿qué estamos construyendo para el futuro?

Olvidamos el sencillo y potente rol de la empresa privada en generar puestos de trabajo de calidad, con todo lo que esto implica. En el impacto que esos puestos de trabajo, sin importar la posición, tienen en las familias y en esos padres y / o madres que vuelven a su casa luego de una jornada de trabajo.

En el rol de cada uno de los líderes en cada puesto de trabajo, con sus pares, reportes y colegas en generar un ambiente sano, de respeto, de crecimiento profesional y como personas, para ayudar a cada una de aquellas con las que compartimos una jornada laboral, a tener relaciones sanas y constructivas, que promuevan su crecimiento personal y profesional.

Nos olvidamos del fuerte impacto en nuestros hijos de poder ver a sus padres y/o madres volver a sus hogares cansados de un día de trabajo, todos los días. Si, todos los días aunque sea rutinario, y a veces muy cansador, hasta frustrante en algunos momentos y se quiera dejar todo. Ese esfuerzo vale la pena, un esfuerzo de todos los días de incomparable impacto para una sociedad que quiere crecer y desarrollarse.

En mi caso particular, luego de haber trabajado 23 años en una gran empresa y con posterioridad, en emprendimientos personales con amigos y socios. En los últimos años, algo más retirado, pude ver a mis hijas terminar sus carreras y entrar a trabajar en importantes organizaciones. Me sorprende a veces cómo varía su estado de ánimo después de una jornada laboral dependiendo de cómo haya sido, de lo que le haya pasado.

En lo personal, una de las satisfacciones mas importantes es poder ser consultado por antiguos colaboradores sobre distintos temas de su carrera profesional. Es por eso que en esta etapa en la que me encuentro deseo volver a tener participación mas activa en el mundo empresario, siempre con esta nueva y renovada ambición de poder impactar positivamente en las personas con las que me toque trabajar. Buscando siempre el crecimiento económico y financiero de la empresa, para garantizar el poder perdurar en el tiempo y así colaborar al desarrollo de las comunidades, de las personas y las familias que allí se desenvuelven.

Pero sin olvidar que las grandes cosas se construyen con los pequeños pasos de cada día…, los pequeños gestos o palabras que hacemos o decimos o dejamos de hacer o no decimos.

 

Debemos crear trabajo… y cuanto más eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrá la Providencia para repartir entre pobres y necesitados”. (Enrique E. Shaw)

Sobre el autor

Ricardo Fernández

Ingeniero Industrial (UBA). Trabajó en empresas de bebidas en América latina. Actualmente se desempeña como consultor, inversor y entrepeneur en start-ups del mundo digital. Socio fundador de una microcervecería. Realiza head hunting en Ghidini Rodil.

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